Iron Dome: el techo de la cárcel
miércoles 21.nov.2012 por Pepe Cervera 0 Comentarios
En esta última ronda de ataques en la Franja de Gaza algo ha cambiado; algo que podría modificar profundamente la situación militar, y por tanto la relación de fuerzas. Según las primeras informaciones disponibles el sistema israelí de defensa antimisiles Iron Dome (cúpula de hierro) estaría siendo bastante efectivo en neutralizar la amenaza que suponen los misiles tierra-tierra en poder de Hamas, con los que esta organización palestina ha atacado ciudades circundantes. En particular Iron Dome habría sido capaz de defender la capital económica israelí, Tel Aviv, de los misiles Farj-5 de fabricación iraní, los únicos capaces de alcanzar esta ciudad desde Gaza. De ser cierta la publicitada efectividad del sistema defensivo la situación cambiaría radicalmente, y no solo en Gaza, donde en la práctica supondría poner techo a la gigantesca cárcel en que se ha convertido la franja.
Iron Dome es un sistema de misil antimisil diseñado específicamente para hacer frente a la amenaza de cohetes de corto alcance del tipo Katiuska y sus descendientes (Grad, Qassam, Fajr, etc), y es capaz de enfrentarse incluso a proyectiles de mortero pesado o de cañón de 155 mm. Una batería consta de 3 lanzadores con 20 misiles interceptores Tamir cada uno; un radar de detección y seguimiento y un centro de gestión de combate y control de armas (BMC por sus siglas en inglés). El BMC es quizá la parte más innovadora del sistema, ya que es capaz de seguir decenas de blancos y priorizar cuáles deben ser destruidos y en qué momento en los tiempos extremadamente breves de vuelo que implican los ataques desde Gaza. Además Iron Dome es capaz de calcular qué cohetes atacantes van a caer sobre zonas habitadas, para hacer fuego contra ellos, y cuáles acabarán su vuelo donde no hagan daño; a éstos los deja pasar. Según las especificaciones conocidas cada batería del sistema antimisil es capaz de proteger unos 150 kilómetros cuadrados de territorio, aunque se espera que el desarrollo futuro amplíe este área de cobertura disminuyendo así el número necesario para cubrir el territorio israelí. Se calcula que el desarrollo de Iron Dome ha costado a Israel más de 200 millones de dólares; EE UU está interesado en la tecnología y está ayudando a financiar el desarrollo futuro y la construcción de nuevas baterías operativas.
Por supuesto que es difícil conocer la eficacia real del sistema en mitad de su segunda gran crisis (la primera se produjo en abril de 2011); sabido es que la verdad es la primera víctima de la guerra, y hay antecedentes de exageración en la eficacia real de sistemas antimisil (los Patriot en la Guerra del Golfo, por ejemplo). Fuentes israelíes estiman que en diferentes enfrentamientos desde abril de 2011 Iron Dome ha sido capaz de derribar hasta el 75% de los misiles lanzados desde Gaza; el ejército israelí afirma que hasta el 85% de los que tenían como blanco regiones habitadas. La práctica habitual ha sido disparar dos interceptores Tamir a cada amenaza; cada uno de ellos se cree que cuesta entre 35.000 y 50.000 dólares. Al comenzar los ataques relacionados con la actual Operación Pilar Defensivo había cuatro baterías emplazadas en el sur de Israel, y una quinta se incorporó a la defensa del centro del país cuando cohetes Farj-5 amenazaron Tel Aviv. Según cifras oficiales en esta operación se han realizado más de 220 interceptaciones.
Iron Dome no es perfecto: la eficacia de cualquier sistema antimisil jamás podrá alcanzar el 100%, y los militantes palestinos ya han burlado su vigilancia mediante lanzamientos múltiples. No se conoce lo eficaz que podría resultar el sistema contra misiles más modernos y sofisticados, o contra cabezas de combate balísticas. Hay también dudas sobre el coste, ya que en términos económicos cada interceptación de un cohete del tipo Qassam (precio estimado, unos 800 dólares) por uno o dos Tamir (entre 70.000 y 100.000 dólares) parece poco favorable. A cambio está la protección de los civiles israelíes en las poblaciones más cercanas a la Franja de Gaza. Pero si protege como promete en términos estratégicos Iron Dome estaría eliminando la última posibilidad de ataque por parte de los palestinos contra Israel. Los cohetes tierra-tierra de corto alcance son poco más que coches bomba voladores: toscamente fabricados y manejados y jamás diseñados con la precisión en mente los Qassam y Farj suponen una amenaza menor en términos militares, aunque desde luego sea grave para poblaciones civiles. Convertida la Franja de Gaza en un territorio aislado por completo de Israel con sus fronteras absolutamente blindadas, Iron Dome en efecto pone un techo que protege a su propia población e impide cualquier ataque palestino. Sus efectos se dejarían sentir también en otros conflictos: EEUU y Corea del Sur están muy interesados en su tecnología, ya que sufren la amenaza de este tipo de armas. Iron Dome y sus sucesores, como el novísimo David's Sling (honda de david) que Israel está a punto de desplegar, cambiarán la cara de la guerra.
Corregido el 22/11/2012, eliminando algunas erratas.