Sin palabras
A veces las palabras se secan en los inexplicables otoños del alma. Caen pesadas, incapaces de volar, de convertirse en la esencia de las hojas, en el rasgo de las páginas, y son incapaces de nombrar los sentimientos o las cosas. Queda esperar que sople una vez más esa brisa que, cuando llega, las lleva y las hace reverdecer, tener de nuevo sentido. Qué extrañas son las palabras, qué difusas, que misterios alados cuando levantan el vuelo. A veces los humanos necesitamos mucho más que palabras para expresar lo que sentimos...
Del mar... (variaciones)
"El mar embravecía por momentos. La luz del amanecer y la costa ya estarían cerca pero la tempestad se anunciaba implacable. Con suerte, en un par de horas arribarían a puerto y podrían escapar a sus feroces envites. Despertó acurrucado en el camastro de su camarote después de un mala noche, de haber soñado con ella una vez más.
Era lo último que deseaba, evocarla, siquiera en las ficciones del ensueño. Se alzó descompuesto, mareado, tiritando, susurrando palabras incomprensibles, febriles y amargas. Miró alrededor, intentando reconocer en la penumbra el lugar en el que estaba. Era el acogedor aposento de su barco, su hogar desde hacía ya muchos meses. No había vuelto a desembarcar desde aquel día, desde que la perdiera…
Se frotó los ojos e intentó despabilar y serenarse. En la pesadilla ella caminaba sobre las aguas mientras él, intentando alcanzarla, daba pesadas y angustiosas brazadas. De tanto en tanto la etérea joven se giraba, miraba sus ojos y le sonreía. Su cabello dorado flotaba ingrávido en el vendaval, los pies acariciaban las crestas blancas de las olas. Su cuerpo pálido y desnudo desaparecía tras las murallas de la marea. Ya apenas podía verla. Un vendaval salado y enloquecedor lo emborronaba todo tras un millón de gotas de espuma de mar inmaculadas.
Volvió a sentir un frío insoportable. Tenía fiebre, seguro, como la primera vez que pensó en ella deseándola. Bajó de la litera con torpeza y desgana. Miró por el ojo de buey, solo niebla y oscuridad. Por un instante creyó distinguir las luces de la costa cercana.
Pensó en los azares que le habían conducido a encontrarla, que rara fortuna o desgracia se la había otorgado para luego arrebatársela. Apuró una taza de café intentando una vez más extinguir ese abrasador desconsuelo, acallar esa maldita ausencia, olvidar el dolor de saber que hubo instantes y lugares en los que se amaron.
Subió al puente sintiéndose incapaz de aceptar una vida sin ella. Saludó con desgana a sus subordinados y tomó de la percha un impermeable amarillo. Se lo enfundó y salió a cubierta. Un escalofrío insoportable estremeció su piel de estambre. Dando unos pasos indecisos se acercó al abismo oscuro y luego, sin un atisbo de duda, se dejo caer por la borda.
El agua no tardó en inundar sus pulmones. Todo acababa ahí. Perdió el sentido lentamente. Dejó de sentir frío, de respirar, y volvió a soñar con ella. La chica tiraba de él con fuerza sin dejar de mirarle a los ojos, sin dejar de susurrarle palabras de aliento, impotente y exhausta. No puedo más, le dijo él rindiéndose a la muerte. Emitiendo un raro gemido la mujer tiró aun con más fuerza del pesado cuerpo. No muy lejos, se distinguía ya el fulgor de un puerto iluminado...
El marino despertó muy aturdido, con el corazón latiendo acelerado. Esa misma mañana embarcaría desde Barcelona rumbo a Cabo Verde, una larga travesía. Se abrazó a ella con urgencia, como un niño temeroso de partir. Pronto se reconfortó en su terso y cálido cuerpo desnudo, en el fragante calor de sus pechos, en su vientre y sus muslos. Ella entreabrió los ojos y una maravillosa sonrisa iluminó su rostro. Se besaron. ¿Qué sucede?, le pregunto en un susurro, ¿no has dormido bien? No es nada, respondió él, solo un mal sueño...".
Bego dijo
Simplemente, precioso.
19 ene 2010
EMEM dijo
Gracias, David!!Sin palabras me quedo siempre que te leo!! Eres una bendición para el alma
19 ene 2010
Inés dijo
Hola David: Que sorpresa ver que habías actualizado el post. Y te voy a decir que me has dejado sin palabras cuando lo he leído; con que sentimiento describes lo que cuentas en él que no sabes si ocurre de verdad o es un sueño como parece que es al final. Cuando lo describes me recuerda a un viaje que hice por mar, aunque no era propiamente un crucero, pero me gustó mucho y disfruté en él mucho con mis amigas. Y que decir de la música, italiana que es tan romántica. Muchas gracias por demostrarnos tus sentimientos en tus historias o cuentos o relatos a todos nosotros. Muchos besos para todos y feliz semana
19 ene 2010
Jenny dijo
Hola David. Otro relato precioso nos has regalado. Lo volveré a leer mas tarde. ;)
19 ene 2010
BÁRBARA dijo
¡Hola David! muy bonitos tus relatos, y la música también. El sábado me gusto mucho el programa que hicisteís de informe semanal sobre el terremoto de Haití, a ver, si todo ese caos se organiza y puede aliviarse toda esa pobre gente.
Bueno, un abrazo y hasta pronto.
19 ene 2010
Ana dijo
Una vez más solo puedo decir: precioso.
Tienes toda la razón al decir que, a veces, los humanos necesitamos más que palabras...pero también es cierto que, en muchas ocasiones, son las palabras las que te rescatan. En mi caso, escribir me ayuda a escapar aunque, últimamente, mi vía de escape parece haberse extinguido.
Gracias por tus palabras.
Un beso.
19 ene 2010
C.J dijo
Cantero tu y yo, parece que tenemos un gusto musical parecido
No es la primera vez que me sorprendo con temas que eliges
No lloraba yo poco de cria con el gorrioncito que melancolía......
Eres Tauro por casualidad? jeje
19 ene 2010
gatito dijo
El viento es un caballo:
óyelo cómo corre
por el mar, por el cielo.
Quiere llevarme: escucha
cómo recorre el mundo
para llevarme lejos.
Escóndeme en tus brazos
por esta noche sola,
mientras la lluvia rompe
contra el mar y la tierra
su boca innumerable.
Escucha como el viento
me llama galopando
para llevarme lejos.
Con tu frente en mi frente,
con tu boca en mi boca,
atados nuestros cuerpos
al amor que nos quema,
deja que el viento pase
sin que pueda llevarme.
Deja que el viento corra
coronado de espuma,
que me llame y me busque
galopando en la sombra,
mientras yo, sumergido
bajo tus grandes ojos,
por esta noche sola
descansaré, amor mío
19 ene 2010
gatito dijo
Para quién más lo necesite...
19 ene 2010
Marga. dijo
Mi alma esta triste David...
19 ene 2010
JESS dijo
ke bonito relato David!!
Un abrazo
19 ene 2010
la primera fuente dijo
No me ha gustado la canción. Y el texto no lo he comprendido. Disculpen mi mal humor.
19 ene 2010
Maga dijo
Un texto precioso, David.
"Necesitamos mucho más que palabras para expresar lo que sentimos"...pero a veces, las palabras, son más que suficientes.
19 ene 2010
Manuel dijo
Enhorabuena por el especial sobre Haiti. Aparecen valoraciones de fondo e informacions que van más allá de fotografiar la evidente tragedia.
Por favor, no olvideis Haití ni otros conflictos ¿¿¿Gaza??? cuando pasen dos semanas
19 ene 2010
ciudadanoNick dijo
Excelente texto, David, muy bueno. A veces creo que los sentimientos no necesitan las palabras, sólo fluir por todo el cuerpo y el alma. Otras veces, en cambio, los sentimientos quedan enganchados a las palabras, necesitan de ellas y sufren el síndrome de abstinencia de esta dulce droga. Cuando las miradas, el tacto, el aliento, el olor, el sabor y otros faltan sólo queda el pensamiento buscando palabras para que fluya el sentimiento, para que el corazón quede contento o simplemente descanse. De eso creo que sabes bien, amigo poeta, aunque a veces cuando logramos descansar en realidad estamos creando nuevos sentimientos.
;-)
19 ene 2010
Inés dijo
Hola a todos: Cuanta razón teneis cuando dices que no siempre hace falta las palabras para demostrar que se quiere a alguien, que con las miradas, gestos u otras cosas se pueden decir tantas cosas y expresar los sentimientos que tenemos miedo a decirlos por medio de las palabras. Muy bonita la poesia gatito y por supuesto la explicación del ciudadanoNick.
19 ene 2010
Maribel dijo
NO decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante
porque ignoraba que el deseo es una pregunta,
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.
La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.
Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo
Aunque sólo sea una esperanza
porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.
- Luis Cernuda -
19 ene 2010
gatito dijo
Ah no sabes David por mi callen tambíen cotillean que tengo dos cámaras...XD O;)
19 ene 2010
Nube dijo
Gracias David, Precioso!! Mi alma Canta cuando te lee.
Un beso.
19 ene 2010
gatito dijo
Hola Nube cariño.Os dedico unas palabras a María &María &David &Sergio.
Antonio Machado Creo en tí amigo.
Creo en tí amigo:
Si tu sonrisa es como un rayo de luz
que alegra mi existencia.
Creo en ti amigo:
Si tus ojos brillan de alegría al encontrarnos.
Creo en ti amigo:
Si compartes mis lágrimas y
sabes llorar con los que lloran.
Creo en ti amigo:
Si tu mano está abierta para dar y
tu voluntad es generosa para ayudar.
Creo en ti amigo:
Si tus palabras son sinceras y
expresan lo que siente tu corazón.
Creo en ti amigo:
Si sabes comprender bondadosamente mis debilidades y
me defiendes cuando me calumnian.
Creo en ti amigo:
Si tienes valor para corregirme amablemente.
Creo en ti amigo:
Si sabes orar por mí,
y brindarme buen ejemplo.
Creo en ti amigo:
Si tu amistad me lleva a amar más a Dios
y a tratar mejor a los demás.
Creo en tí amigo:
Si no te avergüenzas de ser mi amigo
en las horas tristes y amargargas.
Besos Y Abrazos.
19 ene 2010
Carlos C dijo
El intentaba mirar por encima del muro. Saltaba, más no podía ver lo que había detrás. Lo presentía y le causaba una sensación de angustia y bienestar al mismo tiempo al ver la meta próxima sin saber dónde, un destino sin fín o un vacío tranquilizador que le permitiese pensar que había sido un sueño más en su larga, sin sentido e inexplicable vida.
Se veía el fulgor, el brillo de la extraña e hipnotizante luz que orientaba no el suyo sino muchos otros barcos con mejores y peores marineros.
Pero su altura, su invisible altura, impedía acceder al secreto mejor guardado.
Seguía saltando dentro de un frío helador, de un agua grisácea, murmureante, rodeado de extraños seres unos vigilantes y otros vigilados.
Se dejó llevar por la corriente de ese aire informal. Dubitativo consiguió poco a poco entender su destino, no muy diferente de sus anteriores sueños.
Se dejó llevar con precaución, sin perder de vista la ribera más próxima en cada momento, asegurándose el sustento de una escalada indefinida para una vez en la cima , mirar a un cielo oscuro, sonoro, lleno de cantos de sirenas que no le desviaban del motivo de su viaje pero le indicaban muy débilmente la próximidad del misterio.
Una voz recorrió su cuerpo. No era la suya pero le animaba a vivir. Le llenaba de aire salado y le provocaba asombro cómo esa voz, podía hacer bello lo más insufrible, su soledad. Otra voz recorrió su cuerpo, la de la bondad e inocencia, la de la esperanza, Esa voz que impide ver el fondo oscuro dentro de una funda transparente de simetría perfecta y que deja ver el calor más íntimo por un ser deseado.
La tercera voz fue la de la fría sabiduría. La comprensión de la realidad, lo palpable, lo vivido en propias carnes, el empujón al pensamiento de lucha, de rebeldía a un final cualquiera, y a un pensamiento de supervivencia inteligente.
La corriente lo llevaba poco a poco hacia un lugar, un precioso lugar. La incognita se hacía cada vez más grande pero él seguía sin divisar su destino. Las estrellas brillaban cada vez más sin poder indentificar a que constelación pertenecían y finalmente lo vío. Vió su terrible destino, lo más inesperado cómo llamativo que pudiera encontrar. El muro tomo volúmen a ambos lados. Sólo un estrecho paso permitía el tránsito hacía el sueño de la felicidad imprensentada, el deseo de lo increíble, la sencillez del cariño tal vez, eso . Pero el muro invisible se transformó en lo más temido por los marineros: una muralle inquebrantable, imposible para un ser tan grande como él.
Una vez más. Una vez más lo más sencillo se convertía en lo imposible, lo más deseado en lo más esquivo, lo más vivificante en lo más desesperante, lo más simple y humilde en lo más extenuante. Se preguntó , ¿Porqué?
¿Porqué todo tan difícil? Sin llegar a entender una vez más.
Una enorme ola seguida de otras más pequeñas, le obligó a cambiar de rumbo a aguas más tranquilas, más frías, más tristes, sin poder olvidar ese muro infranqueable, ese sueño inacabable, ese luchar sin victoria ni derrota, esa luz que le llamaba sin llamar, sin trazar una linea dónde un rumbo correcto, magnético, le permitiese sacar su pesado cuerpo del agua del desamor.
Se alejaba sin saber a dónde, sabiendo que hacía lo que debía pues no podía hacer otra cosa.
Otras murallas se encontró anteriormente, totalmente inexpresivas, pero esa fué clara, contundente con sus principios, y consecuente con sus finales, al menos la bruma se lo hizo entender así.
Una vez más una muralla infranqueable, complicada. Absurdamente innecesaria. Incomprensiblemente agotadora. Eternamente etérea para volver con una fiel y respetuosa compañera, fría, rechazada y cada vez más abandonada, soledad.
Carlos a Adela
19 ene 2010
Eloísa dijo
Hola David.
Me gustaría encontrar la forma de agradecerte todas las bonitas sensaciones que nos transmites a través de tus relatos.
Hasta que que encuentre la manera solo puedo decirte GRACIAS.
Besos...
19 ene 2010
Carlos C dijo
El muro era una ola enorme verde con una cresta blanca en su cima. Inocente y ajena a su función natural.
¿Ha quedado claro?
Ciao
Carlos
20 ene 2010
Maga dijo
Mario Benedetti
Corazón coraza
-
" Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no. "
20 ene 2010
Carlos C dijo
Eloisa, si me permites un pequeño consejo, muy pequeño.
La mejor manera de darle las gracias a alguien es escribirle una nota, y expresarle sus buenas intenciones.
Recibir una pequeña nota como esa, escrita de puño y letra, es capaz de romper todas las barreras imaginables. Y abre las puertas de la amistad, el respeto y la dignidad, que las hace más grandes.
Carlos
20 ene 2010