"Estoy más dispuesto a correr el riesgo de que me encarcelen, a permitir que reduzcan mi libertad intelectual y la de mis seres queridos". Toda una declaración de intenciones que le está saliendo cara a Edward Snowden. El ex empleado de la CIA que en 2013 sacó a la luz documentos clasificados como alto secreto, es el protagonista de "Citizenfour", el documental que lo ha ganado todo, Oscar incluído, y que se estrena hoy en los cines.
Aquí tenéis el reportaje y el texto de Alberto Bermejo, de 'Días de Cine', sobre esta gran película.
Asomarse a la intimidad de los demás, intentar ver o escuchar lo que ocurre en la habitación contigua o al otro lado de la puerta o de la pared, es un impulso común a casi todos los humanos, que establece una relación de desigualdad entre el poder del que mira sin ser visto y la incomodidad o la desventaja del que es observado sin saberlo.
No es casualidad que dos de los más grandes cineastas de todos los tiempos, Buñuel y Hitchcock, cada uno en su terreno, hayan prestado una considerable atención a esta humana debilidad.
Mal está que los individuos cotilleen en la intimidad de familiares y vecinos, pero más preocupante resulta cuando el voyeurismo, la tentación de inmiscuirse en la vida de los otros se institucionaliza hasta más allá de lo que entendemos como espionaje convencional, cuando cualquier institución, la empresa, el ayuntamiento, el estado hace uso de sus sofisticados recursos e invade sistemáticamente la intimidad de los individuos, para ejercer el control, el poder, la represión, la censura o cualquier tipo de violación de derechos considerados irrenunciables.
La idea de estar permanentemente vigilados ha alimentado la imaginación de muchos escritores y cineastas, que han hecho de la sociedad estrechamente controlada el escenario de sus distópicas pesadillas y de relatos futuristas que en la mayoría de los casos se han visto sobradamente superados por la realidad. La tentación de saltarse los límites de la privacidad parece ser un mecanismo recurrente entre los políticos en general y de los más poderosos en particular.
Hasta hace poco estos usos invasivos parecían patrimonio casi exclusivo de los regímenes totalitarios pero de un tiempo a esta parte, para no desentonar en el flujo irreversible de la globalización, buena parte de estas prácticas han pasado a ser moneda corriente también entre los abanderados de la democracia, anteponiendo la obsesión por la seguridad a las libertades individuales.
Así lo muestra la elocuente e intranquilizadora "Citizenfour", ganadora del Oscar a mejor documental de este año, dirigido por Laura Poitras, en torno a la figura del exfuncionario de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, Edward Snowden, que hizo públicos un buen puñado de documentos secretos sobre las violaciones sistemáticas y masivas de la intimidad de los ciudadanos estadounidense en primer término y de cualquiera de nosotros en general.
Con "Citizenfour" y las denuncias orquestadas por Snowden, pasamos de las sospechas paranoicas al terreno de las certezas.
Sometida la misma cineasta investigación por las autoridades de su país, fue elegida por el propio Snowden para dejar testimonio de su orquestada denuncia, articulada sobre un primer encuentro de ocho días en un hotel de Hong-Kong, con una serie de entrevistas y conversaciones con él y con unos cuantos periodistas que serán los encargados de divulgar la información a través de los respectivos medios para los que trabajan.
La directora construye un relato, despojado de ingredientes superficiales pero rebosante de contenido, una historia verdaderamente inquietante en la que la inseguridad del protagonista aumenta en proporción directa al volumen de información que va dejando al descubierto sobre esas actividades secretas de su gobierno respecto a cómo las llamadas telefónicas, los correos electrónicos, las consultas en google y otros servidores o la participación en las redes sociales de cada uno de nosotros son almacenadas y pueden ser vertiginosamente procesadas en cualquier momento
Alberto Bermejo (Días de Cine)
Por cierto que, en su sección de DVD, el programa recomienda otros dos intersantes documentales: 'La sal de la tierra' y '20 mil días en la tierra'
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