Sexetarianos.

SC_1-02_SEXETARIANOS

Me pregunto por qué las todopoderosas redes sociales, inventadas o diseñadas para conseguir que nuestras relaciones personales se estimulen, acaben por ponernos casi siempre al lado de personas iguales que nosotros.

Parece que tienen miedo al contraste, a la diferencia. Hay redes sociales dispuestas a encontrar tu alma gemela para el amor perfectamente compatible y que resulta que es un espejo de ti mismo. Parecen empeñadas en crear guetos de vegetarianos, de comedores de carne, de heterosexuales o de homosexuales, de mujeres, de pijos, de hombres, o de pies negros.

Parecen modelos diseñados para atender a la necesidad de pertenencia a un grupo que todos tenemos. No sé si esa necesidad incluye la obligación de levantar fronteras invisibles, interferencias que acaban evitando el contacto entre gentes diversas.

Un amigo me hablaba de los sexetarianos, personas que solo mantienen relaciones sexuales con vegetarianos o veganos por miedo a que las sustancias de la carne le sean transmitidas o también como un acto reivindicativo para evitar la muerte de animales.

No tengo claro donde acaba la privacidad y donde empieza la vida pública, esa que enseñamos en la red social que alimenta nuestro ego cada día. De acuerdo que uno es, uno mismo y todas sus circunstancias dentro y fuera de casa, pero ¿Por qué hay que imponer una condición más al amigo o al amante?

Sin Canto ni grillo. Javier Hernández.