Realidad virtual y sexo, los Tulpamancers y Aryabhata, matemático indio
miércoles 5.oct.2016 por Pepe Cervera 0 Comentarios
No hablamos de realidad virtual y sexo en relación a la (inevitable) llegada del porno en primera persona, sino a otro problema algo más sutil: resulta que muchos sistemas de realidad virtual dan problemas al 50% de la población, en particular a a las mujeres. Con desafortunada frecuencia las mujeres que usan gafas u otros sistemas de realidad virtual se marean, y mucho, hasta llegar a vomitar a los pocos minutos de uso; es algo que le pasa a cierto porcentaje de los usuarios, pero es mucho más común en las usuarias. Una investigadora analizó el fenómeno y llegó a una conclusión preocupante: las actuales técnicas de realidad virtual son machistas, sin querer. La ilusión de las tres dimensiones la fabrica el cerebro a partir de pistas obtenidas de las imágenes de los ojos, de ambos ojos, y como a cualquier construcción cerebral es posible engañarla. El problema es que el cerebro tiene dos mecanismos diferentes para obtener información de las imágenes que reciben los ojos: paralaje y sombras. En el paralaje los cambios de tamaño le dicen al cerebro lo cerca o lejos que está un objeto, y su cambio de tamaño si se mueve hacia nosotros o alejándose. En cambio el sistema de sombras es más sutil: usa el cambio en las sombras de los objetos vistas desde cada ojo para estimar la distancia. Lo curioso es que los hombres usan casi en exclusiva el primer sistema, y las mujeres el segundo: resulta que la retina es el tejido del cuerpo con mayor carga hormonal después de las gónadas. Y los sistemas de realidad virtual sólo emplean el paralaje para simular la tercera dimensión; en parte porque los programadores son hombres, pero también porque es mucho más fácil de generar por un ordenador. Así que los sistemas actuales de realidad virtual provocan mareos a las mujeres, porque les envían mensajes contradictorios incompatibles con su sistema visual.
Entre la cultura pop y la psicología: los Tulpamancers
En las entrañas de los foros de Reddit surgió hacia 2014 una nueva subcultura que está entre lo extraño y lo psicológicamente relevante: se trata de los Tulpamancers, gente que crea y vive con Tulpas. Una Tulpa es una especie de segunda personalidad que vive dentro de tu cerebro: es como una segunda mente independiente, con sus propios gustos, intereses y particularidades pero que utiliza en mismo sustrato y el mismo cuerpo que la ‘principal’. Los Tulpamancers usan una serie de técnicas para crear y permitir el desarrollo de estas ‘personas dentro de una persona’, que por cierto no tienen por qué ser humanas: pueden adoptar cualquier forma. Los practicantes de estas técnicas intercambian trucos y experiencias y defienden su elección, cercana a tener una doble personalidad patológica pero de modo voluntario, como defensa frente a la soledad y alivio de tensiones y problemas mentales. Aunque, advierten sus practicantes, la creación de Tulpas a veces provoca dolores de cabeza.
Aryabhata, matemático Gupta del siglo V
El Imperio Gupta fue casi contemporáneo del Imperio Romano y cubrió una buena parte del norte de la India: casi todo lo que hoy consideramos como aportaciones culturales indias (desde la música o la danza al Kama-Sutra) provienen de los guptas, que también crearon un juego que hoy llamamos Ajedrez; las piezas del ajedrez representan las divisiones del ejército gupta clásico. Lo importante es que numerosos avances científicos y matemáticos de los guptas llegaron a Europa de la mano de los árabes: la numeración que llamamos arábiga, por ejemplo, es en realidad gupta. De los matemáticos de aquel imperio el más famoso es Aryabhata, que vivió a finales de siglo V dC; su obra principal se escribió en nuestro año 499 dC y se titula Aryabhatiya (de Aryabhata), un tratado de astronomía y matemáticas que cubre aritmética, álgebra, trigonometría plana y esférica y contiene cosas como tablas de senos y cosenos (estos términos tienen su origen en este libro vía malas traducciones al árabe y luego el latín), ecuaciones cuadráticas, fracciones continuas, etc. Sus cálculos utilizan notación posicional y al menos implícitamente reconocen la existencia del cero, invento gupta. El texto incluye una aproximación de Pí con 4 cifras, y se cree que implica su condición de irracional (demostrada en Occidente en el siglo XVIII). Sobre astronomía el Aryabhatiya reconoce la rotación terrestre y calcula la duración del día y del año con niveles de precisión sorprendentes; el cálculo de eclipses basados en este libro era más preciso que los efectuados por la astronomía occidental en 1765. Y todo esto está en un libro en verso: el Aryabhatiya tiene 108 versos en sánscrito, una brevedad y concisión sorprendente para tanta sabiduría avanzada para su época.