George Martin.
jueves 10.mar.2016 por Javier Hernández 0 Comentarios
Estar detrás, oculto tras la fama y el éxito. El talento llega incorporado en los genes y muchas veces no sirve para nada porque funciona como una constante que sabemos que existe pero que no percibimos.
A George Martin le llamaron el quinto Beatle, se pasó incontables horas detrás de una mesa de mezclas o escribiendo partituras de arreglos para las increíbles canciones de unos genios, diseñando un sonido donde cupieran todos los egos.
George Martin no tuvo que dejarse el pelo largo ni ser inconformista, se mantuvo fiel a esa imagen de gentleman inglés, al que se le encargó el trabajo de lidiar con un grupo que empezaba pero que llegaba para cambiarlo todo, para ser el mejor grupo de la historia de la música popular, él cuya formación era de lo más clásico supo inventar el sonido del pop, que de una forma orgánica conectó con una juventud adormecida.
Todo ocurrió en Abbey Road, el espacio de la catarsis, de la creación de las horas interminables, de las tomas no válidas, de los recordings, del humo de la psicodelia.
George Martin se ha ido discretamente, por la puerta de atrás, por el backstage, donde siempre supo estar, en éstos casos es la flema británica la que impera.
Sin canto ni grillo. Javier Hernández.