De la 'absurdez' de los estereotipos

Gente relajada sin sentido del tiempo ni su importancia, con una cultura rígida e inamovible: mano de obra barata que difícilmente podía dejar de serlo, pues su trabajo carecía de valor. ¿Europeos del sur, africanos? No: la descripción que un consultor australiano hacía del obrero japonés en 1915. Y no era la peor: misioneros que vivieron allí durante años describían directamente a los japoneses como 'perezosos', 'emocionales' e 'incapaces de pensar en el futuro'. Gente impuntual, dada a aprovecharse y sisar a los viajeros, indolente, cortos de entendederas, que jamás se apresuraban ni aprovechaban el tiempo y tan individualistas que eran incapaces de organizarse en grupos siquiera para trabajar. ¿Griegos modernos, latinoamericanos? No: la visión que tenían los viajeros británicos del siglo XIX de los alemanes. Todos estamos llenos de prejuicios que son risibles en su estupidez; todas las culturas tienen una visión de otras culturas que se corresponde muy poco con la realidad. pero lo más llamativo es lo extremadamente variables que son en el tiempo estos estereotipos, y lo mucho que se conforman a visiones casi racistas. Puede que la abstracción y la generalización tengan cierta utilidad, pero lo cierto es que nadie describiría hoy a alemanes o japoneses en los términos en que se les veía (y describía) hace menos de 200 años. No sólo porque los tópicos son absurdos, sino porque cambian, y mucho. Los estereotipos son tan mudables como los pueblos a los que describen.

En ocasiones incluso el mismo rasgo cultural que se invoca para explicar una virtud se puede emplear para justificar el vicio opuesto. Las enseñanzas de Confucio se valoran hoy como los cimientos del éxito de ciertas culturas orientales en la industria y los negocios. Pero esas mismas teorías servían en el siglo XIX para explicar la falta de desarrollo comercial en China y otros países de su órbita; la cita selectiva de determinadas partes de la obra confuciana y el diferente énfasis con el que se aplican los preceptos del gran pensador hacen que su obra pueda justificar una cosa y la contraria. Igual que hoy ocurre con el Islam, cuyo menor desarrollo tecnológico y económico se achaca a su cultura, que en la Edad Media y por la misma razón era (con diferencia) la más avanzada del planeta. Sólo hay que hacer hincapié en diferentes partes de la octrina y de la historia, y la misma explicación lo explica todo. Cuando en realidad lo único que estamos haciendo es reforzar nuestros prejuicios, casi siempre negativos.

Algunos cambios son tan drásticos que resultan casi increíbles; como que los españoles tenían fama de excesivamente serios, formales y dedicados al trabajo en el siglo XVI, o que en la Alta Edad Media la cocina francesa era considerada un espanto y en cambio se celebraba y se envidiaba la cocina inglesa, considerada la más sofisticada y sabrosa de Europa. La cuestión no es que los estereotipos sean falsos, sino que van cambiando con el paso del tiempo, porque los pueblos que describen modifican su cultura a lo largo de la historia. No se trata de que los británicos del siglo XIX no describieran correctamente a los alemanes; es que la cultura alemana hoy es diferente a la de entonces. Lo que demuestra que en el tiempo los prejuicios no se sostienen. Y algo mucho más importante: que los pueblos verdaderamente pueden cambiar, modificando su cultura y adaptando su proceder, sus costumbres y sus manías a nuevas circunstancias. Nadie está estancado en sus estereotipos, por certeros que pudieran ser en el momento en el que nacieron. Ningún pueblo está condenado a permanecer como está. La historia demuestra que los pueblos y las gentes cambian. Es decir, que hay esperanza. 

Comments

[Natalia Martín Cantero dijo]

¿Realmente éramos así los españoles? Así que hay esperanza...

[Helvia dijo]

Si todo se resumiera a etiquetar zonas en un mapa bajo criterios basados en prejuicios como hace el mapamundi... de la ilustración (tendenciosa), habría que preguntarse sí quién emplea tiempo en catalogar al mundo, dedica tiempo a conocerse a si mismo, supongo que no le queda espacio físico.
http://www.youtube.com/watch?v=oDrcCYFFzZw&feature=relmfu
Llanto - Kabinett Der Sinn

[draco dijo]

http://www.youtube.com/watch?v=jri9dPQaz9U ;)

[jale dijo]

El Islam fue la cultura más fuerte en la edad media... aquí cerca de Europa.

Porque en Europa estábamos en la triste época oscura.

En India y China, no tenían mucho que envidiar. De hecho los números arábigos provienen de las culturas Indias.

Y el Islam fue fuerte sólo en porciones y momentos muy específicos.
No olvidemos que el Islam quemó los libros de Alejandría con desprecio.
Sus avances, fueron puntuales excepciones.

Un ejemplo fueron los residuos del Califato Omeya. Era Islam enemigo del resto del Islam (casi tanto como los Europeos) y tuvieron su momento de esplendor científico.

No soy un experto en estas cosas.
Pero hay muchas similitudes del antiguo Islam de la edad media con el actual. Demasiadas.

[Retiario dijo]

Estimado jale:

Precisamente muchos de los adelantos de la India y China nos llegaron gracias a los eruditos e intelectuales islámicos, que también conservaron buena parte de los conocimientos que hoy tenemos sobre la Grecia Antigua. La era de esplendor islámica fue tal que los reyes de los estados cristianos de la pemínsula enviaban a sus hijos a ser educados a Córdoba, y ellos mismos hablaban árabe, la lengua culta de la época. entonces eran líderes de la cultura, la ciencia y la filosofía. Hoy no lo son.

Respecto a la Biblioteca de Alejandría, se acusa a los árabes de quemarla al conquistar la ciudad. El hecho no está confirmado (las fuentes son de varios siglos después), pero incluso de ser cierto habría sido sólo la última ver que ardió; la primera vez la quemaron las tropas de Julio César, y luego fue destruida por varias invasiones y revueltas fanáticas, incluyendo al menos una cristiana (relatada en la reciente película 'Ágora').

El islam medieval es parecido al actual; tanto como el cristianismo medieval al de ahora. Y ambas religiones tienen altibajos a lo largo de la Historia, como los países y su fama.

Muchas gracias por su atención e interés, y un saludo.

PP Cervera