El pasado 5 de diciembre se cumplieron 35 años del nacimiento de El Víbora y 10 de su desaparición. Sin duda la revista más icónica y popular de lo que se llamó el "Boom" del cómic adulto español. Una publicación comprometida, contracultural, urbana e independiente, que se convirtió en un referente para más de una generación de lectores y de autores. Y que se publicó durante 25 años (1979-2004).
Su famoso lema, Comix para supervivientes, también es el título elegido para un documental, Sólo para supervivientes, que repasa la historia de la revista a través de los testimonios de su fundador, José María Berenguer (1944-2012) y muchos de los dibujantes que contribuyeron a convertirla en un mito. Un documental que, tras su exitoso paso por festivales, sus autores, los directores Guillermo A. Chaia y Javier R. Cortés y el productor Aritz Cirbián, quieren editar en DVD.
“Sólo para supervivientes –asegura Javier R. Cortés- narra la historia de la revista El Víbora. Para mi, y con la perspectiva del tiempo (teniendo en cuenta que es un formato casi inexistente hoy en día), la más icónica publicación de cómics que ha habido en España hasta la fecha”.
Una revista mítica
Muchos de los mejores dibujantes de la historia del cómic español pasaron por la revista, como nos recuerda Javier: “El Víbora, como básicamente dicen sus protagonistas en el documental, es la publicación que consigue canalizar a toda una generación de dibujantes que hasta el momento habían estado dispersos, cada uno con su propia publicación auto editada o lo que fuese”.
“Una generación –continúa el director- que simboliza los últimos coletazos del franquismo y la llegada de la democracia y desarrollo de ésta. Y todo ello queda plasmado en las páginas de una manera desagradable y divertida. Creo que leyendo los primeros números de la revista, por ejemplo, uno se puede hacer una idea de cómo era la vida en las calles de una ciudad como Barcelona a finales de la década de los 70s o durante los 80s”.
“Además, muchos de esos dibujantes de los años emblemáticos de la revista son hoy en día artistas de renombre, como Nazario, Max o Mariscal. Se puede decir que El Víbora ha sido también plataforma de salida para muchos de nuestros artistas más importantes” –concluye Javier-.
El Víbora también fue la principal plataforma del cómic e incluso del arte underground español. “Lo que yo creo que hace especial al underground español de aquella época –comenta Javier- es que reflejaba lo que ocurría en la calle, lo más cotidiano (en la tradición de la editorial Bruguera) sumado a que lo cotidiano de entonces podía llegar a ser bastante brutal y sumando también el sexo, drogas y rock’n’roll de la tradición del underground americano. No sé qué tiene de especial el underground español en relación al de otros países, sólo puedo decir que es el nuestro y con eso ya me vale. El Víbora refleja una época muy concreta de la historia de este país y lo hace con sus pocas luces y sus bastantes sombras, pero prácticamente siempre desde la perspectiva del humor”.
El nacimiento de ‘El Víbora’
Pero… ¿Cómo nació El Víbora? “El Víbora nace al recibir Josep María Berenguer una gran suma de dinero (de parte del editor Josep Toutain) que capitaliza para lanzar la revista. Al principio Berenguer quería hacer una publicación más genérica sobre arte, incluyendo también fotografía, cine, etc. convirtiéndose finalmente en una revista de cómics por consejo del propio Toutain. Así que creo que los antecedentes son, por accidente, aquellas publicaciones, legales o no, en las que habían participado los propios dibujantes que formarían la plantilla y que le darían a la revista la personalidad que todos conocemos. Publicaciones como el Rrollo Enmascarado, La piraña Divina, Starr, etc…”.
¿Cuáles eran las intenciones del editor y de los autores? “Pues imagino –nos contesta Javier- que en un principio el poder dibujar lo que veían y vivían en las calles y contarlo través de las viñetas esperando que sus historias llegasen al mayor número de lectores posibles. Tras unos pocos años imagino que la intención seguía siendo dibujar pero también poder vivir dignamente de ello. No es una respuesta muy romántica pero es que estando en 2015 aun hay mucha gente en este país que no entiende que dibujar es un trabajo”.
El 23-F les catapultó
Los inicios de El víbora no fueron fáciles, pero todo cambió a partir del 23 de febrero de 1981. “Todo el mundo empezó a tomarse El Víbora en serio tras el golpe de Tejero –nos comenta Javier-. Fue la única publicación española que reaccionó sin miedo, lanzando un número especial bastante descerebrado centrado únicamente en los hechos de aquel no tan lejano 23 de febrero de 1981. Me cuesta imaginar el shock que supondría encontrar esa portada entre las demás publicaciones en los quioscos en un contexto como el de aquellos días. Supongo que a partir de aquel momento mucha gente dejó de ver la revista como un compendio de freaks obsesionados con el sexo sucio y las drogas”.
Un público que fue creciendo hasta los 80.000 ejemplares vendidos en su época de mayor éxito, una cifra impensable hoy en día. “Yo creo que el éxito de público de El Víbora –afirma el director- se debe a que nació y se desarrolló durante unos años muy concretos donde el cómic como lenguaje ganaba nuevos adeptos y que además, en sus viñetas, se contaban cosas que la gente vivía a diario. Son los años de la llegada de la democracia y el desencanto de algunos con ésta, de la aparición de las tribus urbanas, de las drogas y los yonkis, etc. Todo ello está en las páginas de la revista plasmado con sarcasmo, astucia y mala leche. Creo que el éxito y reputación de la revista viene de ahí”.
También hay que otorgarle el mérito –continúa Javier-, no siempre suficientemente reconocido, de haber importado a nuestro país a muchos de los artistas de cómic más importantes del mundo. Muchos de los dibujantes más famosos como Charles Burns, Daniel Clowes o Taniguchi, llegaron al lector español gracias a El Víbora”.
Una revista de supervivientes
Además de la más popular, El Víbora también fue la revista más longeva (con permiso de El Jueves), ya que resistió durante 25 años (300 números más especiales) en los kioskos. “No tengo una explicación muy científica para ello –nos comenta Javier-. Está claro, como dice su propio redactor jefe de la última época, Hernán Migoya, que el hecho de poner tetas en portada ayudaba mucho a aguantar las ventas”.
“De todas formas –continúa el director- el cómic, como formato, perdía lectores casi diariamente y el interés por la revista ya no era masivo. Supongo que el seguir apostando por nuevos talentos nacionales e importar a los mejores dibujantes extranjeros hizo que la revista mantuviese un público fiel aguantándola hasta sus últimos días en 2005, aunque estaba claro que aquello se iba a acabar pronto”.
“Se dice que es la revista de cómic que aguantó más aunque El Jueves sigue hoy en día en el quiosco, así que no es uno de los méritos que yo le atribuiría a El Víbora. De todas formas para mi sigue siendo la publicación más importante de su género” –comenta Javier-.
El documental
En Sólo para supervivientes nos encontramos a muchos nombres míticos de la revista. “Hemos tenido la suerte –asegura Javier- de poder hablar con algunos de sus dibujantes más icónicos de la primera época, como Max, Nazario o Mariscal y a otros de la última etapa como Mauro Entrialgo o Miguel Ángel Martín, que nos ofrecen la visión de la revista desde la óptica de dos generaciones diferentes de dibujantes surgidos en nuestro país”.
“En el mismo sentido –continúa- también hemos tenido la suerte de contar con Onliyú, redactor jefe en la primera época de la revista y Hernán Migoya que estuvo al cargo en la última. El documental también cuenta con la presencia del fallecido Josep Maria Berenguer, director de la revista y de la editorial La Cúpula, y muchos otros dibujantes, colaboradores o periodistas. Entre todos ellos creo que realmente el documental transmite cual fue el verdadero espíritu de la revista, contando lo bueno y aquello que quizá no es tan bueno”.
En cuanto a los autores y series míticos de la revista, Javier asegura: “Lo primero que me viene al pensar en El Víbora de la primera época es, seguramente, a Max y Peter Pank, Gallardo y Mediavilla y personajes como Makoki, Nazario y Anarcoma, y otros dibujantes como Pons o Pamies. De la última etapa seguramente lo más inmediato que viene en mente, sobretodo por las portadas, serían las Pequeñas Viciosas de Mónica y Beatriz, CyberFreak de Miguel Ángel Martín, El demonio rojo de Mautro Entrialgo o Angel de Iron”.
Como comentábamos, tras su exitoso paso por festivales, los directores de Sólo para supervivientes quieren que el documental esté disponible en dvd. “Como aún creemos en los formatos físicos –asegura Javier-, y teniendo en cuenta cierta demanda popular, hemos decidido lanzar una campaña de crowdfunding (que casi podríamos definir como las nuevas preventas) para poder editar “Sólo para supervivientes” en DVD con algunos materiales extra (teniendo en cuenta que la pieza central es el corto documental de 29 minutos de duración)”.
“Así que básicamente animamos a todo entusiasta del cómic a hacer justicia con una de las revistas más emblemáticas de la historia de la viñeta en nuestro país comprando el documental que narra su historia. Además, dentro de las opciones de pago del Verkami, hay paquetes que incluyen cómics editados por La Cúpula (que no han dejado de ayudarnos en todo momento). Para participar simplemente entrar en la web y seguir las instrucciones: www.vkm.is/sps”.
Un documental imprescindible que rinde homenaje a la revista para adultos más popular de la historia del cómic español.