Afganistán: la obligación de no olvidar
Ha sido un fin de semana duro para la Defensa de los Derechos Humanos. Y de manera especial en lo que se refiere a los derechos de las mujeres en Afganistán.
Hemos visto como la mayoría parlamentaria en Kabul controlada por líderes religiosos conservadores y señores de la guerra han considerado que evitar los matrimonios forzados, intentar que las niñas menores de 16 años no se vean obligadas a casarse o que cuando se ejerza violencia contra una mujer el responsable pueda ser encarcelado va en contra del Corán, y han logrado bloquear la aprobación de una Ley contra la violencia hacia las mujeres.
El debate se ha producido en el Parlamento de Afganistán que tenía el reto de aprobar una ley contra la violencia de género. Hasta ahora existía un decreto presidencial emitido por Hamid Karzai en el 2009, la única base legal para intentar frenar la violencia sistemática e impune contra las mujeres.
Tras dos horas de duros enfrentamientos el Presidente del Parlamento de Afganistán ha decidido aplazar “sine die” la revisión de la propuesta que debe retornar a una comisión para “limar asperezas” con la Sharia interpretada por los miembros del parlamento.
Imágenes difíciles de olvidar
El debate de este fin de semana nos ha devuelto a la memoria las imágenes espeluznantes pero reales de la ejecución pública jaleada en julio del 2012 de una mujer acusada de adulterio por los talibanes que diron la vuelta al mundo, que nos consternó y que tenemos la obligación de no olvidar.
Aquellas imágenes fueron un revulsivo de las noticias que recibimos habitualmente y que no tienen tanta relevancia porque no hay cámaras que sirvan de testimonio:
- En octubre de 2012 decapitan a una joven por negarse a prostituirse.
- El 10 de diciembre de 2012, Día Internacional de defensa de los Derechos Humanos Nadia Sidiqi, la directora en funciones del Instituto de la Mujer de la provincia de Laghman, es asesinada por dos hombres armados no identificados que le dispararon cuando se dirigía a su oficina.
- El Informe Anual de 2012 Amnistía Internaciona recoge datos con indicación de que en el 56% de las bodas en Afganistán, las novias son menores de 16 años
- En enero de 2013 Latifa es amenazada de muerte por participar en un concurso de cantantes
- Entre las última ejecuciones está la de Halima, documentada por Amnistía Internacional a finales de abril. Tenía entre 18 y 20 años. Vivían en la la aldea de Kookchaheel, en la provincia de Badghis (noroeste de Afganistán). Su padre le disparó frente a una turba de unas 300 personas tras ser acusada de adulterio.
Los datos son poco alentadores la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán asegura que entre marzo y octubre de 2012 se registraron en el país más de 4.000 casos de violencia contra las mujeres, un 28 % más que en el mismo período del año anterior.El parlamento afgano bloquea la ley contra la violencia de género
A pocos meses para que el actual Presidente de Afganistán Hamid Karzay, “sensible” a la presión internacional de mantener garantías al menos formales en relación a los derechos de las mujeres, deba abandonar su cargo para que se convoquen nuevas elecciones... ¿cual es la estrategia para no seguir perdiendo el poco terreno avanzado?
La diputada Fawzia Koofi Presidenta de la Comisión de la Mujer en el Parlamento, activista histórica en defensa de los derechos de la mujeres, ha decidido afrontar el reto e intentar lograr un acuerdo parlamentario que sirviera de base ante la incógnita de lo que pueda suceder con el sucesor de Karzai.
Pero las organizaciones de mujeres consideran que su actitud es suicida. Que es un error plantear el debate del decreto firmado por Karzai en el 2009 ante las posibilidades reales de que se retroceda todavía más dado el “talante” retrógrado de la mayoría parlamentaria afgana.
Muchos debates abiertos... el futuro legal de las mujeres afganas puede empeorar si cabe en función de las elecciones presidenciales del 2014. ¿Que pasaría si el nuevo presidente no apoya el decreto de Karzai firmado en 2009? ¿Es mejor la opción de “rebajar pretensiones” en la ley que intenta aprobarse en el Parlamento?
Elegir entre lo malo y lo peor
El debate de este fin de semana ha demostrado una vez más que hay difíciles escollos a superar y que las mujeres afganas se ven obligadas a elegir entre lo malo y lo peor.
Mientras tanto, desde el exterior, nos queda sobre todo la posibilidad y el reto de ayudar a que sus voces se escuchen... directamente desde sus intervenciones en espacios públicos como el parlamento, pero también haciendo visible sus historias desgarradoras. Incluso cuando, como en el caso de la ejecución de Najiba, de 22 años, asesinada en una aldea de la provincia de Parwan, cerca de Kabul tras ser acusada de adulerio, nos produzca el choque de una realidad desgarradora que si no podemos evitar, al menos tenemos la obligación de contar y hacer visible aunque algunas imágenes duelan profundamente.