El escaparate de Bangladés
Esta mañana hemos entrevistado a Eva Kreisler, coordinadora de la campaña "Ropa Limpia", que aglutina a más de 300 organizaciones sociales en el mundo, para hablar de la situación de los trabajadores del textil en Bangladesh, de las empresas europeas y estadounidenses que deslocalizan la producción y las responsabilidades. Hemos quedado junto a las tiendas de una de las zonas comerciales de Madrid. Y hemos mirado hacia los escaparates.
Estaban transparentes, luminosos, espléndidos, mostrando las últimas tendencias de la moda primavera-verano de este año. Mirábamos y solo veíamos colores, diseños, maniquíes que ensalzaban la belleza de las prendas. No veíamos nada que nos recordara a Bangladés y su última tragedia: casi cuatrocientas personas muertas, la mayoría mujeres, centenares de desaparecidos y 600 heridos. Pero ahí estaban las etiquetas que colgaban "Made in Bangladés" y bajo los maniquíes los precios de las prendas. Algunas costaban 35 euros, lo mismo que cobra mensualmente un trabajador en el país asiático.
Tras varios días de persecución, la policía ha detenido a Mohamed Sohel Rana, propietario del edificio y un conocido político local, también a varios empresarios de las factorías que en las que trabajaban más de 3.000 personas. La policía busca a David Mayor, director gereneral de Phantom-Tac, una de los talleres del edifico derrumbado. La empresa tiene su sede en Reus, Tarragona, aunque los vecinos no han detectado nunca actvidad comercial allí. La industria textil en Bangladés da trabajo a cuatro millones de personas y aporta a la economía del país más de 20.000 millones de dólares. Una rentabilidad económica con un alto coste social.
38" - Vídeo sobre la situación de las mujeres en Bangladés (Ropa Limpia)
0 Comentarios