Alain.
viernes 19.feb.2016 por Javier Hernández 0 Comentarios
Hoy he conocido a alguien que un día tomó la decisión de abandonarlo todo. Sin más equipaje que él mismo. Le resultó fácil tomar ésta decisión: Tenía que elegir entre la nada, la miseria, la corrupción de su país El Congo y un camino que tenía grandes posibilidades de costarle la vida. Lo único que le quedaba.
El viaje fue largo, tanto que duró años, en los que perdió la cuenta del número de fronteras que atravesó. Lo que no ha olvidado Alain son los rostros de los compañeros con los que se cruzó en el camino más largo de su vida, ni las circunstancias ni tampoco el miedo que sintió cuando decidió nadar cuatro kilómetros en el estrecho Gibraltar para, por fin, cruzar la última frontera. Antes había estado a punto de conseguirlo en tres ocasiones, desde lo alto de aquella valla pudo contemplar la ciudad de Melilla, muy cerca y muy lejos.
Cada día nos llegan historias como ésta que nos cuentan en los telediarios, pero solo con nuestra mirada, nosotros ahora podemos verla con los ojos de Alain y también con sus razones, las mismas que las de miles de Alain que intentan dejar atrás lugares en los que la vida humana vale menos que la de una mascota a este lado.
Sin canto ni grillo. Javier Hernández.