‘Chicas nuevas 24 horas’ es el título de un revolucionario documental que nos acerca de forma directa a un negocio que genera más de 32.000 millones de dólares al año en todo el mundo. Una gigantesca industria donde la materia prima es el ser humano.
Cinco países, cuatro historias reales, diez años de investigación, varios testimonios de autoridades expertas, una peculiar línea argumental y el trabajo de Mabel Lozano, su implicadísima directora, hacen del mismo una producción sin precedentes.
Coproducido por RTVE, llega los días 4, 5 y 6 de septiembre a Cineteca Matadero, en Madrid. Y del 17 al 24 al Zoco de Majadahonda. (Los beneficios obtenidos de la venta de entradas se donarán a la asociación APRAMP que trabaja con víctimas de trata.)
Una idea de Mabel Lozano
“Todo empezó hace más de una década, cuando estaba rodando ‘Voces contra la trata de mujeres’, un documental pionero sobre la compra y venta de seres humanos”. Pero hace cuatro años, se encontró con un anuncio que prometía chicas nuevas todos los días, de diferentes nacionalidades y disponibles las 24 horas. Fue a partir de ese momento cuando decidió meterse de lleno en el proyecto.
“Quería saber quién estaba detrás de ese anuncio, quién se lucraba de la venta de estas chicas, y sobre todo, saber si eran ellas mismas las que tenían que pagar por el anuncio. Así comenzó mi viaje a través de 5 países: Perú, Colombia, Paraguay, Argentina y España, que ha durado cuatro años”.
Quizás lo más destacable del documental no son los testimonios de las víctimas o de las autoridades, sino su original e inesperada forma de contarlo. A través de una master class de marketing, una perseverante profesora incita a sus alumnos a meterse en un negocio dónde todo son ganancias, sin riesgos ni pérdidas. Habla sin tapujos de la venta de mujeres.
“Se nos ocurrió hacer un paralelismo entre la venta de cualquier producto y la venta de un ser humano”, explica la directora.
Declaraciones como las de la ministra peruana que afirma que, cuando estas niñas enferman o simplemente les dejan de servir, se las tira al río, retratan la cruda realidad de las consideradas por muchos las esclavas del siglo XXI. “Y es que nunca un esclavo había sido tan barato como ahora”, subraya la cineasta.
El film muestra también el modus operandi utilizado en la captación de estas mujeres. “Normalmente es su entorno más cercano quien las capta. Su familia, sus amigos… Así son más fáciles de engañar, más vulnerables. Chicas nuevas cuenta lo que la gente no ve, que la demanda de este tipo de servicios en España genera la captación en Colombia o Paraguay”.
La gran promesa
“Se les engaña con el sueño de tener una vida mejor”, explica Mabel. Obtenida la materia prima, los siguientes pasos: son su traslado, promoción y venta. Y si sale defectuosa, se tira y se cambia por otra como cualquier otro bien de consumo.
Una vez desechadas, todavía les queda lo peor: el rechazo social y el estigma de por vida. “Luego tienen muy poca cabida en sus pueblos, en sus familias… Porque hay muy pocas personas que vean detrás de la explotación sexual lo que es: una violación de los derechos humanos."
La solución
En todo momento, el documental persigue un claro objetivo. Dejar de lado el morbo, o como lo define Mabel: “la pornografía del sufrimiento”, para transmitir que “la trata de mujeres constituye una violación de los derechos humanos y que hay que dar soluciones a estas mujeres, tanto en sus países de origen como en los de destino.”
“La solución pasa por la implicación de todos: gobiernos, cuerpos del estado, medios, ciudadanía…Porque si no... es imposible”, concluye Mabel.
En este largo camino por la sensibilización, el documental hará varias paradas tras su próximo estreno en Madrid. Primera parada: Festival de Rio, en Brasil. Después vendrán Bolivia, Paraguay (dónde la Cámara de Diputados acaba de declarar el documental de interés nacional, social y cultural. Además de impulsar una ley contra la trata de personas) y Perú.
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