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Cuaderno de bitácora de un viaje espacial: viaje a la Luna en 1969

    martes 16.jul.2019    por Ángela Gonzalo del Moral    0 Comentarios

Apollo_11_crew_node_full_image_2Foto: Nasa

En Cabo Kennedy, el comandante Neil Armstrong y los pilotos del módulo Michael Collins y Edwin Aldrin se levantan sobre las 4 de la madrugada. Ese el día D, y en unas horas harán historia. Todo el mundo está pendientes de su viaje. Hasta ahora el ser humano solo había llegado a la Luna en películas, en libros o en pinturas. Ellos la iban a pisar. 

Desayunan lo más relajado que pueden, solo zumo de naranja, café, bistec, tostadas y huevos revueltos. Cuando terminan se ponen los trajes especiales para la ocasión y suben a una furgoneta a 12 kilómetos de distancia de la base (10.35 horas de la mañana). 

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Casi una hora después el comandante Neil Armstrong (39 años), piloto de pruebas, Michael Collins (38), piloto del módulo de mando y Edwin (Buzz) Aldrin (39), piloto del módulo lunar, ambos de la Fuerza Aérea estadounidense, toman el ascensor que los lleva a la sala de mando del Apolo, situado en lo alto del cohete Saturno V, a 110 metros de altura del suelo. Es la última vez que tocan la superficie terrestre. Armstrong se coloca en el asiento izquierdo, Collins y Aldrin, que entran más tarde en el receptáculo, se sitúan a la derecha y en el centro respectivamente.

Revisan la situación meteorológica, básica para que la primera parte del viaje, el lanzamiento, sea un éxito. Parece que así es. El parte del tiempo señala que hay vientos del sureste con una fuerza de  10 nudos, la temperatura es de unos 28º y hay nubes a 5.000 metros de altura. Aparecen unos problemas en el equipo, una fuga en una válvula y el fallo de una luz, que los técnicos corrigen inmediatamente. 

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Los tres astronautas suben al Apolo 11. Foto: Nasa

Más de 500 millones de personas están pendientes del movimiento de la nave. La misión Apolo 11 está preparada para enviar a la luna a seres humanos y regresarlos de vuelta a la Tierra. Sobre las dos y media de la tarde, el brazo de acceso al Apolo se separa y 5 minutos más tarde se encienden los motores de la primera etapa el Saturno V. El motor acumula fuerza propulsora mientras los brazos se separa lentamente de la plataforma. Son las 9.32 de la mañana en Florida.

Todo el mundo lo sigue expectante. Unos doce minutos después el Apolo 11 llega a 150 kilómetros de la órbita de la Tierra. Los astronautas en la nave y el control de Houston, en Texas, comprueban exhaustivamente el estado del vehículo. A las 17.22, se pone en marcha la tercera etapa del cohete Saturno y el motor saca al Apolo 11 de la órbita terrestre, a una velocidad inicial de 38.000 km/h. y en trayectoria lunar. Antes de las 6 de la tarde, mientras la nave se aleja de la Tierra, el módulo de mando/servicio Columbia se separa de su adaptador de lanzamiento y se recupera el módulo lunar Eagle de su compartimento, encima de la tercera etapa.

Apollo-anniversary-nationalgeographic_617861.adapt.945.1Foto: Nasa

A lo largo de día, los miembros de la tripulación reportan información del vuelo a la Tierra y se ocupan de las tareas de limpieza. Casi a las dos de la madrugada reciben un "buenas noches" desde Houston. Se encuentran a casi 117.000 kilómetros de casa y la nave ha reducido su fuerza debido a la gravedad de la Tierra. 

Unas diez horas más tarde reciben información desde Houston, les dan los buenos días y les informan de que el vicepresidente Spiro Agnew ya se plantea poner a un hombre en Marte en el año 2000. Seguro que hubo alguna sonrisa de incredulidad, pero los tres astronautas siguieron con sus tareas, una de ellas corregir el curso de la nave y probar el motor que debía ingresar y salir de la  órbita lunar. 

El 18 de julio, se preparan para otro hito, realizar la primera transmisión programada de televisión en color desde una nave espacial, mostrando vistas de la tierra desde 237.000 kilómetros de distancia. La transmisión dura poco más de media hora (36 minutos) y los espectadores pueden ver el interior del módulo de comando. 

Armstrong_checks_out_Lunar_Module_node_full_image_2Armstrong comprobando aparatos. Foto: Nasa

Al día siguiente los tres hombres siguen con las tareas rutinarias: cargar las baterías, controlar las reservas de combustible y oxígeno, descargar el agua residual... Armstrong revisa el módulo lunar mientras se envían nuevas imágenes a la base, a unos 324.000 kilómetros de la Tierra. Ya están a 89.000 kilómetros de su objetivo: la Luna.

Durante la noche la nave va entrando en la esfera de influencia gravitatoria de la Luna, falta un día para llegar al satélite terrestre, con muchos interrogantes, sobre lo que encontrarán allí. Habrá vida, cómo reaccionaran ante la nueva atmósfera, cómo será la superficie lunar. Más tarde, Armstrong informa de lo que ve desde su posición. Confirma a la base de Texas que “la vista de la luna que hemos tenido recientemente es realmente espectacular. Aproximadamente tres cuartas partes de la ventana de la escotilla y, por supuesto, podemos ver toda la circunferencia, aunque parte de ella está en completa en sombra y la otra parte está en brillo de la tierra. Es una vista que vale la pena el precio del viaje".

Sobre las 6 de la tarde del 19 de julio, el control de misión les informa que hay que ralentizar el vehículo para que pueda ser capturado por la gravedad lunar. Poco después, la nave pasa por detrás de la Luna y pierde el primer contacto por radio con la Tierra. Al día siguiente revisan durante una hora los sistemas y el desplegado de las patas de aterrizaje. A las 6:46, el módulo lunar LM Eagle se separa del módulo de comando, llevando a Armstrong y Aldrin en su interior, mientras Collins continúa orbitando la luna. Este informa a tierra, que el aparato ya está en su camino hacia la superficie lunar. "Todo va muy bien. Hermoso!".

Apollo-anniversary-nationalgeographic_617842.adapt.945.1Foto: Nasa

El 20 de julio a las 3:56 de la madrugada, hora de Houston, Neil Armstrong desciende por la escalerilla y pone su pie izquierdo en la superficie de la Luna. Es la primera vez en la historia que un humano pisa algo fuera de la Tierra. Como diría Armstrong en su famosa frase: "Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad". A las 4:24 enfoca con su cámara una de las patas del módulo donde se puede leer: "Aquí hombres del planeta Tierra poniendo el primer pie en la luna. Julio 1969 A.D. Deseamos la paz a toda la humanidad"

En todo el mundo, millones de personas se reunían ante los televisores de sus casas o delante de los escaparates de las tiendas de electrodomésticos para ver la hazaña. 

Hoy hace 50 años, el ser humano iniciaba una aventura que ha continuado durante cinco décadas. 

@angelaGonzaloM
@Viaje_Itaca_
Instagram: @Audioguíasturísticas

*información recopilada de la Nasa

Ángela Gonzalo del Moral   16.jul.2019 19:07    

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Viaje a Ítaca

Bio Viaje a Ítaca

Un viaje nunca se acaba. Queda grabado en el recuerdo, se vuelve a él al ver una película, al leer un libro, al escuchar unas notas musicales, al mirar una fotografía, al saborear una bebida, al disfrutar una comida o cuando el país salta a la actualidad por algún acontecimiento específico. El viajero mantiene siempre un nexo interno con el lugar que un día conoció.... y trenza un vínculo con el nuevo destino que empieza a imaginar. La visita a cualquier lugar, cercano o lejano, tiene tres fases. En la etapa de preparación se sueña, en la del viaje se disfruta lo imprevisible y a la vuelta se reinventa la aventura..... Con los cinco sentidos alerta, anhela que la experiencia sea lo más enriquecedora posible.
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