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Fukushima y la tentación del apocalipsis

    miércoles 16.may.2012    por Pepe Cervera    9 Comentarios

A los humanos nos encanta el fin del mundo. Todas las religiones incluyen entre sus escrituras fundacionales una narración detallada de cómo se creó, y de cómo terminará, el universo; historias repletas de drama, efectos especiales y personajes legendarios. El Fin de los Tiempos aparece repleto de catástrofes, desde terremotos a lluvias de fuego y mares de sangre, desde plagas a inmensas y letales batallas; según la religión concreta incluye gente nacida con una espada en la mano, ángeles que derraman fuego, jinetes que causan plagas, deidades especializadas en la destrucción al por mayor o titánicos enfrentamientos entre dioses y humanos en los cielos. En la ficción abundan las historias sobre los momentos finales de la Humanidad, sobre todo desde finales del siglo XIX y en especial tras la creación de las armas nucleares. Para colmo a los medios nada les gusta más que los desastres, cuanto más grandes mejor. Como quedó perfectamente claro cuando el terremoto, el tsunami y la catástrofe nuclear de Fukushima Daiichi arrasaron Japón, nada hay más rentable que anunciar la inminencia del apocalipsis. En algunos casos, literalmente. Más de un año después los hay que siguen empeñados en alertar de que se acerca el Final. Y desde la mismísima Fukushima, nada menos.

Apokalipsis
Según estos profetas de la ira cósmica el próximo terremoto (de los numerosos que yan han removido los escombros de la central dañada) destruirá la famosa (e infame) piscina de combustible del Reactor 4, repleta de residuos radiactivos (un núcleo completo) y dañada en el accidente. El resultado será algo muy cercano al apocalipsis: centenares de miles de muertos y la evacuación completa… de Norteamérica. Consecuencias inevitables que se añadirán a los más de 14.000 muertos que ya habría causado allí (?!) la catástrofe de Fukushima. El inminente y desaforado desastre está siendo suprimido, cómo no, por las autoridades, que por alguna razón temen el pánico que podría resultar si se conociera. Solo un puñado de valientes informadores tienen el cuajo, y el amor a la verdad, suficientes para realizar estas revelaciones, intentando proteger al público inocente. Poco importa que los problemas de la piscina del Reactor 4 y las posibles consecuencias de su vaciado (malas, pero mucho menos dramáticassean bien conocidos por los especialistas; poco importa que Fukushima Daiichi y la costa oeste de los Estados Unidos de América estén separadas por 7.500 kilómetros de Océano Pacífico, o que la isla más cercana del casi despoblado archipiélago de las Aleutianas diste de Japón más de 3.500 kilómetros. ¿Quién quiere que la realidad le estropee una buena historia de terror?

Las razones por las que los cuentos sobre el fin del mundo prenden son múltiples. Están las razones interesadas, como las de quienes venden más periódicos cuando asustan a la gente, o la de quien apoya sus posturas políticas en el temor (incluyendo posturas, como el abandono de la ciencia y la tecnología, bastante marginales). Están los que disfrutan pensando que conocen algo que los demás desconocen; que ellos son más inteligentes que los demás (sheeple), incapaces de penetrar las nieblas con las que los poderosos ocultan sus mentiras. Pensar que tenemos poder para destruir nada menos que el planeta Tierra halaga nuestra vanidad, como lo hace el pensar que somos especieales; la Última Generación de humanos. Hay una tendencia natural en los seres humanos hacia casi desear el Fin del Mundo (con mayúsculas), ya que sabemos que nosotros mismos vamos a morir, mientras que el resto del universo sigue adelante; casi una injusticia cósmica. Hay quien piensa que la presente encarnación de la Humanidad ha hecho méritos más que suficientes para recibir un castigo ejemplar, lo cual es difícil de negar, la verdad. Y está quien se deja llevar por su propio deterioro, fruto de la edad, y encuentra más sencilo aceptar que no es su punto de vista el que envejece, sino el mundo a su alrededor. En el fondo, todo es vanidad.

Pero lo cierto es que el mundo no se acaba con tanta facilidad. La física nos indica que el peor desastre que aún pudiera suceder en Fukushima Daiichi sería local en sus (sin duda terribles) consecuencias: las distancias y los volúmenes implicados hacen literalmente imposible que la central japonesa llegue a contaminar gravemente Norteamérica, mucho menos Europa. El poder del ser humano para causar catástrofes inimaginables todavía es incapaz de destruir el planeta; simplemente no tenemos la capacidad. Y si consiguiésemos extinguirnos a nosotros mismos por completo al estilo de los isleños de Pascua el resto del ecosistema se recuperaría: la vida es sorprendentemente resistente y capaz de ajustarse a nuevas condiciones. No somos tan poderosos, ni tan especiales, ni tan culpables. Puede que nuestras economías se derrumben, que nuestros países pierdan su posición, que vivamos peor o que muramos más. Pero no será el Fin de los Tiempos; si acaso, el fin de un tiempo local. El Apocalipsis puede esperar, y esperará. Nuestra muerte no será el Fin del Cosmos. Lo cual debiera enseñarnos humildad.

Pepe Cervera   16.may.2012 10:38    

9 Comentarios

Buenos dias Sr. Cervera :

Advierto en su artículo atisbos de un sesgo de proyección; comprendo lo que usted dice pero no estoy de acuerdo, no todos los seres humanos, es decir la mayoría no tenemos pensamientos apocalípticos ni siquiera pensamos en ello, es una minoría la que piensa en términos tan concluyentemente extremista; la mayoría tenemos una preocupación por preservar aquello de lo que formamos parte y de lo que evidentemente no somos los dueños.

No soy de los que comparto ni me agrada el 'fenómeno del mundo justo' ni tampoco 'Efecto del lago Wobegon o efecto mejor que la media', pienso que hay una mayoría de seres humanos racionalmente serios, que comprendemos que la vida forma parte de la muerte, por ello tampoco asusta la idea de que pueda desaparecer la humanidad, ello no significa que debamos volvernos obsesivamente conservacionistas o catastrofistas.

Podemos si en el conjunto lo deseamos hacer más bien que mal, un ejemplo ha sido la magnífica tarea humanitaria realizada por el conocido escritor Dominique Lapierre (vean lo que ha hecho por los demás con unos pocos medios y mucha buena voluntad)

También a mi me cansa este examen continuo exponiendo desde una opinión arbitraria lo torpes que somos o lo inútiles o poco maduros etcétera, etcétera...,esperando a ese o esos que con la consabida pedanteria del que no sabe pretenden decirnos lo que debemos o no hacer.

Confío en seres humanos como Lapierre y muchísimos más que hay en todo el mundo, confío mucho más que en aquellos otros que únicamente saben hacer 'teatro de las verdades esenciales'

Agradecido, por su amable atención Sr. Cervera.

Georges M.

miércoles 16 may 2012, 12:12

Pues yo no leo aquí ni un solo argumento científico para justificar que Norteamérica no será gravemente contaminada. Claro que todo depende de si unos cientos de miles, o millones, de cánceres a mayores se considera grave o no, supongo.
Y esto, como dando por hecho que lo que pueda pasar Japón no importa, que esos son humanos de segunda.

miércoles 16 may 2012, 13:34

Estimado David:

El argumento científico son 7500 kilómetros de distancia e ingentes volúmenes de agua y aire de dilución. La radiación de Fukushima, en efecto, llegó a los EEUU; en proporciones tan reducidas que apenas eran detectables, mucho menos perniciosas. Con la radiación la dosis importa; de hecho es lo más importante de todo, porque todo el entorno es (ligerísimamente) radiactivo. Me alegra ver que le preocupan los japoneses: quienes sólo se preocupan del accidente cuando imaginan que puede afectar a los EE UU tienen una idea muy particular de sus prioridades.

Lo cierto es que Fukushima Daiichi es un desastre tremendo, casi inimaginable, que ha causado (y causará) daños económicos sin cuento y terribles sufrimientos y enfermedades (hasta ahora apenas muertes), en Japón. NO es el apocalipsis. Ni lo va a ser.

Muchas gracias por su atención e interés, y un saludo.

PP Cervera

miércoles 16 may 2012, 14:15

Me fascina el interés de, gobiernos -todos- en "no alarmar a la población", razón sagrada para ocultar la verdad de la central nouclear. Paternalismo cándido , el miedo a las masas, monopolio de poderes políticos, financieros y mercado. Sólo ellos están autorizados a difundirlo, de manera suave, con herramientas y disfraces sin apercibirnos. Al tiempo entretienen, y se amasa fortunas.

miércoles 16 may 2012, 15:48

para David, lo que hay que demostrar es lo contrario, es decir, por qué Norteamerica sería gravemente contaminada por lo que pueda pasar en Japón.
Te pongo un ejemplo para que lo veas mejor.
si me acusan de haber matado a alguien, no soy yo quien tiene que demostrar mi inocencia, sino el que me acusa es el que tiene que aportar las pruebas.
Pues esto es lo mismo.

miércoles 16 may 2012, 20:06

¿Alguien me puede explicar por qué al ciudadano occidental-consumista le resulta más fácil pensar en el final del mundo que en el final del capitalismo? (Y no lo digo desde posiciones comunistas, sólo que con la que está cayendo...). Idea tomada en préstamo del último cómic de Miguel Brieva, "Memorias de la Tierra", absolutamente recomendable en mi opinión (lo que podría llamarse "filosofía gráfica"). Salu2

sábado 19 may 2012, 18:13

Hola a tod@s, decía Stephen Jay-Gould, " no hay propósito en la evolución " o " No vivimos en la era de los mamíferos sino en el reino de los Artropodos ", se podrá o no estar de acuerdo pero lo que es obvio que especies como cucarachas o escarabajos les importa un CARAJO que se contaminen Océanos o que algún psicópata empieze una guerra nuclear, o que un ávaro sin fin se esté llenando los bolsillos con la crisis y estados y pueblos enteros la estén sufriendo....Luego ¿¿¿ apocalipsis ????, mucha importancia nos damos todavía unos simios parlantes, pero si queremos llegar a ser dioses y que nuestra especie sea inmortal tendremos que tener en cuenta todas las variables y peligros, que son muchos y caóticos y algunos pueden llegar a la categoria de APOCALIPTICOS, como un pedrusko suelto por el espacio sideral, la caldera de Yellostone , el campo magnetico de la tierra...en fin hay unos cuantos que nos convertirían en arqueologia para los futuros seres evolucionados de la Tierra ( si hubiera tiempo que ese es otro cantar )

Es obvio que el desastre de Fukishima no tiene el grado de APOCALIPTICO ni SE le aproxima, pero
fukisihma es la punta del iceberg, ¿¿¿ cuantas centrales nucleares pegaditas al mar y encima de las fallas posee Japon ? ¿ porque hace poco hicieron una parada tecnica todas ellas ? Tener centrales nucleares en Japon pegadas al mar es como dormir en un saco en la selva del amazonas en el área de caza de la 'Solenopsis richteri' u hormiga 'de fuego'. Las centrales nucleares del Japon nunca serán un APOCALIPSIS PARA EL SER HUMANO en el peor de los casos, pero es un problema NADA VANALIZABLE, porque aunque 7.500 km existan entre Japón y EEUU las corrientes oceánicas mi estima PEPE viajan por el planeta como bien saben muchos peces, y en caso de que el plutonio liquido o gaseoso por efecto de alguna explosion, o el americio, Neptuno ( con vidas medias de 24.000 años ) o los demás contaminantes llegaran liquidos al océano, nos ibamos a acordar de los JAPONESES POR MUCHO TIEMPO, obviamente de APOCALIPSIS rien de rien, pero las sardinas, caballas y atunes nunca más podrías emplatarlas ni rellenar un bocadillo sabrosito con tomate.....ummmmmm....

La vida no es un milagro, sino de lo más corriente, y sobre todo es como una plaga que contagia todo, luego el escarabajo con o sin nosotros seguirá volando , seguirá enterrandandose...pues eso si es un prodigio de la NATURALEZA...¡¡¡¡que nosotros no podamos comer bocadillos con atún y tomate para cenar !!!!!! ¡¡¡¡¿¿¿¡ que más da ?????!!! y todo por el orgullo y la avaricia sin fin de un PUEBLO, llamado Japones, que muchos se empeñan en defender o incluso alavar como de lo más civilizado, cuando no son nada más que un pueblo BORREGO QUE todavía adoran a su emperador como a un dios viviente, SIN PERSPECTIVA ecologica hacia el resto del mundo, y con muy pero que muy mala MEMORIA, pues fueron como los nazis Y AÚN peores en casos puntuales y tan fanátikos y borregos que hasta se mataban en el busido o tirandose como camicaces sobre barcos por su emperador o por su pais....y RACISTAS mucho....NO LLEGARÁ EL APOCALIPSIS con las centrales nucleares japonesas, pero a mi si me dajan sin bocadillos de atún con tomate para cenar me acordaré de ellos y mucho......

lunes 21 may 2012, 07:17

Enhorabuena por el artículo! Muy bueno y necesario!

lunes 21 may 2012, 21:24

Buenas tardes Sr. Cervera :

Les adjunto las primeras líneas de un artículo periodístico de la Red Voltaire y su enlace con el texto completo; pienso que tiene un interés relevante sobre el tema que acontece con lo sucedido en el Japón.

'El responsable de descontaminar Chernobil de 1986 a 1991, Yuli Andreev, considera que la situación que se vive en la central nuclear japonesa de Fukushima demuestra que no se han aprendido las lecciones del accidente en la antigua Unión Soviética.

A su juicio "no se ha aprendido de los errores", ya que dejar en manos de los operarios de una compañía privada una situación crítica como la de Fukushima es una temeridad, porque éstos carecen de preparación para enfrentarse a una emergencia de semejante magnitud.'

link:

http://www.voltairenet.org/El-descontaminador-de-Chernobil

Agradecido, por su amable atención Sr. Cervera.

Georges M.

martes 22 may 2012, 14:07

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Pepe Cervera

Bio Retiario

Pepe Cervera es periodista, biólogo y, entre muchas otras cosas, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. Colabora con diversos medios y es un apasionado de Internet.
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