El mono panda gigante
jueves 4.sep.2014 por Pepe Cervera 0 Comentarios
Es seguro que coexistió con los antecesores de la Humanidad durante casi un millón de años. Era un primate emparentado con los ancestros de los orangutanes y se calcula que llegaba a los casi tres metros de estatura y a pesar 550 kilos, el animalito; el triple que un gorila macho. Es probable que se desplazara a cuatro patas pero semierguido, apoyándose en los nudillos como hacen los orangutanes y gorilas actuales. Y para más de un creyente se trata del más firma candidato a representar al Yeti, o el Sasquatch, o Bigfoot, según el continente. Se llama Gigantopithecus (el mono gigante, vaya que sí), y se extinguió hace unos 300.000 años del Sudeste Asiático, su cuna ancestral. Lo cierto es que sabemos relativamente poco de él, porque la mayor parte de los fósiles hallados son dientes (así es como se le descubrió) y rotundas mandíbulas; no hay muchos restos que permitan hacerse una idea de su aspecto con precisión. Pero recientes análisis de esos dientes con nuevos métodos están arrojando nueva luz sobre este proto-Yeti misterioso. Así, resulta que Gigantopithecus era un primate medio panda, es decir, que parte de su alimentación consistía en hojas, tallos y brotes de bambú.
Un estudio antiguo analizó los fitolitos, pequeños cristales de cuarzo que almacenan las plantas en sus tejidos, empotrados en el esmalte de los dientes de Gigantopithecus. Los tipos de fitolitos hallados se corresponden con una dieta vegetariana mixta en la que el bambú era un componente clave, dato confirmado por análisis recientes sobre el tipo de plantas que consumían. Aunque estos grandes primates también se alimentaban de higos y de frutos muy azucarados de otras plantas de la misma familia (las Moráceas). Esto explica por qué los Gigantopithecus tendían, como nosotros, a tener caries dentales: su alimentación incluía mucho azúcar. Además sus dientes indican mediante líneas de crecimiento la existencia de periodos de malnutrición, lo que encaja con las mortandades masivas que diezman de cuando en cuando a varias especies de bambúes de modo natural. Los datos, además, indican que el crecimiento de esta especie de primate gigante era muy lento y su reproducción por tanto parsimoniosa, lo cual probablemente contribuyó a su extinción. En efecto, el ascenso de la meseta del Tíbet, que terminó hace 800.000 años, modificó el clima de toda la región haciéndola más fría y seca. La presencia de un competidor como Homo erectus, nuestro pariente directo, tampoco debió ayudar. Y el Abominable y Gigante Mono-Panda de los bosques de bambú desapareció, sin que haya esperanzas de encontrar poblaciones supervivientes que expliquen los mitos del Sasquatch, el Yeti o Bigfoot. Como si que haya existido un mono de tres metros comedor de bambú no fuera ya lo bastante sorprendente.
Imagen del modelo de 'Gigantopithecus blacki' del Museo del Hombre de San Diego tomada de Wikimedia Commons