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El santo antiaéreo

    lunes 11.mar.2013    por Pepe Cervera    3 Comentarios

San Pío de Pietrelcina, conocido en Italia como el Padre Pío, fue un monje capuchino muy poco común. Canonizado en 2002 por Juan Pablo II, durante una buena parte de su vida estuvo enfrentado a la jerarquía católica, que negó el carácter milagroso de sus estigmas, le impidió a veces ejercer como sacerdote, puso en duda su probidad económica en la gestión de su obra caritativa e incluso llegó a acusarle de yacer con mujeres devotas de su entorno. Venerado por millones a los largo de su vida, se hizo conocido sobre todo por los estigmas que llevó durante 50 años, heridas que reproducían las recibidas por Jesucristo durante la Pasión; llagas en las palmas de las manos, en los pies y (al menos temporalmente) una herida en el costado (transverberación). Según sus numerosos devotos el Padre Pío no sólo tenía estigmas, sino que también era capaz de curar enfermedades, de discernimiento extraordinario en sus confesiones, de hacer que un rosario derramara lágrimas cuando rezaba y de otras cosas más increíbles todavía. Por ejemplo, su sangre olía a flores cuando goteaba de sus estigmas (olor de santidad), y era capaz de bilocar, es decir, de estar en dos lugares al mismo tiempo. Psicólogos enviados por el Vaticano llegaron a declararlo “ignorante y psicópata automutilador que se aprovecha de la credulidad de las personas”, aunque mucho más tarde la iglesia decidiera su santificación. Claro que si es cierto lo que se cuenta sobre sus actividades en 1943, en plena invasión aliada de Italia, el Padre Pío era bastante más que un monje. Pues al parecer personalmente impidió en reiteradas ocasiones que aviones aliados atacaran su pueblo y alrededores, volando a su encuentro a pelo. Y eso asusta.

Padre_Pio

La historia es siempre la misma: pilotos estadounidense, ingleses, polacos y palestinos (pues de todos ellos había en las fuerzas aéreas en aquel teatro) que intentaban bombardear los alrededores de San Giovanni Rotondo, el pueblo en cuyo monasterio vivía el Padre Pío, se habían topado con extrañas visiones. A veces un monje gigantesco ocupaba el cielo, gesticulando para que se apartaran; otras veces una figura humana envuelta en un hábito volaba físicamente a su encuentro y los conminaba a irse, sus manos marcadas con heridas. Si accionaban los mecanismos de bombardeo, éstos se negaban a funcionar sin que ninguna avería mecánica pudiese encontrarse a su regreso a la base. Incluso si el bombardeo llegaba a producirse las bombas no estallaban, o si lo hacían era como ‘pompas de jabón’, cuando aterrizaban cerca de retratos del monje. Tras la guerra un general estadounidense habría acabado por visitar el pueblo, donde el Padre Pío le habría reconocido y saludado; el general se convirtió al catolicismo. Aunque no costa que tales milagros aéreos fueran tenidos en cuenta en su proceso de canonización, miles de seguidores del ahora santo creen a pies juntillas que el Padre Pío protegió a su monasterio de los desastres de la guerra, volando.

El personaje histórico fue más que controvertido. Famoso y polémico en Italia ya antes de la Primera Guerra mundial su suerte con respecto a la jerarquía vaticana dependía de los papas; algunos creyeron en él, otros se mostraron más que escépticos, convencidos de que se trataba de un diabólico engaño. Su proyecto de crear un hospital llevó a que le levantaran el voto de pobreza, pero luego hubo sospechas sobre su administración de los fondos de caridad, y le fue retirada la responsabilidad; las acusaciones de concupiscencia nunca acabaron de ser descartadas. Todo ello no impidió, sino que tal vez favoreció que se extendiera en la región su culto por parte de la gente sencilla; los creyentes en que el monje había salvado con sus milagrosas levitaciones el pueblo, y a algunos de ellos, de las bombas y el horror. Sin caer en algunas inconsistencias lógicas, más allá incluso de la imposibilidad de volar sin ayuda de máquinas (o drogas) que aflige al ser humano.

Porque si el Padre Pío era capaz de detener a los aviones aliados e impedir bombardeos; ¿por qué no lo había hecho antes con los alemanes? Si las bombas que caían sobre los pueblos de Italia podían no estallar por su intercesión, ¿por qué no intercedió por el resto de los italianos? Si el Padre Pío, o Supermán, tiene el poder de impedir una desgracia y sólo lo hace algunas veces, ¿no es acaso responsable de aquellas en las que decide no intervenir? Si el Padre Pío podía proteger San Giovanni Rotundo, ¿por qué no Guernica, Varsovia, Londres, Dresde, Stalingrado, Tokio, Hiroshima? Y es que con gran poder viene una gran responsabilidad, como bien aprendiera Peter Parker, una responsabilidad que los devotos del ahora santo no parecen haber tenido muy en cuenta. Ellos sólo apuntan al Padre Pío el mérito de los salvados, pero no caen en la cuenta que al hacerlo le convierten en responsable de los que no salvó, si estaba en sus llagadas manos hacerlo. Apuntarse sólo la mitad buena del universo es un buen negocio para proclamarse santo, pero no resulta muy justo. Ni creíble. Ni, desde luego, venerable. La explicación estándar es que los designios divinos son inescrutables, lo que significa que la lógica está fuera del ámbito de los milagros. Eso debe ser. 

Pepe Cervera   11.mar.2013 08:30    

3 Comentarios

Luces y sombras del padre Pio. No me gusta su mirada. Los estigmas, y la capacidad de detener bombardeos,la vida inverosímil del capuchino a caballo entre lo divino y lo orgánico.
http://www.youtube.com/watch?v=VTgousBw2kk
Lacrimosa - Der Ketzer

jueves 14 mar 2013, 02:23

En un choque de trenes mueren 300 personas y damos gracias a Dios por no haber tomado dicho tren.

jueves 14 mar 2013, 15:27

Digamos.. no se que tanto conocimiento tengas en lo que de mistica se trate. Pero bueno, podriamos decir que Dios algunas veces por medio de la intercesión puede hacer algunas excepciones y estos casos son clara prueba de ello.. Digamos que Dios puede detener la maldad del mundo, pero por alguna razón no lo hace o no lo ha hecho aún. Aunque si estoy seguro de que lo hará, basta con ver la historia, los hechos, las prediciones místicas de miles de personas a lo largo de los siglos.

Dios puede intervenir algunas veces por situaciones especiales, pero el curso del mundo debe de seguir tal y como esta escrito. Ademas las vidas perdidas no son perdida, esta vida realmente no vale, aca solo estamos de paso, alguien racionalista pensaría como vos, pero los que creemos en Dios no somos racionalistas y sabemos que morir es ganancia.

De igual forma falta muchisimo para que la palabra de Dios se cumpla, falta ver mas muertes y mas guerra, la biblia es clara .. eso es solo el inicio del fin.

Basta solo decir que hace 2mil años fue que Jesús lo indico como dice en Mateo 24. Y hasta ahorita es que todo calza perfectamente en nuestro mundo y en nuestro siglo. Solo un ciego podria no darse cuenta de nuestro entorno y tomar conciencia de que Dios realmente exite. Que no lo podamos ver en el plano fisico no quiere decir que no exista. Claro que existe.

Acaso nunca has tenido experiencias misticas o paranormales? Basta tenerlas y darte cuenta que hay un mundo invisible a nuestros ojos y que hay una realidad mas alla que en nuestro racionalismo no entendemos. Esa realidad que veremos cuando muramos a este cuerpo. Esa realidad que extrañamente Dios hizo la excepción y permitió que el Padre Pio la conociera en tierra.

Pero que tenia el Padre Pio que no tengamos nosotros? Comunion con Dios, entrega total, los estigmas son voultariamente por su descision. El le pidio a Dios sufrir juntamente con Jesus lo que el sufrio. Y tasss toda su vida con los estigmas y justo antes de morir desaparecen por arte de magia diriamos.. jaja No .. por voluntad de Dios. :)

viernes 21 abr 2017, 05:17

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Pepe Cervera

Bio Retiario

Pepe Cervera es periodista, biólogo y, entre muchas otras cosas, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. Colabora con diversos medios y es un apasionado de Internet.
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