Museos.
viernes 20.may.2016 por Javier Hernández 0 Comentarios
Una de las cosas que más me relaja es pasar una mañana o una tarde en un museo. La curiosidad se despierta, solo tienes que observar o escuchar alguna explicación. Se aprenden cosas sin apenas esfuerzo. Los buenos museos te trasladan a tiempos y lugares ajenos y extraños, son como deberían de ser los libros de texto.
Nadie nos ha enseñado a ir a un museo. No tiene ningún sentido ver en un solo día el Louvre o el Prado es una de las torturas más crueles, si se hace así, lo aconsejable es ver como mucho cuatro o cinco salas y si se dispone de tiempo una sola obra. Contemplar un cuadro sin límite de tiempo acompañado de la música que uno elija es un placer que no tiene precio.
Si ver un museo en un día se puede convertir en un trauma que te ayude a odiar cualquier representación artística de por vida, hacerlo en un día que es gratis, está lleno y hay que pugnar por conseguir ver entero el Guernica detrás de cientos de personas, acaba con cualquier sensibilidad artística.
Es una pena que para entrar a un museo, haya que pagar, deberían ser gratis siempre, no solo el día que se celebra el día Internacional de los museos. Aprender a mirar un cuadro, una escultura o una instalación debería ser una asignatura en el colegio, porque en los museos se guarda lo que somos.
Sin canto ni grillo. Javier Hernández.