Teatro.
jueves 3.mar.2016 por Javier Hernández 0 Comentarios
Dice la Lupe que la vida es puro teatro, en la vida representamos el papel que nos ha tocado, pocos eligen el que les gustaría interpretar.
En el teatro todo está previsto, diseñado y hay poco margen para la improvisación, para la morcilla del último momento. La morcilla te puede llevar al éxito o a tirar la función por el suelo. En el teatro, está escrito el final de la historia.
Hoy costaba hacer zapping, por la radio o por la televisión, se viven jornadas llamadas a ser históricas porque hay que formar un gobierno. Sin poder escapar a ésta realidad me he detenido a escuchar a los líderes políticos en la liturgia, en la escenificación del acto en busca de un presidente.
Sinceramente no creo que ninguno de los actores en la tribuna del Congreso mienta, como dice la Lupe despechada de su amante, pero lo cierto es que todo transcurre a través de un guión perfectamente escrito y diseñado, porque todo el mundo sabe antes de la función que las palabras del candidato no van a convencer a nadie, que el candidato se va a ir con los mismos apoyos que llegó y que el resto de los líderes también van a sacar su papel adelante. Curiosamente en ésta representación, el público sabe cómo va a acabar ésta historia, a diferencia del teatro que se entera del desenlace en la función.
Una función muy larga, que empieza a cansar a actores y a público. Las gentes del teatro saben que en un bolo, eso es algo que no se pueden permitir.
Sin Canto ni grillo. Javier Hernandez.