La razón de la barba (y no es ligar)
miércoles 20.abr.2016 por Pepe Cervera 1 Comentarios
En los últimos tiempos están de moda; de hecho, están por todas partes. Se llevan frondosas, grandes, meticulosamente recortadas pero con aires de descuido; impresionantes adornos faciales que marcan estilo. Pero la barba no es universal y de hecho su origen no está bien explicado. Hay grupos raciales que casi carecen de ella, como algunos africanos y asiáticos; las barbas frondosas de estilo hipster están centradas sobre todo entre la India y el Atlántico europeo, pasando por el Mediterráneo, que tanto hizo para mitificarlas; desde los egipcios a los griegos o los romanos (en según qué épocas) las convirtieron en soberano adorno capilar del varón. Por ello se ha asumido que el origen de la barba está en la selección sexual; como la cola del pavo real macho o la melena del león una barba frondosa serviría para atraer la atención del sexo femenino y se habría extendido en la población debido a su éxito. Pero hay razones para desconfiar de esa explicación; las mujeres, para empezar, no parecen tener una clara preferencia a favor o en contra, sino que depende de momentos, modas o del individuo portador. Hay otra explicación que podría ser más interesante para el auge de las barbas que además explicaría también los ciclos de alzas y caídas de su suerte, y tiene que ver con la competición, pero entre hombres: la barba sería un adorno para marcar dominación sobre los competidores del mismo sexo. Cosa de hombres y su manía de comparar.
Para empezar, la pujanza de una barba no parece estar correlacionada directamente con los niveles de testosterona en sangre, un indicador biológico de masculinidad que sí está correlacionado con la dominancia y la fertilidad en los humanos. Para lo que sí se han hallado indicios es para relacionar la presencia de una barba, cuanto más hirsuta mejor, con la percepción de otros (mujeres y hombres) de que su portador es más agresivo, más mayor cronológicamente y más fuerte. Lo cual puede indicar que el papel de la barba es impresionar a otros, marcando el territorio y haciendo que su poseedor parezca tener un estátus social superior: un marcador de macho alfa. Un efecto similar se ha detectado con el tono de voz; los tonos más bajos se asocian con mayor dominancia y rango, y los varones tienden a bajar su voz si perciben un reto en la situación en la que se encuentran. Lo más llamativo es que existe un estudio según el cual el vello facial más o menos prominente en los varones está relacionado históricamente con la competencia en el ‘mercado’ sexual: en tiempos de mayor abundancia relativa de hombres (y consecuente escasez relativa de mujeres) la moda tiende a favorecer las barbas, y viceversa. La clave de las barbas, pues, es la comparación con las otras barbas y no la atracción que puedan ejercer sobre las damas. ¿De ahí esa obsesión competitiva por crecerlas y compararlas, quizá?
Imagen modificada de Ryan McFarland, tomada de Flickr
gabriela dijo
No sé por qué los hombres piensan que las mujeres sucumbimos ante una barba, cuando en verdad nos da miedo escarbar un poco y que afloren bichos de todas las especies imaginables...
Por otro lado, los hace parecer mayores...y eso es signo de decadencia....así que tampoco es atractivo!