Poema de las riberas
Hoy nuestra obra principal lleva la firma de un compositor nacido en Paris en 1851, considerado un maestro de la orquesta, muy interpretado en otra época en Europa y América, y hoy más citado que interpretado en relación a sus contemporáneos e importantes díscipulos. Un nombre que aparece repetidamente en muchas biogracias de músicos destadcados del siglo XX.
Vincent d’Indy, alumno de Cesar Franck en el Conservatorio de Paris, fundador de la Schola Cantorum en 1894 y maestro a su vez de muchos compositores; entre otros Leo Arnaud, Erik Satie, Albert Roussel, Albéric Magnard, Isaac Albéniz, Arthur Honegger, Otto Albert Tichý, Darius Milhaud , Xian Xinghai o Joseph Canteloube quien luego escribiría una biografía de su maestro.
D’Indy nació en una noble y antigua familia de provincias, sirvió a su país en la guerra franco prusiano, era católico ferviente, partidario de la monarquía, y en algunas ocasiones se le tachó de antisemita, aunque hay que decir que entre sus alumnos podemos encontrar a compositores de origen judió como Milhaud…
Su patriotismo no le impidió profesar una devoción por las formas del sinfonismo alemán y una visión historicista de la música. Propugnaba no rebajar en nada el nivel alcanzado por el lenguaje musical gracias a la fe gregoriana, al genio de Monteverdi, de Beethoven o de Wagner…lo cual puede chocar con el resultado de algunas de sus obras; por ejemplo con la frescura y pluma golosa de sonidos con la que pintó las riberas mediterráneas en la obra que hoy escuchamos.
Viudo desde hacía 13 años, en 1920 d’Indy se casó con una alumna del conservatorio de Versalles, treinta y seis años menor que él. Un en el que matrimonio que, como él diría, por fin pudo elegir y eligió a una mujer que quiso hasta el último de sus días y que cambió sin duda su vida…y su obra (el tono renovado de sus últimas obras)
Caroline d’Indy fue quien condujo al compositor hasta las orillas soleadas del Mediterráneo. Tras una luna de miel en Sicilia, la pareja alquiló una habitación de hotel en Agay; más tarde en la misma localidad construyeron una pequeña villa con vistas al macizo del Esterel y el mar. En ese mar, d’Indy con casi 70 años d’Indy aprendió a nadar. Se bañaba durante dos horas al día y comentó que ese sol del Midi “fecundó su imaginación”
Vincent d’Indy comenzó su Poema de las Riberas en 1919, lo orquestó en el veranó, 1921 en una terraza de Agay. Es el primer fruto de esta nueva vida artística de tintes panteístas
La partitura para gran orquesta está formada pro cuatro marinas de dibujo y proyecto precisos. Aunque los títulos sean vagos, las indicaciones proporcionadas a los amigos no lo son. Es una pintura que se esfuerza en combinar detalles escrupulosos y línea general haciendonos compartir un viaje con cuatro paradas: Agay, Mallorca, Falconara (Adriatico) y el Golfo de Gascuña.
Poeme des Rivages, opus 87 de Vincent d’Indy con la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo dirigida por Emannuel Krivine , OPL-Timpani Records, 2006
Euphemia dijo
Aunque ya casi se está terminando el mes de enero, quiero desearos a todos que el 2010 os sea propicio.
En cuanto a Eva Sandoval le deseo mucha suerte en su nueva andadura profesional en Radio Clásica. Por cierto el programa de Eva se repite a las tres de la madrugada, por si hay algún noctámbulo o insomne entre los presentes. Es curioso, pero el mismo contenido no suena igual a las dos de la tarde que por la noche... la voz de Eva suena más sugerente y miseriosa....
Me están gustando mucho estos programas tan poéticos de Jon, aunque me gustaría que se animara a traducirnos algunos versos más de esos poemas franceses. Claro, Jon, así nos aprovechamos más de sus conocimientos.
22 ene 2010
Rocío Sánchez dijo
Yo también deseo mucha suerte a Eva. He de decir que la echo de menos junto con Jon... Ahora el programa tendría que llamarse "té para dos", pero entonces sería como la canción... Por cierto, nunca habéis puesto la versión de los Comedian Harmonists.
Sobre el señor que dijo que Radio Clásica tendría que dedicarse a la música (perdón, no recuerdo el nombre, créanme que no es desinterés), que se pare a pensar en el privilegio que supone contar con una emisora que ofrece música clásica todo el día, transmisiones de conciertos de España y el mundo, crítica discográfica, actualidad musical, selecciones de los oyentes, tertulias, análisis de determinadas composiciones... Distinguido señor: si alude a la emisora italiana Rai 3, la he escuchado varias veces y ésa sí que se ocupa poco de la música, por desgracia. Lo remito, eso sí, a radios alemanas como Br-Klassik; y si vive en Cataluña tendrá la suerte de contar con otra estación radiofónica que da cabida a nuestros gustos. A Radio Clásica le doy las gracias por acompañarme desde que era niña y le deseo continuidad y éxito. Jon, no te dejes desanimar por las críticas. Desde aquí manifiesto mi más sincero apoyo a todo el equipo de la emisora.
24 ene 2010
Rocío Sánchez dijo
¡Hola de nuevo! Me llegó hace tiempo un mensaje gracioso en relación con el efecto Mozart. ¡Ay, ojalá todos mis alumnos se viesen dominados por el efecto Cage! No sé quién firma el mensajito... Confieso que me reí con el de Schönberg y el de Glass; con éste último porque un día estuve veinte minutos tratando de cogerle la onda a una obra suya que emitisteis en vuestro programa, pero aquello resultó imposible: eso de repetir una fórmula hasta la náusea y luego pasar a otra muy, muy similar de nuevo hasta el aburrimiento... No sé, no va conmigo, no le veo la gracia... Confieso que acabé histérica. ¡Y mirad que lo intenté a conciencia y sin prejuicios!
Saludos.
Efecto Mozart
Talvez Ud. ya haya oído hablar del Efecto Mozart, expresión que se refiere al poder transformador de la música de Mozart y sus efectos en la salud, educación
y bienestar, especialmente de los niños. Recientemente los especialistas hicieron nuevas investigaciones, he aquí los resultados:
EFECTO PAGANINI: El niño habla muy rápido y con palabras extravagantes pero nunca dice nada importante.
EFECTO BRUCKNER: El niño habla muy lento, se repite con frecuencia y adquiere reputación de profundidad.
EFECTO WAGNER: el niño se torna megalómano. Es posible que termine casándose con su hermana.
EFECTO MAHLER: el niño grita sin parar a todo pulmón durante varias horas diciendo que se va a morir.
EFECTO SCHOENBERG: el niño nunca repite una palabra antes de usar todas las otras de su vocabulario. A veces habla al revés y con el tiempo la gente le
deja de poner atención. El niño opina que esto se debe a la incapacidad de la gente de entenderlo.
EFECTO BOULEZ: el niño balbucea bobadas todo el rato. Después de un tiempo a la gente ya no le parece gracioso, sin embargo poco importa pues sus amiguitos
creen que es un genio.
EFECTO IVES: el niño desarrolla una habilidad fenomenal para mantener varias conversaciones al mismo tiempo.
EFECTO PHILLIP GLASS: el niño acostumbra decir lo mismo una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez.
EFECTO STRAVINSKY: el niño tiene una tendencia pronunciada a explosiones de temperamento salvaje, estridente y blasfemo que frecuentemente causan escándalos en el jardín infantil.
EFECTO BRAHMS: el niño habla con una gramática y un vocabulario maravillosos siempre que sus frases contengan múltiplos de 3 (3, 6, 9 palabras, etc.).
Sin embargo, sus frases de 4 u 8 palabras resultan bobas y poco inspiradas.
Y claro, el EFECTO JOHN CAGE: el niño no habla nada durante 4 minutos y 33 segundos. Es el niño preferido por 9 de cada 10 profesores.
28 ene 2010
jon dijo
Muchas gracias a Rocío por sus ánimos tras la polémica laista de Salinas y también a Euphemia por sus comentarios y sobre todo por su carta y la preciosa postal de flamenca. Ya le dí a Eva su parte de carta pero me quedé con mi gitana.
03 feb 2010
Anónimo dijo
http://mundoquenocesa.blogspot.com/2010/01/skyline.html
04 feb 2010
Euphemia dijo
Me alegra saber que la gitana ha llegado a su destino y no se ha perdido por esas calles madrileñas... es que se distrae enseguida, especialmente con los músicos callejeros.
Es un poco hechicera y con sólo chasquear los dedos puede hacer que nieve en San Sebastián, por ejemplo. Pero se le tiene que antojar.
20 feb 2010