Secuelas de Bowie.

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Todavía nos llegan secuelas del Bowie desaparecido, secuelas con los detalles del reparto de su fortuna. Secuelas que dejan al descubierto, datos, detalles, sensaciones y personas.

Pensamos que los Bowies del mundo, los vivos y los que ya se fueron, ni respiran ni comen ni viven como los demás y nada más alejado de la realidad. También acumulan complejos, manías, inseguridades y sueños sin cumplir.

Coco Schwab, ha vivido los últimos 43 años de su vida junto a Bowie, ha sido su sombra, anónima y discreta. El hombro en el que lloró el rey del Glam, la persona que le ayudó a tomar decisiones y una de las pocas a la que confió la noticia de su muerte.

Reparamos ahora en Coco, porque Bowie ha querido reconocer ésta entrega profesional y también personal con 2 millones de dólares en su testamento. Hay quien dice que fueron amantes y no creo que eso sea un dato relevante. Hay un amigo que afirma necesitar más confianza con alguien para tener una conversación profunda delante de una café, que para acostarse con él.

La ventaja de Coco, con respecto a Bowie, es que sabe que detrás de la divinidad del artista, solo había una persona con complejos, manías, inseguridades y sueños sin cumplir. Coco, asistente personal, habitante el espacio entre el artista y la persona.

Sin canto ni grillo. Javier Hernández.