Isla Navarino, la aventura de un viaje
miércoles 12.jun.2019 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
Hasta ahora el fin de mundo estaba en la ciudad argentina de Ushuaia, aunque todos los viajeros sabían que había una población más al sur: Puerto Williams, en territorio chileno. Pero era un lugar que no entraba en las agendas turísticas, ni tampoco en las guías y agencias. Un lugar olvidado... hasta que ha decidido que también quería mostrar su naturaleza oculta.
Está a poco más de 7 kilométros, frente a la costa argentina. Ushuaia la miraba de reojo, sabía que si se explotaba turísticamente, dejaría de ser la última ciudad del mundo. Puerto Williams, la capital de la isla Navarino, también la mira, pero para evitar convertirse en un lugar masificado, que pierda su originalidad. A ver si lo consigue.
Entre ambas ciudades el canal de Beagle, que toma el nombre del barco en el que Charles Darwin y Fitz Roy, navegaron alrededor del mundo antes de que el primero empezará a desarrollar su teoría de la evolución. Entre las dos ciudades están los Andes, la cadena montañosa que separa los dos países latinoamericanos, y que en esas latitudes, se hunden en el océano, formando una línea imaginaria a la vista. En principio llegar hasta la ciudad chilena es bastante más complicado que pisar la Ushuaia argentina.
La aventura de llegar
Desde Madrid, hay que viajar hasta Santiago de Chile, de allí coger un avión a Punta Arenas, y desde la capital de las Torres del Paine, se puede viajar en una avioneta Twin Otter, de unas 20 plazas o cambiarla por un viaje de 30 horas en barco, que abastece de víveres a los navarinos y en verano se permite algún pequeño escarceo para que los turistas puedan disfrutar de la zona de glaciares chilenos. El ferry transporta mercancías, personas y vehículos.También se puede viajar en una lancha de unas 14 personas desde Ushuaia, ciudad con la que se disputa el honor de ser la última gran población habitada más cerca del Polo Sur. Esto demuestra que llegar allí ya es una aventura.
Las conexiones dentro de la isla Navarino no son fáciles, ya que la única carretera que existe es de ripio (de piedras y tierra). De sus 3.000 habitantes, la mitad son militares (por las disputas territoriales con Argentina y por ser un puesto de guardia). La otra mitad es población civil, un grupo de ellos de la etnia yagán. Unos auténticos héroes, -aunque Darwin los consideraba salvajes sin facultades mentales- que han sabido adaptarse a unas condiciones climáticas muy complicadas, especialmente por los fuertes vientos patagónicos. Casi todos viven en Villa Ukika, a las afueras de Puerto Willimans. Históricamente ha sido un pueblo canoero, que se dedican a la pesca de la centolla y a la caza de animales.
¿Qué ver en Isla Navarino?
Todo eso ha hecho que la isla Navarino sea un lugar virgen, que se abre al turismo, con cierta prudencia. No quiere perder su ideosincrasia y el tesoro natural que han mantenido intacto durante toda la historia de la humanidad, aunque la llegada de los colonos blancos a finales del XIX, cambio su modus vivendi.
La mejor época (por la climatología) para visitar la isla es entre noviembre y marzo. Y entre las actividades que se están desarrollando desde un punto turístico es las rutas de trekking, como la denominada de los Dientes de Navarino, que dura unas 5 jornadas y permite recorrer las cumbres más elevadas de la zona. No son muy altas, pero sí complicadas para los inexpertos. Otro atractivo son las rutas más cercanas a Puerto Williams, -la mayoría poco señaladas-, recorrer las turberas, el avistamiento de animales, principalmente los castores, que son una auténtica plaga en la isla.
Foto: Facebook @ExploraNavarino
Jorge Barbero lleva 6 años viviendo en Puerto Williams, dice que "la vida allí no es fácil, pero es un lugar con magnetismo, es como si te retuviera", aun así cree en el futuro de la zona y ha montado la agencia de viajes Explora Isla Navarino, que la presentará en la sede de Pangea en Madrid este jueves. Para ir "abriendo el apetito" o conocer el lugar, se ha organizado una exposición fotográfica, en el mismo lugar.
Aunque no es imposible, nada lo es para un viajero, es relativamente complicado moverse por la isla a tu aire, porque no tiene buenas comunicaciones y los senderos carecen de una señalización homologada, por lo que es necesario tener conocimientos de orientación. Antes de iniciar cuaqluier excursión hay que tener en cuenta el clima cambiante de la Patagonia y sus fuertes vientos.
La otra posibilidad es hacer tours guiados, como los que propone la empresa "Explora Isla Navarino". Barbero, respetuoso con la naturaleza propone diferentes actividades como jornadas de navegación en kayak entre comoranes, lobos de mar y focas -siempre que se dejen ver-, o un paseo por Península Zañartu, que adentra al visitante en zona de trincheras, cuando el ejército chileno y el argentino estuvieron a punto de iniciar una guerra para controlar tres islas que permiten controlar la entrada al estratégico canal de Beagle, donde se unen el Pacífico y el Atlántico.
También se pueden realizar recorridos culturales para conocer la tradición y los restos de la cultura yagán. Entre las excursiones interesantes están las ascensiones a algunos de los picos del archipiélago de Tierra del Fuego, como el pico Banderas, desde donde se puede ver el mítico cabo de Hornos o el canal que separa esta ínsula de la isla Grande Tierra de Fuego, en territorio argentino. Los más expertos pueden atreverse con la ruta patrimonial de Dientes de Navarino , publicada por la Oficina de Información Turística de Cabo de Hornos.
Los paisajes de abruptas montañas y bosques nativos de la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos, lo convierten en una verdadera joya que, además, está considerada como una de las 24 ecorregiones más prístinas del mundo. Jorge Barbero, explica que viajar hasta allí es tener "la oportunidad de sentir que eres el primero que camina por estos lugares, descubrir senderos escondidos y rincones que no han sido apenas tocados por el hombre es una de las grandes oportunidades que ofrece Isla Navarino. Una zona de interés turístico que junto con SERNATUR y a través de Chile Travel se pretende dar a conocer, siempre conservando su carácter y esencia intactos.