Zika.
lunes 8.feb.2016 por Javier Hernández 0 Comentarios
Gripe aviar, Gripe A, Ébola y ahora Zika. Amenazas con las que hemos aprendido a vivir. Virus, que nos cuentan, matan gente que vive lejos. Miedo que llega con la tirita puesta; con mensajes en los que la idea principal es que no hay por qué preocuparse.
No pongo en duda la existencia de estas enfermedades ni tampoco su peligrosidad ni por supuesto el número de víctimas que producen, al mismo tiempo tampoco me gustaría entrar en teorías conspiratorias.
Pero lo cierto es que cuando surge una amenaza como ésta, aquí en el Occidente rico nos ponemos tantas tiritas que no notamos ninguno de los efectos perniciosos, de los síntomas de las enfermedades que se ceban con los pobres.
Es todo como el cuento de Pedro y el lobo y no sé si cuando llegue el lobo de verdad, vamos a estar preparados. Es innegable que la oportunidad de negocio que se genera con éstas amenazas es difícil de calcular, pero es inmensa. Dinero que se mueve con los laboratorios farmacéuticos y los estados que en comunión, buscando ambos el remedio perfecto.
A todo ello hay que añadir la cantidad de decisiones que una alarma como ésta genera, decisiones que se convierten en flujos de dinero, viajes que se cambian por otros destinos, inversiones que huyen del miedo.
Al final son los virus los que acaban decidiendo dónde viaja el dinero.
Sin canto ni grillo. Javier Hernández.