Vértigo en La vie d'Adele
jueves 19.sep.2013 por Javier Tolentino 0 Comentarios
Es La vie d'Adele, capítulos 1 y 2 de Abdellatif Kechiche la película más esperada por la cinefilia que acudirá a partir de mañana al Festival de Cine de San Sebastián. Sin embargo únicamente podrán disfrutarla un pequeño grupo de privilegiados. Ya no hay una sola entrada para ver esta historia de amor entre dos jovencitas libres, independientes y enamoradas. Para la crítica, la mejor palma de oro de los diez últimos años. E inexplicablemente, San Sebastián, organización, programación o distribuidoras colaboradoras han decidido una sóla proyección y en el más pequeño de los cubos del Kursal, en el K 2. No hay derecho ni es justo.
Léa Seydoux, Adèle Exarchopoulos y Abdellatif Kechiche han construido una de las más hermosas películas del año: por la historia, por la interpretación que logran construir las dos actrices y por la ubicación eminentemente amorosa del relato en una narrativa explícita. No hay una mirada morbosa y lasciva, el espectador se encontrará con la transparencia e independencia de dos seres completamene libres. La distribuidora Vértigo, propietario de los derechos para su exhibición en este país ha decidido que sólo ofrecerá un pase en Donosti y San Sebastián que siempre ha recelado de este tipo de maniobras ha tragado, inexplicablemente. La frustación entre la prensa acreditada se hará oir durante la semana pero la decepción es más para el público, que deberá esperar a ver cómo Madrid y Barcelona exhibirán esta película extraordinaria. Probablemente, ésta no es la manera de presentar una película en un festival que pasa por ser el número uno del país.
Abdellatif Kechiche nació en Tunez en 1960 y seis años después su familia emigró del país para asentarse en Francia. Kechiche es uno de los directores más especiales del cine europeo, para los buenos amantes del cine es La Escurridiza (2003) una de sus películas más especiales clavada en el fragor de las batallas campales de la periferia parisina. Cuscús (2007) que pudimos disfrutarla en la madrileña Casa Árabe de Madrid describe el mundo árabe del exilio en la Europa del bienestar. Con La vida de Adele dejó mudos a los críticos que llenaban La Croisette en este pasado mes de mayo, consiguiendo en pleno festival francés la palma de oro y el premio de la crítica, pero es que hace unos días la FIPRESCI (Federación internacional de prensa cinematográfica) concedía a La vie d'Adele el Premio Fipresci como mejor película del año para los críticos. Supongo que la distribuidora española sabrá lo que se hace, cómo no va a saber, pero que sepan que han creado en vez de expectación, impotencia y decepción.
Mañana se abre tempranito la jornada de proyecciónes, una carrera de más de 600 películas en salas y unas doscientas en el mercado, con tres mil periodistas acreditados y con siete millones de euros de presupuesto.
Una ciudad entregada al cine como ya saben todos los ciudadanos del país, un festival en la capital de la cultura europeo 2016, en una tierra que va asistiendo despacito al diván y en un país que ve que su prioridad y máxima preocupación ya no son los tiros por el Norte. No cabe duda que los desplazamientos en esta ciudad permiten un ahorro al cronista.
Probablemente, San Sebastián sea una de las ciudades, objetivamente, más bellas del mundo y la calma que transmite la convierte en uno de los lugares de privilegio para vivir. Futbolín, de Juan José Campanella, abrirá e inaugurará este festival de cine, es de animación y en 3 D y mañana le dedicaremos todo este espacio porque el espectáculo de este autor argentino promete en la gran pantalla del Kursal.