Una Seseña junto a Shanghai
lunes 2.sep.2013 por Pepe Cervera 1 Comentarios
El Pueblo Español de Fengcheng iba a ser la "Barcelona Oriental", y formaba parte de un ambicioso plan urbanístico lanzado en el año 2001 por el entonces alcalde de Shanghai Chen Liangyu: 'Una ciudad, Nueve Pueblos'. La idea era descongestionar la enorme conurbación del sur de China para dar a sus más de 23 millones de habitantes la opción de vivir en grandes suburbios en la campiña. Se crearían 9 diferentes megaurbanizaciones dotadas de todos los servicios y adornadas con parques, lagos y toda clase de equipamientos culturales y deportivos, intercaladas con los polígonos industriales que darían trabajo a sus habitantes. Shanghai decidió que las nuevas urbanizaciones serían temáticas; para ello cada una sería diseñada por arquitectos de un país diferente, con su estilo y su arquitectura. Y no es raro: la manía china de replicar ciudades ha dado lugar a fenómenos como la fotocopia del pueblo austriaco de Hallstatt, y ha sido analizada en la prensa local y en la extranjera.
En las cercanías de Shanghai nacieron así lugares peculiares como Thames Town (pueblo del Támesis) en el distrito de Songjiang, una copia de vieja ciudad inglesa sin casi habitantes que hoy se usa sobre todo para ambientar fotografías de boda. En Baoshan se creó un poblado escandinavo; en el de Minhang una copia de villa italiana. En Gaoqiao se construyó una Nueva Holanda, falsa y vacía de residentes; en el distrito de Jiading arquitectos alemanes diseñaron una metrópolis teutónica junto a una fábrica de Volkswagen que cuenta con una estatua de Schiller y Goethe pero casi no tiene habitantes. Iba a haber una ciudad canadiense, otra de estilo estadounidense y quizá dos de estilo local, pero ecológicas. A esto se sumaba, claro, el Pueblo Español. Parece que los nueve pueblos podían ser 10.
En 2003 empezaron las obras cerca del centro de Fengcheng de la mano del entonces hombre más rico de Shanghai: Zhou Zhengyi. Había casi dos kilómetros cuadrados en los que se edificaron viviendas de estilo español; de color crema, con largos pasillos y tejados inclinados y de tejas rojas, los edificios de viviendas recuerdan sobre todo a los apartamentos de playa de la costa española. Pero no porque sean falsos: fueron diseñados por el arquitecto catalán Marciá Codinachs. Para decorar la entrada se erigieron versiones locales de molinos de viento manchegos; en la plaza central se colocó la estatua de un torero. Había bulevares y plazas, centros comerciales, un museo y un parque español y hasta estaba previsto un teatro de la ópera. Algunos de los apartamentos se vendieron. Pero no muchos. Y entonces el proyecto 'Una Ciudad, Nueve Pueblos" empezó a venirse abajo.
La obra se detuvo en 2004 cuando Zhou Zhengyi acabó procesado por corrupción; más tarde el propio alcalde de Shanghai y creador del proyecto "Una Ciudad, Nueve Pueblos" Chen Liangyu cayó en desgracia y terminó en la cárcel. El Pueblo Español recuperó la inversión en 2007 y se terminaron las obras, pero no se resolvieron las malas comunicaciones públicas con Shanghai, lo que perjudicó la venta de las viviendas. Y había más problemas: al parecer a los chinos no acaba de agradarles la estética de estilo 'español'. Los promotores inmobiliarios que se suponía debía adquirir los edificios para revenderlos se quejaban de que eran pequeños, de menos de 10 metros de altura, así que contenían pocos pisos (y por tanto pocos beneficios). La carencia de habitantes impidió al centro comercial atraer tiendas; al no haber comercio los posibles habitantes se retrajeron. Para 2012 el centro comercial estaba casi vacío, las últimas viviendas de la promoción "Madrid Oriental" de saldo, los molinos parados y el parque y el museo cerrados y sin mantenimiento. El Pueblo Español era un desierto fracaso.
Pero no todo está perdido: en algunas de las otras ciudades (como Thames Town y la falsa Alemania) los pisos tienen precios como los del centro de Shanghai aunque no haya habitantes: al parecer son pasto de especuladores, que piensan que tarde o temprano llegará la gente y recuperarán su dinero. En China las ciudades vacías que tanto llaman la atención de los occidentales no se ven como fracasos, sino como oportunidades: el país está en mitad del mayor proceso de urbanización de la Historia, y si de momento las ciudades exóticas que rodean la megalópolis más grande del sur de China están deshabitadas eso no quiere decir que pronto no se llenen de gente y de vida. Quizá el Pueblo Español de Shanghai acabe siendo una pequeña embajada española en el país del futuro. O tal vez dentro de unos años un torero de bronce y los restos de tres molinos manchegos falsos sea todo lo que quede de una idea bastante peculiar. Imágenes de Google.
tomasin dijo
Interesante articulo, ¿ cuando explote dicha burbuja inmobiliaria china llenará de m....todo el planeta ?
Por cierto señor Pepe, como tuvimos una excelente discursión sobre Fukushima en su articulo, me encantaria como biologo que explicara como afecta a la cadena trófica de la vida en los mares y oceanos la radioactividad de Fukushima y como para las corrientes marinas....
Con mucho gusto siempre que lo leo, Tomas, Tomasin para todos.