Cita veraniega con las Perseidas
domingo 12.ago.2018 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
Las condiciones para ver las llamadas Lágrimas de San Lorenzo o Perseidas, este fin de semana son perfectas según los expertos... No habrá luna llena, ni nubes que dificulten la visibilidad de esta lluvia de estrellas fugaces, que alcanzará su máxima intensidad en la noche del domingo al lunes. Serán perceptibles hasta 200 meteoros por hora, aunque la verdad es que solo podemos ser capaces de ver unas 20 a la hora, que tampoco está mal.
Varios observatorios van a retransmitir en directo el espectáculo y organizan actividades para explicar a los neófitos los detalles de la esfera celeste. Un buen momento para comenzar, si sientes una atracción hacia ese inmenso mundo que es la vía láctea y el sistema solar. En España dedican una especial atención el Observatorio del Teide (Tenerife) y el Anillo (Centro Internacional de Innovación Deportiva en el Medio Natural de Cáceres).
La tierra vuelve estos días a atravesar la órbita de 109P/Swift-Tuttle, un cometa cargado de pequeñas partículas de polvo, que se desintegran al rozar la atmósfera terrestre, siempre entre el 25 de julio y el 18 de agosto.
El mejor ritual es asomarse al cielo de agosto, en las noches que rondan al día de San Lorenzo y buscar las lágrimas del Santo.... o las Perseidas, las más populares de las llamadas lluvias de estrellas; que no son en realidad estrellas, sino los fragmentos de un cometa a más de 50 kilómetros por segundo. La falta de contaminación lumínica natural permitirá ver incluso a las más débiles, aquellas que se mantienen ocultas con la luz de la luna.
Son como grandes bolas de nieve que cuando pasan cerca del sol van dejando pequeñas partículas y esas partículas al chocar contra la atmósfera de la tierra provocan destellos luminosos.
La ausencia de luz por la luna nueva y el tiempo nos permitirán apreciar también los meteoros menos brillantes. Entre las 2 y las 3 de la madrugada, en un lugar oscuro y tranquilo, alejado de la contaminación lumínica de las ciudades, podrán verse dos o tres por minuto, si tenemos los ojos bien abiertos. No es necesario nada más porque este fenómeno tiene lugar a cielo abierta, para ello lo mejor es dirigir la mirada a la parte más alta del cielo, hacia el norte, en el horizonte, sin obstáculos como edificios y árboles y sin instrumentos como prismáticos o filtros.
Lo único que se necesita en paciencia, hay que mirar a una zona concreta durante unos 15 minutos, mejor tumbados y disfrutar de esa gran oportunidad que nos ofrece el cielo. Una manera de aprovechar el tiempo es contar la frecuencia de las lágrimas desde una ubicación concreta colaborando con la ciencia y enviando esos datos al proyecto Contadores de Estrellas que colabora con la Organización Internacional de Meteoros. Y si además se quiere probar para pedir deseos, siempre es una buena excusa.