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2012, el mejor año de la Historia

    lunes 31.dic.2012    por Pepe Cervera    5 Comentarios

Crisis, desahucios, gente hurgando en los contenedores; comercios cerrados, empresas poniendo a miles de trabajadores en la calle, recortes en sanidad, peor educación, nula inversión… En los países del Primer Mundo 2012 ha sido un mal año, y lo único positivo que ha tenido es que 2013 será aún peor. Si miramos fuera de los países más ricos, la cosa no mejora sustancialmente: guerras enquistadas en el corazón de África, misiles y contramisiles en Oriente Medio, Siria en guerra civil, Irán enriqueciendo uranio en desafío a la comunidad internacional, tensiones en la India por la creciente desigualdad, China contaminada, al borde del fin de un ciclo económico y exigiendo territorios, Japón en permanente crisis y todavía recuperándose del terremoto y Fukushima… La situación del mundo y sus habitantes es mala con tendencia a pésima; el fin del mundo parece cercano, aunque el supuesto apocalipsis maya haya fallado. Y sin embargo es posible defender con seriedad que 2012 ha sido el mejor año de la historia. De TODA la Historia de la Humanidad desde sus orígenes. Nada menos.

Optimism-01

Porque a veces hay que ampliar el campo de visión para comprender una situación con propiedad. Y en este caso es necesario ensanchar nuestro punto de vista tanto en el espacio como en el tiempo. El planeta no es únicamente Occidente, el Primer Mundo, o los países ricos: de hecho la inmensa mayoría de los seres humanos viven fuera de esta región. Y aunque este momento pueda parecernos como la definición misma de ‘malos tiempos’ a nosotros, quienes estamos vivos ahora, lo cierto es que en comparación con otros días del pasado estamos mucho, muchísimo mejor. Comparando 2012 con cualquier año anterior descubriremos las bondades de nuestra situación.

En efecto, Europa, los EEUU y Japón atraviesan un periodo de crisis económica que ha lanzado millones de personas al abismo de la pobreza. Pero simultáneamente en China, la India y Sudamérica centenares, quizá miles de millones de personas están abandonando los estratos más bajos de la sociedad y ascendiendo a una precaria pero prometedora clase media-baja. Es cierto que en algunas zonas del Cuerno de África hay endémicas hambrunas, pero nunca han afectado a menos gente en términos absolutos y relativos; conviene recordar que hacia mediados del siglo XX millones de personas morían periódicamente de hambre en China o la India, sucesos que hoy son un mal recuerdo. Las terapias de hidratación, los antibióticos, la higiene y la cirugía moderna han relegado a horrenda historia antigua las macroepidemias que de vez en cuando mataban a millones, y han mejorado enormemente el estado medio de salud de la gente en conjunto. La guerra azota regiones como el centro de África, hay países en plena guerra civil con (Irak, Afganistán) o sin (Siria) participación de tropas internacionales, como casi siempre Oriente Medio amenaza conflicto abierto e incluso hay un aumento de la tensión en Extremo Oriente entre China, Japón, Filipinas y otros países. Pero el continente americano en pleno se encuentra inusualmente pacificado; no hay guerras entre países, y los más graves conflictos internos (Colombia) parecen en vías de solución. Y luego está el milagro europeo.

En Europa desde quizá la República Romana es difícil encontrar un periodo de más de 60 años sin grandes guerras; incluso medio siglo con tan pocas guerras pequeñas (la desintegración de Yugoslavia) como ha habido en los últimos años en el continente. Mirando tan solo conflictos bélicos del siglo XVII  en Europa tuvieron lugar la Guerra de los Nueve Años, la de los Treinta Años, complicada por la de Flandes (o de los 80 años), continuada en la Francoespañola; pero antes hubo otra Hispanobritánica. A estas se sumaron las tres primeras guerras anglo-neerlandesas, una polaco-moscovita, otra polaco-sueca, varias polaco-turcas más las llamadas Guerras del Norte entre países escandinavos, varias entre los turcos y Austria y Rusia, la guerra de Candia entre Venecia y sus aliados contra los piratas aliados a los turcos y numerosos enfrentamientos civiles (guerra civil inglesa, levantamientos jacobitas, guerra de Restauración portuguesa, etc.). Todos estos conflictos, que se combatieron entre estados europeos pero en campos de batalla de todo el mundo, provocaron quizá decenas de millones de muertos solo en el siglo XVII. Y los posteriores no fueron mejores: en el XVIII las guerras de Sucesión Española y Polaca, entre los turcos y Rusia, entre Holanda e Inglaterra, incluso entre España y Rusia, más la independencia de los EEUU; en el XIX las guerras Napoleónicas al principio y la Francoprusiana al final; la Primera y la Segunda Guerras mundiales en el XX. La historia europea es una continua sucesión de guerras cruentas y brutales que se han sucedido sin pausa desde hace milenios, hasta muy recientemente. Tan solo que exista la Unión Europea ha rebajado el coeficiente bélico de la Humanidad en conjunto, y ha contribuido a que este haya sido estadísticamente el mejor año de la Historia. Desde ese punto de vista, el sorprendente Nobel de la Paz ha sido merecido.

Y no se trata de dormirse en los laureles, o de desanimar a quienes luchan por mejorar la vida de la gente. Es importante reconocer la realidad para poder juzgar correctamente los triunfos, los fracasos y los retos que aún nos quedan. El que en efecto 2012 haya sido un año bueno como ninguno antes no debe hacernos arrogantes, sino que debe llamar la atención sobre los aspectos que quedan por arreglar todavía. Aún hay demasiadas personas que padecen hambre y sufren enfermedades, cuando disponemos de los alimentos y los cuidados médicos para evitarlo. Aún hay demasiados pueblos que sufren el azote de guerras por recursos, odios étnicos, enfrentamientos ideológicos o de religión que deberíamos ser capaces de encauzar a soluciones pacíficas. Todavía queda mucho que hacer hasta que la Humanidad pueda estar verdaderamente orgullosa de lo conseguido, hasta que ningún ser humano en este planeta sufra enfermedades o desnutrición evitables, hasta que las guerras no maten más. Para avanzar en esa dirección conviene revisar lo recorrido, y comprender lo conseguido. Porque se puede. 2012 ha sido el mejor año de la Historia, pero eso no debe hacernos flojear, sino reforzar nuestro ánimo para conseguir que 2013 y sucesivos sean todavía mejores.

Pepe Cervera   31.dic.2012 08:30    

5 Comentarios

Esperemos que se acaben las guerras y que se dejen de producir armas innecesarias para el buen funcionamiento del mundo.

Feliz 2013.

lunes 31 dic 2012, 11:47

Y el libro a leer al respecto es sin ninguna duda

Los ángeles que llevamos dentro. Steven Pinker

lunes 31 dic 2012, 13:55

Totalmente de acuerdo. El catastrofismo tiene un prestigio intelectual inmerecido. Pero, atendiendo a los datos, el mundo es cada año más libre, próspero y pacífico.

lunes 31 dic 2012, 18:01

El que no se consuela es porque no quiere. Para mi es volver a la edad media. El señor del castillo... y la tiranía de los impuestos, dejando a la "plebe" sin oportunidades. Lucha de clases, la economía en números, como método y objetivo, y la verborrea de las letras como sistema paralizante.
http://www.youtube.com/watch?v=W1YWvChFfQI
Darkness- Lacrimosa

lunes 31 dic 2012, 18:40

Europa ha cambiado el idealismo por el materialismo. El resultado ha sido el fin de la guerra y la corrupción generalizada. ¿esto es lo mejor que podemos hacer? Es triste.

viernes 4 ene 2013, 08:56

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Pepe Cervera

Bio Retiario

Pepe Cervera es periodista, biólogo y, entre muchas otras cosas, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. Colabora con diversos medios y es un apasionado de Internet.
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