Dicen algunos colegas periodistas que entrevistar a Claude Lanzmann ha sido sin duda la peor experiencia de sus vidas. Es antipático, puede contestar o no a tus preguntas, se enfada si no le gusta lo que dices y sobre todo juega a la provocación. Pero nosotros hoy hemos podido compartir la mañana con él y nos hemos dado cuenta de que si le das caña, te lo has ganado. ¿Que quién es este tipo?

Cineasta y escritor. Un parisino de familia de Europa del Este al que pilló de lleno la Segunda Guerra Mundial, así que formó parte de la Resistencia Francesa. Trabajó en la revista "Les Temps Modernes" fundada por Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir. Después fue su director. Por cierto, fue amante de Simone de Beauvoir durante ocho años.

A partir de 1970 se dedicó más al cine que a la literatura y diga lo que diga, y él lo sabe, siempre será recordado por SOAH, un documental de nueve horas sobre el Holocausto al que dedicó once años de su vida. Es un trabajo que se sustenta en las voces de los testigos de la tragedia: los supervivientes, los oficiales, los civiles ucranianos y polacos.

Lanzmann ha venido a España a presentar sus memorias "La liebre de la Patagonia" publicada por Seix Barral y su último trabajo cinematográfico: "Le rapport Karski", sobre un resistente polaco en la II Guerra Mundial. En él rememora la vida en el guetto de Varsovia, en el que entró clandestinamente con idea de contar lo que viese allí. Desde luego que Lanzmann no es la simpatía en persona, pero sí es un testimonio vivo de algunos de los capítulos más negros de la historia reciente de Europa. Y quizá porque los astros se alinearon a nuestro favor, nuestra pregunta le gustó y nos concedió un privilegio, media mañana de recuerdos compartidos.
