Cuestión de escalas.

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Resulta que al final el tamaño importa, que todo a una escala más pequeña es mucho más fácil. El científico Stephen Hawking, ha respaldado un proyecto científico que consiste en enviar naves al espacio del tamaño de un sello de correos, con el fin de recorrer distancias de cientos o miles de años luz.

Hawking ha dicho que la humanidad está en riesgo y que muchos de los peligros los hemos creado nosotros mismos y que si queremos sobrevivir como especie debemos intentar alcanzar las estrellas.

Éste proyecto parte de una iniciativa privada, que intenta llegar a al sistema Alfa Centauri, porque se cree que puede existir un planeta muy parecido a la tierra.

Los millonarios que están poniendo el dinero son Yuri Milner un empresario con un olfato especial para los buenos negocios y Mark Zuckerber el dueño de Facebook, ambos se han metido en el proyecto espacial más ambicioso jamás conocido.

Ésta parece una historia de ciencia ficción, pero yo la veo como una especie de rendición, de tirar la toalla, de asumir que éste planeta ya no tiene solución y que hay que buscar otros mundos para seguir desarrollando esto a lo que llamamos civilización. Yo prefiero cuidar éste y seguir teniendo los pies en la tierra.

La cosa va en serio Milner ha puesto 100 millones de dólares y Stephen Hawking es el científico más prestigioso que puede avalar una iniciativa como ésta. Lo importante no es el desafío, atrayente siempre, sino más bien las razones distintas a las científicas o las que impone la curiosidad.

Sin canto ni grillo. Javier Hernández.