Hace poco el Ayuntamiento de Madrid resolvió dedicar una calle al sevillano Melchor Rodríguez, un personaje poco conocido por el gran público pero que jugó un papel fundamental durante la Guerra Civil, salvando a miles de personas de derechas a pesar de ser anarquista de la CNT-FAI. También fue el último alcalde republicano de Madrid, que se quedó para rendir la ciudad a los Nacionales, cuando podía haber huído. Su apasionante historia la cuenta Alfonso Domingo en el documental Melchor Rodríguez, el ángel rojo, que se proyectan en Cineteca el viernes 6 (19:30, sala Plató) y el sábado 7 (19:00, Sala Borau)
Melchor Rodríguez, que conoció la cárcel en más de treinta ocasiones a lo largo de su vida, fue nombrado Delegado especial de prisiones durante el mandato del anarquista García Oliver en el Ministerio de Justicia. Desde su puesto, a finales de 1936, detuvo las sacas de las cárceles madrileñas y los “paseos”, jugándose en numerosas ocasiones la vida, como cuando se enfrentó a una turba frente a la prisión de Alcalá de Henares.
Rubén Buren, bisnieto de Melchor, ha colaborado en el reportaje componiendo la música y facilitando material al director. Además Rubén escribió una obra de teatro sobre Melchor que se estrenó en Madrid: La entrega de Madrid.
Rubén nos ha contestado unas preguntas sobre el documental y sobre su abuelo:
1) ¿Quién era Melchor Rodríguez? ¿Por qué se le llama el ángel rojo?
Ante todo Melchor fue un anarquista humanista, por llevar a la práctica sus ideas, y por su bonhomía, se convirtió en un héroe olvidado. En cualquier otro país Melchor sería un referente, los colegios tendrían su nombre, pero aquí... las dos Españas todavía no se han reconciliado. Una figura comprometida que salvó a sus enemigos, los presos fascistas que aguardaban el "paseo" en las cárceles republicanas. Los mismos que le pusieron el sobrenombre de "El Ángel rojo" cuando salvó sus vidas poniendo la suya en juego. Luego fue el último alcalde Madrid, cuando se fueron todos él se quedó para entregar lo que quedaba de República (la misma que había matado a tantos obreros y que le había metido tantas veces en la cárcel). Ya había conseguido detener los bombardeos durante la guerra y ahora consiguió que no entraran los fascistas pegando tiros. Luego la cárcel y la pena de muerte, la manera sumarísima con que pagaba Franco a todo el que no fuera tan atrasado como él.
2) ¿Cuál es la frase por la que ha pasado a la historia?
Hay muchas, pero las más importante es "se puede morir por las ideas, pero nunca matar por ellas". La mantuvo en los tiempos difíciles. Esas frases suenan bien, pero dentro de una guerra es complicado mantener la sangre fría y no matar a nadie. Pensar que el hombre está por encima de sus ideas, como enseña el anarquismo que aprendió de Vallina. Además, Melchor nunca tuvo miedo, por algo había sido torero.
3) ¿Por qué le han dado la calle en Madrid?
Ha sido gracioso, me llamó Miguel Ángel Redondo, concejal del Ayuntamiento de Madrid por Ciudadanos. Me comentó que tenía esa idea desde hace años. Alfonso Domingo y yo, y toda la CGT, lo habíamos intentado con Gallardón y Botella, pero fue imposible. Cenamos un día, me encantó el enfoque que tenía y le dimos todo nuestro apoyo, porque no proponía una revancha política de la derecha sino un homenaje al anarquista y a sus acciones. Resultó que Miguel Ángel tuvo que explicar a muchos concejales de "izquierdas" quién era Melchor. No sé qué calle le darán, pero espero que no sea como la burla que nos hicieron en Sevilla.
4) ¿Cuántas veces pasó por la cárcel y por qué?
Más de 30 veces, con monarquía, Primo de Rivera, República y Franco... Le llamaban "el Decano". Mi abuela me contaba que su madre tenía siempre preparado el hatillo de la cárcel. Salía y entraba como si fuera su casa. ¿Por qué?, por defender los derechos de los obreros, por cualquier huelga, por decir verdades en la prensa, por ser anarquista (los metían en la cárcel cuando había alguna visita importante a Madrid), por delitos de imprenta... nunca por nada violento. Jamás se manchó las manos de sangre.
5) ¿Cómo era Melchor?
Melchor era ese héroe silencioso del que se hablaba en la familia pero que debíamos mantener dentro de casa. Un anarquista bueno, en los tiempos en los que decir eso era ir a la cárcel. Mi abuela Amapola, la hija de Melchor, no entendía por qué en la calle, en la transición, el pensamiento libertario no parecía el mismo. Según muchos de la izquierda mi familia vivía de los millones que se había quedado Melchor, entre lo robado y lo pagado por Franco. Claro, mi bisabuela vendiendo tabaco y caramelos en una carretilla ambulante a la puerta del Metro de Tirso de Molina y mi abuela Amapola con tres hijos, su marido, su madre, en un piso de 30 metros en la calle del Amparo, mientras Melchor cumplía pena de muerte en el penal de Santa María. Millonarios. Luego la derecha llamaba a mi abuela para utilizar la figura del abuelo, para demostrar que la represión republicana había sido igual que en el otro lado. Las cifras hablan por sí solas. Mi abuela se negó a contar nada hasta que la convencí de que se abriera a Alfonso Domingo, para el libro que estaba preparando y que publicó en 2010. En 2013, muerta Amapola, estrené en teatro La Entrega de Madrid, la historia de los últimos días de la república, de cómo entregó Madrid mi bisabuelo. Pero la protagonista fue mi abuela, se lo debía.
6) ¿Qué relación tienes con Alfonso? ¿Cómo se le ocurrió hacer el documental y cómo contactó contigo?
La gente de la FAL, amigos míos, le dieron mi contacto a Alfonso cuando comenzó a investigar la figura de Melchor y comenzamos a trabajar, a golpe de ramo de rosas, la resistencia de Amapola a contar nada. Le costó muchas visitas y mucha paciencia, pero mi abuela empezó a contar la historia que no sabía nadie, la verdadera entrega del Madrid republicano que ella vivió en primera persona. Alfonso es uno de los más grandes investigadores que tenemos en España, un periodista que ha sido corresponsal de guerra y un escritor con varios premios importantes. Siempre se dedica a recuperar la memoria de personajes ejemplares y olvidados, gente que dio su vida por ideales como Melchor o James Yates, de la Brigada Lincoln.
7) ¿Qué declaraciones y materiales habéis reunido para el documental?
Alfonso ha hecho un trabajo minucioso, investigando papeles por toda Europa. Ha recopilado durante diez años entrevistas que ha ido haciendo. Porque el documental se ha hecho a golpe de corazón, sin un duro. La familia le hemos dado todo lo que teníamos y las "teatralizaciones" del documental las hemos realizado con los actores de mi grupo de investigación teatral universitaria de El Noema, el grupo que dirijo desde hace quince años.
8) ¿Qué queda del anarquismo de Melchor?
La idea, como decían ellos, siempre parece estar muriendo pero siempre sobrevive. El anarquismo de Melchor, Celedonio Pérez, Ferrer i Guardia o Federica Montseny, cada uno con sus matices, está más actual que nunca. Los trabajadores siguen teniendo contratos, sueldos y horarios cercanos a la esclavitud, el capitalismo sigue sin tener contención y los movimientos sociales cada vez intentan ser más horizontales, aunque algunos partidos se quieran adueñar del movimiento ciudadano. El anarquismo propuso hace cien años que hubiera colegios mixtos, una educación librepensadora, la conciencia del maltrato animal, la emancipación de la mujer (no solo para ser una obrera más, sino sus derechos y obligaciones), el amor libre, la maternidad y la paternidad responsable, los horarios de trabajo de cuatro o cinco horas para favorecer la cultura y acabar con el paro, el consumo responsable, acabar con el adoctrinamiento religioso, responsabilidad en el uso del gobierno, etc... Por supuesto que es utópico, pero el anarquismo no es algo a realizar, sino un norte a seguir, una dirección. La derecha y Carrillo hicieron una buena labor, que la gente confundiera política y partidos políticos. Una de las frases anarquistas que a mí me parece más significativa es "mi libertad empieza donde empieza la tuya", como ves, es algo más colaborativa y menos liberal que el concepto de competitividad que estamos enseñando a nuestros chavales ahora
9) Los proyectos de Alfonso y Rubén
Ahora estoy comenzando la aventura de realizar una película como guionista y director: Maquis, una película sobre los represión guerrillera de los años 40 en España donde solo van a aparecer mujeres (ni un solo hombre, ni caminando). Después de pasear el guion y pedir subvención sin éxito, nos hemos decidido a hacerla sin un duro, pedir crowdfounding y ver si acerca alguna productora o viene cualquiera que nos eche un cable. Ya hemos hecho el teaser, trabajando todos gratis y a ver si hay suerte. Cuento con unas actrices maravillosas: Paloma Suárez Olivera, Zaida Alonso y Fátima Plazas, que están haciendo un trabajo sobresaliente, y luego todo el equipo técnico (Roberto de Rojas a la fotografía o Alberto Ramos al vestuario)que están poniendo tiempo, esfuerzo y pasión. Alfonso ahora mismo está en EEUU presentando el documental de James Yates, que le han invitado para presentarlo en varias ciudades. Una historia, la de Yates, realmente increíble, los chavales negros que sintieron por primera vez la libertad luchando por la república Española.
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