« No, no me pareció que I, Daniel Blake, mereciera la Palma de Oro, pero Ken Loach, sí. | Portada del Blog

El caso Fischer o El sacrificio de la clase trabajadora

    jueves 11.ago.2016    por Javier Tolentino    5 Comentarios

Fischer FischerRecuerdo aquellos enfrentamientos entre Boris Spassky y Bobby Fischer, mi padre siempre fue un extraordinario aficionado a todos los deportes no físicos y el ajedrez era el rey de los juegos, en aquella España que va desde la llegada a la luna en el verano de 1969, las partidas de ajedrez y la muerte de Franco. La prensa ofrecía toda clase de detalles y en casa se reproducían las jugadas, la apertura siciliana o la definición del propio Fischer:  "El ajedrez es la búsqueda de la verdad". Estábamos en plena guerra fría, mi padre había conversado muchas tardes con Dolores Ibárruri y compartía con ella el test de esa España de izquierdas que jamás podrá ponerse de acuerdo, ni siquiera para defenderse de los que no reparan medios ilícitos para ningunearla. Dolores se llevó varios secretos a la tumba, uno de ellos era que no había un mundo al otro lado del telón de acero, capaz de ofrecerse como alternativa a este del mercado y del consumo. Ha tenido que deshacerse en mil pedazos la URSS, para saberlo. Tibet, Ucrania, Georgia, las repúblicas bálticas y los bandidos que han ido comerciando con el viejo patrimonio, son ejemplos que la dama roja, conocía perfectamente. "En la batalla de Leningrado, no sólo se detuvo a los alemanes...", decía Pasionaria en voz baja, ya que le costaba hacer público la más pequeña crítica. 

Spasskyfischer1972colorDos mundo contrapuestos sobre el tablero del ajedrez. Edward Zwick (Leyendas de pasión, 1994 , El último samurái, 2003 y Diamantes de sangre, 2006) hace una buena película, consigue el aroma, la fotografía y hasta el latido de las noches de acero. Dirige, rozando la perfección, a estos dos grandes actores, Tobey Maguire y Lieb Schreiber que basan la creación de sus personajes desde la expresión corporal, los gestos y la investigación actoral. El plano largo de un Boris Spassky confundido, sorprendido y con capacidad para reconocer el talento de su rival es de los mejores planos del año. La locura, paranoia y el delirio maniaco persecutorio de Bobby Fischer está perfectamente estudiado por Tobey Maguire que podemos estar seguro que ha repasado concienzudamente el cine de David Cronenberg, especialmente Spider y el excelente trabajo de Ralp Fiennes. Perfectamente desvelada la enorme derrota de Fischer al ganar al ajedrecista ruso y a la propia Rusia (bueno, URSS). Fischer gana y pierde. Su vida, su único objetivo desde pequeño era derrotar a la campeona del mundo, en el juego más inteligente de la historia. Desde las derrotas va aprendiendo, repasando, memorizando desde el detalle obsesivo, desde la manía persecutoria, el delirio construido a partir de que rusos y judíos le persiguen. Para lo que Fischer no estaba preparado, realmente, era para la victoria. 

Fischer barbaSu vida se queda sin sentido, al derrotar a Boris Spassky.

Otro de los aciertos de Zwick es la hábil relación entre la narrativa de la ficción y el cine documental, vemos al verdadero Fischer siendo entrevistado o bajando de la escalinata del avión.

La derrota de la clase trabajadora

Dicen los grandes maestros de ajedrez que la sexta partida en Helsinki, entre Fischer y Spassky ha dejado muchos puntos de análisis: la primera vez que Fischer juega con blancas, la primera vez que Fischer no hace la apertura acostumbrada y la gran jugada, toda una metáfora de lo que se está jugando en el planeta: El sacrificio del peón. Un movimiento que ambos conocían, Spassky olvidó y Fischer la usó como jugada estratégica, la estocada que el ruso cuando la vio y la reconoció, sonrió y con la humildad que sólo poseen los grandes, aplaudió. 

Rusia perdía por primera vez, el campeonato del mundo. Salía derrotada desde un movimiento de un peón, la pieza menos "valiosa" del tablero, el último paria de la sociedad. Justo lo que Fischer había señalado, "los rusos, un imperio, contra mí, que estoy sólo. Ni siquiera, al parecer, no merecí nunca un hotel ni un gran automóvil". 

El espectador sale con saber más de ese Fischer que no volverá al escenario deportivo, que será perseguido por el propio gobierno norteamericano y que finalmente, encontrará refugio en Islandia. Quizás la gran victoria, a la postre, se convirtió en una gigantesca derrota. 

 

 

Javier Tolentino   11.ago.2016 13:28    

5 Comentarios

Hablando de la palma de oro de Cannes me gustaría que fuera para Laurent Cantet o Francois Ozon directores con excelentes películas ya consagrados y en su mejor etapa narrativa.Pero aún así el premio será bienvenido.Un saludo Javier.

domingo 28 may 2017, 20:09

Probablemente probablemente probablemente éste sendos programas de hoy...
Sobre sonido y naturaleza, es, seguramente para mi muy modesto punto de vista y escucha, el mejor programa de El Séptimo Vicio,por fin ;)... ojalá se creen más programas y registros sonoros y mapas sonoros de éste tipo. Muchísimas gracias
Felicidades.
Probablemente ;)

martes 18 jun 2019, 20:38

Bravissimes, felicidades.
Fischer, me enkanta Fischer éste Bob poST....presta pa la orquesta Javier, Gracias. Nuevamente felicidades. Escuchar este audio es lo máximo, como el Bufón del El JÜEVES y Rne.
😎

martes 18 jun 2019, 20:42

Totalmente! Fantástico Excelente. Sin duda el mejor programa que mmm...excelente programazo Gracias.

🐝🐝🐝🐦🐦🐦🐦🐦🐦🐦🐦🐦🐨🐢🐘🐄🐐🐼🐜🐜🐜🐜🐬🐬🐬🌸🌸🌸🌸🐜🐜🐜🐏🐔🐔🐈🐫🐀🐆🐪🐩🐮🐁🐓😄🙋🌍🌎🌏

martes 18 jun 2019, 20:59

Leejos...cerca.

www.uncoa.mx

Es) y lo será. Gracias.

martes 18 jun 2019, 22:23

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

Javier Tolentino

Bio El Séptimo Vicio

Javier Tolentino es el director de 'El Sétpimo Vicio', el programa de cine de Radio 3. Es uno de los críticos cinematográficos más reconocidos de España y destaca por su compromiso y su capacidad de análisis.
Ver perfil »

Síguenos en...