Mapa de las corrientes
domingo 17.feb.2019 por Lara López 2 Comentarios
Poemas y textos por Escritores y Poetas
Tres fragmentos de Julián Rodríguez ( Diarios de Zama, Inédito)
Dos poemas de Serafín Portillo ( Mapa de las corrientes, Renacimiento)
Un poema de Curro Romero, por Julio Hernández
Un poema de Julio Hernández por Julio Hernández
Un poema de Itziar Mínguez por Itziar Mínguez
Arquitecturas. Lorca y Almería. Por José Miguel Gómez Acosta, autor de la fotografía Casa de Lorca.
Liliputienses
Dos poemas de La risa loca de los ángeles (Primer Premio Centrifugados de Poesía Joven) de Paula Giglio, por Tere Vilas.
Cosas que me explica mi madre (12) de Berna Wang.
"(…) La poesía imitativa no invita a comportarse de un modo racional y moderado ante los infortunios, que es el modo correcto de comportarse, incluso en las situaciones más dolorosas, como puede ser el fallecimiento de un hijo, sino a dar rienda suelta a las quejas y lamentaciones, que pertenecen a la parte inferior del alma”. “La poesía imitativa no se dirige al hombre racional, sabio y moderado, de carácter simple y, por ello, difícil de imitar, sino a la multitud, de carácter colorido fácil de imitar y de agradar. Por ello, Sócrates concluye que “también es justo que no lo admitamos en un Estado que vaya a ser bien legislado, porque despierta a dicha parte del alma, la alimenta y fortalece, mientras echa a perder a la parte racional, tal como el que hace prevalecer políticamente a los malvados y les entrega el Estado, haciendo sucumbir a los más distinguidos” (República 605a).
“Es precisamente la parte inferior del alma, hambrienta de lágrimas y lamentos, la que los poetas satisfacen y deleitan, de modo que aquel que no ha sido suficientemente educado, afloja la vigilancia de la parte quejumbrosa del alma. Y lo mismo cabe afirmar respecto de lo ridículo, propio de la comedia, de las pasiones sexuales, de la cólera y de cuantos apetitos hay en el alma”.
Javier Aguirre Platón y la Poesía. Ion (Plaza y Valdés, Madrid 2013)
“Las primeras décadas del siglo XX están marcadas por el crepúsculo de la novela decimonónica, desplegada, preferentemente, por los cauces de la exaltación sentimental del Romanticismo y la prosaica limitación a los hechos de la literatura realista.
En 1925 José Ortega y Gasset publicó el ensayo Ideas sobre la novela. En él atisbaba y alentaba una mutación en este género artístico. El reto de esa generación se concentraba en buscar otras formas narrativas para, con ellas, dar expresión a contenidos inéditos y temáticas inauditas.
Cuando se orienta hacia el arte de la novela la filosofía no pretende fijar un canon literario. Su cometido es, a la vez, más modesto y más ambicioso: señalar vías fecundas y descartar rutas agotadas. Desde luego, cumplir este cometido es bien difícil, lo fácil es equivocarse.
Ortega, así, por ejemplo, solicita prescindir de recursos como la secuencia lineal y el narrador omnisciente. En cambio, apuesta por una literatura afincada en lo cotidiano, centrada en los detalles, poblada por tramas polifónicas y empeñada en el refinamiento lingüístico. Una novela a la altura de su tiempo asume, pues, la complejidad del mundo, y se sumerge en su carácter caleidoscópico y poliédrico.
Por la arriesgada senda de la novela experimental, en ese periodo vibrante del arte del siglo XX, transitaron, entre 1926 y 1944, Gabriel Miró con su El obispo leproso (1926); Puerto de sombra (1928) de Juan Chabás; Locura y muerte de Nadie (1929) de Benjamín Jarnés; Luna de copas (1929) de Antonio Espina; Rosa Chacel, con su Estación. Ida y vuelta (1930) o Carmen Conde con Vidas contra su espejo (1944).
Escribe Ortega en sus Ideas sobre la novela:
«Observémonos en el momento en que damos fin a la lectura de una gran novela. Nos parece que emergemos de otra existencia, que nos hemos evadido de un mundo incomunicante con el nuestro auténtico. Esta incomunicación es evidente, puesto que no podemos percibir el tránsito. […] Ahora, súbitamente, sin intermisión, nos hallamos en nuestro aposento, en nuestra ciudad y en nuestra fecha; ya comienzan a despertar en torno a nuestros nervios las preocupaciones que nos eran habituales. […] Yo llamo novela a la creación literaria que produce este efecto. Ese es el poder mágico, gigantesco, único, glorioso, de este soberano arte moderno. Y la novela que no sepa conseguirlo será una novela mala, cualesquiera sean sus restantes virtudes. ¡Sublime, benigno poder que multiplica nuestra existencia, que nos liberta y pluraliza, que nos enriquece con generosas transmigraciones!».
Hoy el arte de la novela está abrumadoramente adocenado por el canon comercial del best seller. Por eso volver a frecuentar estas novelas, notables frutos de un arte indagador e intrépido, es, tal vez, tan oportuno como estimulante”.
Ortega y las novelas posibles
Piezas de Filosofía, por Alejandro Escudero para Venga la Vida.
Músicas
Rain
Poppy Ackroyd
Escapement
Near Light
Ólafur Arnalds
Living Room Songs
The Quiet at Night
Mary Lattimore
At the Dam
Para la Guerra, Nada
Marta Gómez Coral Canta Bogotá
Canta Canciones de Sol
Ondiek
Ayub Ogada
En Mana Kuoyo (Real World Gold)
Farem un foc
Pascal Comelade e Ivette Nadal
Arquitectura Primera
Forever Changeless
Nils Frahm
All Melody
Day One One
F.S. Blumm y Nils Frahm
Tag Eins Tag Zwei
Exercising Levitation
F.S. Blumm y Nils Frahm
Music For Wobbling, Music Versus Gravity
Transhumance et transcendance (À Didier Galas)
Joël Grare
Des pas sous la neige
La Mariposa
Bruno Sanfilippo
Pianette
Constanza González Ferrer dijo
"Venga la vida" alimenta los Domingos. Sustituye su banal relleno de aire caliente por un bocado de tu plato favorito de la infancia,hecho por madres o abuelas sin perspectiva de género.
Tomad y comedor todos de él,porque este es mi cuerpo(...)sean para vosotros comida de salvación.
Infinitas gracias
Venga la vida dijo
Infinitas gracias ☺️❤️❤️❤️❤️🙌🙌🙌