Félicette, astronauta

    viernes 19.may.2017    por Pepe Cervera    0 Comentarios

En los inicios de la carrera espacial los científicos no sabían si el ser humano era capaz de sobrevivir al espacio. Se temía que la ingravidez fuese mortal para nosotros, y para comprobar el riesgo se hicieron experimentos con diversos mamíferos para comprobar su capacidad de resistencia en el nuevo ambiente. Los EE UU lanzaron monos, los primeros de ellos macacos que eran enviados al espacio sin paracaídas de vuelta; más tarde mandaron también ratones, perros y finalmente chimpancés. Los rusos empezaron con ratones y conejos (en viajes sólo de ida) y después utilizaron perros, pensando que los monos serían demasiado nerviosos. Pero sólo hubo un país que envió un gato al espacio, y fue Francia: el 18 de octubre de 1963 la gata Félicette, encontrada en las calles de París y de color blanco y negro, partió en el cohete de pruebas Véronique AG1 número 49 alcanzando una altitud de 156 km. Félicette era una de los 14 gatos que la agencia espacial francesa entrenó y preparó para la misión, y de hecho no era la elegida, pero ante la desaparición del designado (llamado Félix) le reemplazó y partió hacia el espacio. Regresó sana y salva a la Tierra tras 15 minutos de vuelo, 5 de ellos en ingravidez. Para ayudar a la toma de datos Félicette llevaba unos electrodos implantados en su cabeza; unos meses después de su retorno se consideró necesario analizar estos electrodos, por lo que hubo de ser sacrificada. Permanece hoy como el único felino astronauta, ya que un segundo lanzamiento posterior con gato a bordo fracasó en la reentrada, con lamentables consecuencias. A las estrellas se llega a base de sacrificios, al fin y al cabo...

Felicette

Sección de ciencia en 'Esto me suena' del día 17/5/2017

Pepe Cervera   19.may.2017 09:03    

Pingüinos a prueba de minas y el sonido de la leyenda

    miércoles 17.may.2017    por Pepe Cervera    0 Comentarios

A veces nuestras guerras dejan recuerdos atroces en el ámbito natural, y casi siempre los tratados que prohíben armas especialmente abominables ayudan también a proteger a los animales. Pero el universo es complejo, y a veces pasa todo lo contrario: en las islas Malvinas/Falklands hay una colonia de pingüinos que sobrevive y prospera gracias a que vive en un campo de minas. Y el cumplimiento por Gran Bretaña de un tratado que prohíbe estas armas puede causarles un grave problema. El campo de minas procede de la guerra por estas islas en 1982, cuando soldados del ejército argentino invadieron la capital Port Stanley y procedieron a fortificarla para defenderse del contraataque británico, que llegó un par de meses más tarde. Para proteger la bahía llenaron de minas antipersona una playa cercana para evitar que los británicos pudiesen desembarcar en ella, y las armas siguen allí; aunque los argentinos entregaron detallados mapas para ayudar al desminado la playa era demasiado peligrosa (y cara) de limpiar tras el conflicto, de modo que así se quedó. Como consecuencia y durante 35 años se instaló allí una numerosa colonia de pingüinos para los que no supone ningún problema el campo minado; al menos no a los dos que viven allí, el pingüino magallánico (en la imagen) y el gentú. Se trata de dos especies pequeñas que pesan muy poco y por tanto no activan las minas, por lo que han vivido en el paraíso desde entonces ya que los humanos no pueden acercarse. Ahora la zona ha de ser desminada por tratado internacional, lo que va a resultar caro y peligroso porque las minas se han desplazado con la arena durante todo este tiempo. Además el delicado ecosistema podría resultar dañado si se emplea maquinaria pesada. Y los pingüinos, por una vez beneficiarios de nuestras locuras bélicas, van a resultar perjudicados. Ah, la ironía.

Magellanic_penguin

El sonido de la leyenda

Los Stradivarius son los violines más legendarios de la historia: todo violinista de categoría que se precie desea tocarlos; habitualmente tienen nombre propio y algunos alcanzan precios de muchos millones de euros. Se han escrito decenas de artículos científicos intentando localizar la causa de su especial sonido, que se ha achacado a todo tipo de factores como hongos en la madera original, técnicas de fabricación, barnices especiales o el mismo paso del tiempo. Ahora tenemos una mejor explicación a su carácter especial: la causa de que nos fascine su maravilloso sonido no son los violines, sino la leyenda, ya que cuando se hacen pruebas a ciegas con expertos que escuchan a violinistas tocar un stradivarius y un violín moderno sin saber cuál es cuál, prefieren el sonido del moderno. Es decir, que cuando sabemos que es un Stradivarius nos suena mejor, aunque sin tener en cuenta este factor el mejor sonido sea el del ejemplar moderno. Y no es extraño: sabemos que esto pasa por ejemplo con el sabor, cuando un vino blanco teñido de rojo nos sabe a tinto o un vino en una botella de bodega cara nos sabe mejor que ese mismo vino en envase de cartón. La cuestión es que lo que percibimos está influido por lo que vemos y sabemos, por lo que nunca podemos estar seguros de que lo que estamos escuchando o catando o quizá incluso viendo es real al 100%. Una parte puede ser, simplemente, leyenda.

Sección de ciencia en 'Esto me suena' del día 17/5/2017

Pepe Cervera   17.may.2017 17:00    

James Barry, cirujano del ejército británico (y mujer)

    viernes 12.may.2017    por Pepe Cervera    0 Comentarios

Nacido en Irlanda del Norte en 1795 y formado en la Universidad de Edimburgo James Barry fue un cirujano militar británico que tuvo una carrera más o menos convencional: se cree que estuvo en la Batalla de Waterloo, y más tarde en la India y en Sudáfrica. En Ciudad del Cabo fue nombrado Inspector Médico y como tal mejoró las condiciones higiénicas de la colonia británica e incluso fue pionero al realizar la primera cesárea allí. Luego estuvo en colonias como Isla Mauricio, Trinidad y Tobago, Malta, Santa Helena, Jamaica... también  en Crimea y Canadá. Por enemistades políticas fue degradado, pero tras contraer la fiebre amarilla acabó su carrera y murió en 1865 en Londres, donde los encargados de preparar su cadáver se llevaron una sorpresa: James Barry era una mujer. Se sospecha que se llamaba realmente Margaret Bulkley, y que se disfrazó de hombre para poder estudiar y ejercer la medicina, carrera vetada a las mujeres especialmente en el ejército. Durante su larga carrera profesional el ‘Doctor Barry’ fue considerado como un excéntrico pero competente y fiable médico militar; de carácter pendenciero y dotado de una voz chillona muchos de sus compañeros de armas afirmaron tras el descubrimiento haber tenido sospechas de su verdadero carácter. Los que jamás tuvieron queja alguna fueron sus pacientes, a los que siempre trató con eficiencia y dignidad. Un ejemplo extremo de lucha una tendencia lamentable: la de limitar al 50% de la humanidad su acceso a la educación y a determinadas profesiones por el mero hecho de ser mujeres.

Sección de ciencia en 'Esto me suena' del día 10/5/2017

Pepe Cervera   12.may.2017 10:57    

Los sentidos de las plantas y calambres para el sistema inmunitario

    jueves 11.may.2017    por Pepe Cervera    0 Comentarios

La imagen que tenemos de la pasividad de los vegetales es errónea; las plantas son capaces de recibir y procesar mucha información de su entorno y de reaccionar a ella, por ejemplo variando sus patrones de crecimiento. Así sabemos que perciben la luz que hay a su alrededor y a partir de ella deciden si hay otras plantas cerca para escoger de qué manera crecer; hacia arriba si están rodeadas de competidores, o más en horizontal si están solas. También pueden percibir cuando el suelo se inclina, como ocurre en las laderas, y ajustarse: así es como se forman esos árboles curvados que buscan la vertical. Tendemos a pensar que son pasivas porque sus movimientos y adaptaciones son muy lentos para nuestras aceleradas vidas, pero no es así. Incluso sabemos que las plantas oyen; bueno, perciben vibraciones en el aire como las que hacen las mandíbulas de insectos que las devoran y ajustan su comportamiento. Ahora un estudio de una universidad australiana ha descubierto que las raíces de algunas plantas pueden detectar agua corriendo en el subsuelo por las vibraciones que emite: en efecto las raíces escuchan para decidir en qué dirección crecer y pueden detectar tuberías por las que corre agua simplemente por su ‘sonido’. O sea que los vegetales no sólo ven; también oyen. La próxima vez que vea una planta piense que ella también le está percibiendo a usted. Y que hay vegetales que comen mamíferos.

Tree-Curved

Calambres para controlar el sistema inmunitario

Sabemos que el sistema nervioso está conectado con el inmunitario, nuestra defensa contra las invasiones que también nos protege contra amenazas internas, pero no entendemos muy bien de qué manera se relacionan: aunque puede verse el fruto de esta interconexión aún no conocemos bien el cómo. Lo que no impide que estemos desarrollando modos de usar este vínculo en la curación de enfermedades. Así hay en marcha un estudio para probar el valor que puede tener una técnica llamada estimulación del nervio vago para controlar una enfermedad inmunológica: la artritis reumatoide. Y los resultados parecen prometedores. El sistema consiste en un pequeño dispositivo que se implanta en el cuelo y que al ser activado mediante un imán envía una serie de pulsos de corriente al nervio vago, que inerva buena parte de los órganos internos del pecho y abdomen. Este nervio forma parte del sistema nervioso parasimpático que es el encargado de las funciones involuntarias, de ‘mantenimiento’: la respiración, el latido cardíaco, el funcionamiento de las vísceras, etc. Casi por casualidad se descubrió que la estimulación eléctrica de este nervio, conectado con la región más basal del cerebro, modula el funcionamiento del sistema inmunitario, probablemente a través de su activación de glándulas hormonales. En la artritis reumatoide el problema es que nuestro sistema inmunitario ataca erróneamente el cartílago de las articulaciones; si el estímulo eléctrico puede convencerlo de cesar en ese ataque la enfermedad mejorará. Y si se confirma este vínculo nervioso-inmunitario muchas otras enfermedades de este tipo podrán ser atacadas de un modo inesperado.

Pepe Cervera   11.may.2017 11:39    

Cecil Chubb, el tipo que regaló Stonehenge

    viernes 5.may.2017    por Pepe Cervera    0 Comentarios

Existe gente que ayudó mucho a la ciencia aun sin ser científicos, y hoy hablamos de una de estas personas llamada Cecil Chubb, un empresario británico rumboso que le hizo un impresionante regalo a su nación: el yacimiento de Stonehenge en 1918. Chubb era hijo de un talabartero y nació en Shrewton, muy cerca del yacimiento; casado con una mujer cuya familia regentaba un manicomio a finales del siglo XIX Cecil acabó dirigiéndolo y convirtiéndolo en el mayor hospital de salud mental de Europa en su momento, con lo que se hizo rico. Esto le permitió pujar, en un pronto y llevado por su cariño por las piedras, por el lote de terreno donde se encuentra el círculo megalítico de Stonehenge en una subasta en 1915, cuando los anteriores propietarios (la familia Antrobus) se deshicieron de sus propiedades ya que el último de sus descendientes había muerto en la Primera Guerra Mundial. Se dice que Chubb pagó las 6.000 libras (medio millón de euros actuales) para hacerle un regalo a su esposa, que no se mostró muy emocionada. En todo caso en 1918 Cecil Chubb regaló a la nación el terreno y sus restos arqueológicos poniendo una serie de condiciones sobre su conservación, obligando a que fuese de visita abierta y limitando el precio a cobrar por turista (un chelín, unos 6 céntimos de euro actuales). Como reconocimiento la nación le nombró baronet, pasando a ser conocido como sir Cecil Chubb; murió en 1934.

Sir_Cecil_ChubbSección de ciencia en 'Esto me suena' del día 3/5/2017

Pepe Cervera    5.may.2017 08:57    

Los animales más viejos del mundo y prehistoria viajera

    jueves 4.may.2017    por Pepe Cervera    1 Comentarios

Los seres vivos que llevan más tiempo en ese estado son colonias arbóreas, como Pando (una colonia clonal de álamos temblones en Utah, EE UU) que puede tener 80.000 años, y que es un bosque compuesto por árboles genéticamente idénticos e interconectados por sus raíces. También hay una colonia similar de Posidonia (hierbas marinas) cerca de Ibiza que puede tener entre 12.000 y 200.000 años de edad. Los humanos llegamos como mucho a 122 años, los que tenía Jeanne Louise Calment cuando falleció en 1997. Pero en las profundidades del océano Antártico viven los animales más viejos del planeta: algunas esponjas volcán que tienen, individualmente, hasta 15.000 años de edad. Cuando nacieron nuestros antepasados del final del Solutrense estaban terminando las pinturas de la Gran Sala de Altamira. La especie se llama Anoxycarix joubini y vive en la plataforma continental McMurdo; puede llegar a tener más de 2 metros de alto y 1,5 de diámetro, y vive a entre 15 y 145 metros de profundidad, a temperaturas extremadamente bajas. Como todas las esponjas se alimenta filtrando agua, y sus poros y recovecos sirven como alojamiento a muchas otras especies de animales. Su crecimiento, debido al frío que ralentiza sus procesos metabólicos, es extremadamente lento; tanto que en la práctica no se puede detectar. Lo que no quiere decir que carezca de enemigos: hay una estrella de mar que las devora, muy, muy despacio. Las esponjas volcán de esta zona están siendo estudiadas con ayuda de robots submarinos; quizá podamos extraerles algunos de sus secretos parta llegar a esas avanzadas edades.

Prehistoria viajera

Tendemos a imaginarnos que en la prehistoria la gente se movía poco, especialmente a partir del Neolítico, cuando se desarrollaron las agricultura y la ganadería y se establecieron las primeras ciudades. Pero estamos descubriendo que nuestros antepasados de esas eras se movían mucho más de lo que nos imaginamos. Un análisis realizado recientemente de la Mujer de Skrydstrup, uno de los cuerpos mejor preservados de la Edad del Bronce en Dinamarca, ha confirmado hallazgos anteriores al demostrar que aquella mujer no había nacido en ese país, sino que llegó de fuera tras un largo viaje. Hace 12 a 13.000 años ya había migraciones a gran escala y gente que terminaba muriendo muy lejos del lugar donde nació. El estudio analizó los niveles de estroncio en los restos de la mujer, una joven de apenas 18 años y gran estatura enterrada en un elaborado ataúd y cubierta con ricas telas bordadas y pieles en un túmulo. Gracias al estroncio se sospecha que pudo venir una entre varias zonas de Europa, aunque de momento no se sabe exactamente cuál. La Niña de Egtved, otro hallazgo de similar edad, tampoco era de la región, aunque en su caso había viajado mucho y con frecuencia y también había sobrevivido a varios periodos de hambruna o enfermedad. La vida en la prehistoria era mucho más interesante de lo que nos imaginamos.

Pepe Cervera    4.may.2017 08:57    

Tu YouYou, la profesora de los Tres Noes

    viernes 28.abr.2017    por Pepe Cervera    0 Comentarios

Es conocida como la Profesora de los Tres Noes: no tiene estudios de postgrado, no estudió en el extranjero y no era miembro de ninguna academia. Tu YouYou estudió medicina en los convulsos tiempos de la Revolución Cultural china, cuando la ciencia era sospechosa de ser un reflejo imperialista y lo intelectual era perseguido y rechazado, y se especializó en medicina tradicional de aquel país; en concreto en las hierbas que utilizaron durante milenios como remedios, a falta de otros medicamentos. Cuando la medicina científica pudo regresar a China con su apertura Tu YouYou empezó a analizar algunas de esas hierbas curativas en busca de un remedio para la malaria resistente a la cloroquina, uno de los principales medicamentos que existen contra esta enfermedad. Y encontró una pista en un libro de medicina tradicional de 1.600 años de antigüedad, donde entre otras plantas contra las fiebres intermitentes citaban al ajenjo dulce o ajenjo chino (Artemisia annua). Convenientemente analizada con técnicas modernas resultó contener una sustancia llamada Artemisinina que es ahora utilizada masivamente como medicamento contra la malaria: el único eficaz en las variantes resistentes a la cloroquina. Dew este modo se han salvado millones de vidas al proporcionar un medicamento alternativo. En 2011 recibió el Premio Lasker y en 2015 el Nobel de Medicina, primera mujer china que ha recibido este galardón y prueba de que como decía Tim Minchin la medicina alternativa que ha demostrado ser eficaz tiene un nombre: se llama medicina.

Tu_Youyou

Sección de ciencia en 'Esto me suena' del día 26/4/2017

Pepe Cervera   28.abr.2017 09:01    

El picante y el temperamento y descubriendo enfermedades en las alcantarillas

    jueves 27.abr.2017    por Pepe Cervera    0 Comentarios

Nuestro gusto por el picante es una anomalía evolutiva derivada del hecho de que somos un poco masoquistas. La capsaicina pretende disuadirnos de comer chiles y otras especias que la contienen, pero nosotros ahí, disfrutando de la combinación de ese ardor sublime con el resto de los sabores. Lo cual no quiere decir que comer picante carezca de consecuencias: algunos estudios recientes sugieren que el picante consumido regularmente contribuye a generar en las personas sentimientos agresivos. En un análisis de relaciones entre palabras dos grupos de estudiantes fueron expuestos a salsa con mayor o menor grado de intensidad (una de ellas con habanero), y los que comieron salsa más picante tendieron a proyectar sentimientos de mayor agresividad. En otro experimento los participantes fueron expuestos a fotos de comidas picantes o bien hablaron sobre ellas; los que habían visto las fotos resultaron tener pensamientos más agresivos, sobre todo en lo que respecta a interpretar la postura de otros. Parece que el picante tiende a hacernos pensar que los demás son más peligrosos de lo que son. Aunque ojo: como otras veces los experimentos se han llevado a cabo con estudiantes universitarios de países occidentales, una muestra muy sesgada de lo que es la Humanidad en su conjunto: probablemente los resultados serían diferentes si se hicieran estos mismos experimentos en, pongamos, Tailandia, México o la India.

Descubriendo enfermedades en las alcantarillas

Para poder acabar lo más deprisa posible con los brotes de enfermedades infecciosas es vital detectar cuanto antes su aparición, algo que en las macrociudades en las que ahora vivimos es complicado, sobre todo cuando la red sanitaria no es muy buena. Investigadores israelíes acaban de describir una nueva herramienta que permite detectar con rapidez brotes de polio, o controlar su inexistencia en grandes regiones, mediante el análisis de un sistema de recogida de muestras masivo: las alcantarillas. Analizando la cantidad de virus en las alcantarillas de una ciudad y teniendo en cuenta el número de habitantes y la proporción de personas vacunadas pueden detectar en seguida la aparición de nuevos brotes, o controlar que la población está sana, de un modo sencillo y fiable. Aunque, quizá, poco agradable. No es la única técnica:; se han medido tasas de consumo de medicamentos o drogas en el contenido de las alcantarillas en otras ocasiones, pero esta vez hablamos de enfermedades infecciosas, en las que la ventaja de detectar cuanto antes los primeros casos es fundamental.

Sección de ciencia en 'Esto me suena' del día 26/4/2017

Pepe Cervera   27.abr.2017 08:57    

La juventud de Homo naledi

    miércoles 26.abr.2017    por Pepe Cervera    0 Comentarios

Se encontró en una cueva sudafricana con una entrada muy complicada; su anatomía era espectacularmente curiosa, con tamaño general y del cerebro muy reducido y otras características muy primitivas, pero su datación era muy difícil. De modo que saber cuál es el impacto de Homo naledi en la evolución humana es complicado: no es lo mismo que hubiese vivido hace más de 2 millones de años que hace apenas 50.000. Los rumores en la cerrada comunidad paleoantropológica llevaban meses bisbiseándolo, y ahora parece que un desajuste en la publicación de una entrevista lo confirma antes incluso de la aparición del ‘paper’ oficial: Homo naledi vivió hace entre 100.000 y 200.000 años, justo en la época en la que en otro rincón de África estaba surgiendo nuestra propia especie, Homo sapiens. De confirmarse, la fecha traerá cola.

Homo_naledi_holotype

Porque a pesar de sus rasgos primitivos y de su pequeño tamaño esto querría decir que al mismo tiempo que nuestra propia especie evolucionaba en África un segundo homínido con características diferentes también seguía su propio camino evolutivo, procedente quizá de un antepasado común remoto como Homo habilis. Durante buena parte de la evolución humana esta situación fue normal: varias especies de homínidos coexistiendo en el mismo espacio con adaptaciones ecológicas diferentes, pero no sabíamos que hubiese varias humanidades distintas en el momento del nacimiento de nuestra propia rama más reciente. Y lo que es peor: la coincidencia entre la desaparición de este grupo evolutivamente diferente y nuestra propia aparición sugiere una posibilidad terrible: que nosotros hayamos sido la causa de su extinción, quizá por desplazamiento ecológico. En todo caso la juventud de Homo naledi añade interesantes matices a nuestra aparición como especie y a la evolución de la Humanidad.  

Pepe Cervera   26.abr.2017 09:30    

A la caza del Tigre de Tasmania

    martes 25.abr.2017    por Pepe Cervera    0 Comentarios

El último Tigre de Tasmania, el ‘finalín’ de esta especie, murió el 7 de septiembre de 1936 en el zoo de Hobart, capital de Tasmania. Había sido bautizado como ‘Benjamin’, y murió de frío por accidente: la puerta que le permitía refugiarse en una caseta quedó accidentalmente cerrada una fría noche del final del invierno austral. Estos animales del tamaño de un perro mediano y con característicos cuartos traseros con rayas eran los mayores carnívoros marsupiales que sobrevivían en Australia a la llegada de los occidentales; fueron perseguidos y exterminados y desaparecieron, no sin que se hicieran películas de ellos como la que puede verse debajo. Pero igual que de vez en cuando alguien jura haber visto al Yeti, al Monstruo del Lago Ness o al Bigfoot en Australia a veces alguien cree haber visto un ejemplar vivo de Tigre de Tasmania. Y uno de estos avistamientos ha resultado tan creíble que científicos australianos van a realizar una campaña con cámaras-trampa en una remota y desierta península de la isla-continente para ver si es cierto. Es posible que el Tigre de Tasmania siga aún vivo, pese a nuestros esfuerzos; esperemos que de confirmarse esta vez los tratemos con más cuidado.

Pepe Cervera   25.abr.2017 08:57    

Pepe Cervera

Bio Retiario

Pepe Cervera es periodista, biólogo y, entre muchas otras cosas, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. Colabora con diversos medios y es un apasionado de Internet.
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