Del hieratismo a la psicodelia
martes 2.abr.2013 por Sarmient Peppers 0 Comentarios
Atención, se abre el telón:
Una estatua de un flamenco preside una mesa minimalista mientras suena un ritmo seco y enigmático… Progresivamente, a esta base se suma la línea de un bajo y cinco misteriosos comensales se sientan alrededor del mantel; se sirve el vino por arte de magia y… zas! con la irrupción de la batería los ojos del flamenco lanzan rayos sobre los platos y se desencadena el torbellino audiovisual…
No se trata de una película de ciencia ficción de serie b, ni de un capítulo de la Familia Monster, ni del último spot “arty” de Porcelanosa…
Se trata de un videoclip preñado de surrealismo y “locura psicodélica”, dirigido por Marta Abella para la canción “Hot Stuff”, integrada en el último disco de Lüger “Concrete Light” (Marxophone/Giradiscos, 2011).
Marta es una joven apasionada de la música, inquieta “por naturaleza”… de las emprendedoras que prefiere intentar poner en marcha un proyecto, antes de que se olvide en un cajón.
Este videoclip es un caso paradigmático. “Hot Stuff” (por cierto, así se titulaba también un hit de los setenta de Donna Summer) fue una de las canciones más aclamadas de la escena “indie” nacional en 2011 y llevaba resonando meses como un "loop"en la cabeza de la realizadora, que no paró hasta materializar sus pulsiones creativas:
“El proyecto nació de mí. De hecho, el grupo al principio no estaba muy interesado en lo de hacer un vídeo para un tema que tenía un año... pero al final les gustó el resultado. Supongo que fue más un proyecto mío que un vídeo de Lüger…”
Lo que iban a ser unas proyecciones para sus actuaciones en directo finalmente se transformó en esta pieza audiovisual de espíritu libérrimo y orgiástico.
Y efectivamente, se puede decir que esta obra está más cerca del videoarte conceptual que de un video musical al uso.
El clip tiene una estructura “in crescendo” apoyándose en el ritmo que se intensifica progresivamente y en la secuencia de instrumentos que se va incorporando a medida que la canción evoluciona.
Un “totum catártico” a la busca del éxtasis sensorial y la destrucción.
Abella construye su discurso apelando directamente al inconsciente con un montaje frenético y el uso de la cámara rápida, las sobreimpresiones, las proyecciones “estroboscópicas”, el zoom…
“La sensación que me daba la canción era la de irse ensuciando según avanza. Parte de un ritmo repetitivo y limpio y acaba en una locura psicodélica. Así que quería hacer el vídeo igual. Me pareció que, por presupuesto, la mejor manera de ir ensuciando y brutalizando era por medio de la comida”.
Salvando las distancias, esta asociación con la comida, con lo inconsciente, establece conexiones insospechadas con el universo inquietante y perturbador de Luis Buñuel ("El ángel exterminador", "Viridiana") o el hedonismo transgresor de Marco Ferreri ("La gran comilona").
Concomitancias no pretendidas pero latentes, que afloran y suturan algunos fotogramas del clip.
En el apartado puramente de producción, Marta Abella ha cuidado al detalle aspectos como el vestuario o el atrezzo, a cargo de la diseñadora de arte Yelena Smith; además, ha contado con la colaboración inestimable de productoras como Mutador y FrameStorm (para la parte técnica), o del Red Bull Music Academy en Matadero para la cesión del espacio de la localización minimalista.
En definitiva, un exquisito trabajo aprovechando al máximo los recursos y espaciado a lo largo de seis meses.
Para la parte interpretativa “ha tirado” de sus amistades, por supuesto no profesionales pero que cumplen su rol a la perfección: Davinia A. Esmerode, Ulía Moreno, Almu Romay, Phil Kidd, Jimmy de Madre completan el “quinteto inquietante” (se barajó la opción de que fueran los miembros de Lüger pero era imposible por agenda).
La parte técnica la completan el director de fotografía Aram Bakker y el operador de cámara Manuel Otero y la inestimable aportación de Rubén Herránz.
Para la postproducción, una faceta de vital importancia en este proyecto, Marta ha contado con la participación de Nacho Montero y los visuales de Jonny Spencer, que suele hacer proyecciones para algunos clubes y conciertos en Madrid.
Todos estos ingredientes bien concentrados y agitados dan lugar a una potente onda expansiva que sacude nuestras mentes en espiral.
Así pues, un clip que consigue lo que pretende: el arrebato y la posesión del que se somete a sus radiaciones.
Marta Abella apunta como una joven promesa del panorama videoclipero nacional. Además de “Hot Stuff” ha dirigido el brillante ejercicio introspectivo “Me voy a París” de Salvador Tóxico y prepara sendas piezas audiovisuales para Algora y His Majesty the King.
Estaremos atentos, habrá que seguirle la pista…
Hasta la próxima entrega de ARSSS
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