El diseño 'inunda' Valencia
jueves 9.dic.2021 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
La Ciutat de les Arts i les Ciències de Valencia es desde sus inicios, en 1998, el mejor ejemplo del diseño arquitectónico actual de la capital del Turia. El Palau de les Arts, el Hemisfèric, el Museu de las Ciències y sobre todo el Oceanogràfic son un icono y una visita imprescindible en la ciudad mediterránea. Complejo de ocio científico y cultural ocupa unos dos kilómetros junto al antiguo cauce del río.
Es un ejemplo que Valencia quiere exportar al mundo, y un modelo de colaboración entre artistas. Diseñado por Santiago Calatrava y Félix Candela también participaron Alberto Domingo y Carlos Lázaro.
Junto a estos magníficos edificios desplegamos un mapa turístico innovador. En nuestra tablet aparece el mapa del disseny, una cartografía del ecosistema de este arte en la Valencia del siglo XXI. No aparecen grandes nombres, pero sí artistas que están ampliando las ambiciones culturales de la ciudad.
Llegamos al barrio de Ruzafa. Allí se instalaron hace unos diez años Álvaro Zarzuela y Esther Martín, en ese tiempo han visto como se asentaban otros artistas. Desde Gnomo, una tienda marcada por el diseño, apoyan a todos los creadores locales. "Si son productos hechos en Valencia les colocamos nuestro sello 'Fet a València'".
El mapa del disseny, un proyecto colaborativo en el que pueden participar vecinos y turistas, ha recopilado unos 300 artistas y locales de la ciudad y cada semana incluye unos 6 nuevos nombres que proponen los visitantes de la ciudad o los que la conocen. La información se renueva cada jueves y los promotores están sorprendidos de la cantidad de personas que trabajan con el diseño como idea principal, y el microclima creativo que vive la ciudad.
Foto twitter @mapadeldisseny
Silvia Ruiz de la Prada, de agència districte, de donde surgió esta idea, dice que tratan de destacar tanto lugares conocidos y como los que son desconocidos. Quieren sacar todo el diseño que hay disperso por la ciudad para ponerlo en valor y reivindicar la capitalidad mundial del diseño que Valencia protagonizará en 2022.
En la web lo dividen por lugares y distritos. en el primer bloque se incorporan restaurantes, tiendas, hoteles, lugares creativos, cafeterías, bares, museos, galerías o tiendas. "Siempre pensando en el diseño". Algunos lugares están en las guías turísticas, pero lo que intentan es que todas las personas interesadas descubran lugares curiosos cuando se desplazan de un lugar a otro de la ciudad. Se incluyen los 11 distritos de la capital valenciana, desde los más conocidos como Eixample, Ciutat Vella o Extramurs, hasta Jesús, Saïdia, Patraix o Poblats Marítims.
En nuestro personal itinerario del diseño valenciano, seguimos en la misma calle de Álvaro y Esther. A unos metros tras la fachada original del siglo XIX, de "Tintorerías Vivó, Limpieza en Seco" los holandeses Daphne Kniest y Wouter Kock la han convertido en Yours Hotel, con un diseño minimalista, en el que se ha escogido cada detalle, hasta la piscina del patio. Apuestan por las marcas sostenibles valencianas, desde el café hasta los productos de limpieza, y como nos explica su gerente Cris Claverls, mantienen un compromiso por el barrio y de colaboración con las vecinos.
Uno de los momentos más emotivos que ha vivido Cris es cuando una mujer que había nacido y trabajado en el local le pidió conocer el nuevo establecimiento, y quedó asombrada por la belleza y originalidad del nuevo edificio, que se mezcla con otras fachadas que aún conservan el paso del tiempo. El establecimiento hotelero organiza actividades culturales en las que participan los vecinos del barrio de Ruzafa.
La arquitecta que transformó el local, Irene Soriano, el Estudio Savage, encargado de la marca o los diseñadores Juanjo Picó y Jorge Soriano tienen sus oficinas en las calles aledañas. Como la argentina Milagros Gil, que ha abierto su comercio Hinojo Bazar basado en el principio de cero residuo e ingredientes 100% naturales y orgánicos y manteniendo un pequeño tesoro: el suelo original de cerámica y "no lo tocamos por nada del mundo". Junto con su hermana están empezando a trabajar con ceramistas, floristas o serigrafistas valencianos para poder vender sus productos.
Milagros y Álvaro coinciden en que el barrio ha cambiado mucho en los últimos años y que cada vez hay más gente joven, lo que comporta que haya mucha creatividad en uno de las zonas más tradicionales de la ciudad. "Pero sigue siendo barrio", recalca Milagros. La cooperación entre artistas enriquece las propuestas culturales, potencia la innovación, aglutina esfuerzos y beneficia a los ciudadanos. Álvaro se muestra convencido de que el diseño está en todos los lados y aporta que todo sea más fácil en la vida, más bonita y más asequible.
Begoña Rodrigo ha colaborado con Ana Illueca. Una chef con una estrella Michelin y dos soles Repsol y una ceramista contemporánea con más de 40 premios de creatividad. Begoña le pidió a Ana que le diseñara la vajilla del restaurante "La salita". Cuando las visitamos no están juntas, pero se nota que hay mucha empatía. "El trabajo con Ana fue fantástico, sus creaciones dan vida, trabajar con ella fue una gozada, es una persona muy tranquila y meticulosa". "Ella me dejó hacer, con la única limitación del tamaño y solo me señalaba si el plato iba a llevar líquido, porque eso me obligaba a modificar el diseño".
Las dos van más allá de esta colaboración puntual. En "La salita", el nuevo restaurante que Begoña Rodrigo abrió en 2020, el diseño está pensado en cada detalle y es compartido con diferentes creativos. Begoña ha rediseñado con otros artistas una casa valenciana del siglo XVIII, donde predomina la luz, el blanco, la madera y los suelos hidráulicos.
En el techo del salón principal se ha llevado parte de la serranía en la que nació, y lo ha poblado de manzanilla, que no solo cuelga formando un bosque sino que le aporta olor al recinto, algo que le recuerda a su infancia y que refleja su interés por los productos de cercanía, procedentes de la huerta, el mar y la montaña. Los suelos son originales, el mobiliario está adaptado a cada necesidad y sobre todo "da mucha tranquilidad", insiste Begoña.
Ana nos explica que cuando crea cerámica para gastronomía trabaja desde distintas perspectivas. "O el chef me da unas medidas y un concepto y yo trabajo el concepto desde la cerámica y el chef desde la gastronomía, o el chef y yo vamos casi a la par. Creo que has de tener cintura para adaptarte". "Aquí lo importante es el alimento no introduzco tantos colores y mis cerámicas tienen menos color". "A mí me dan unas medidas y un concepto y yo inicio mi creación para ofrecerle algo al otro, si le parece bien, bien y si no, volvemos a hablar".
Ana Illueca comparte local con Susana Gutiérrez, que aunque tiene otro estilo intercambian experiencias y les permite hacer más sostenible el negocio en todos los sentidos, como los gastos fijos, el reciclaje del material, las herramientas o el acceso a proveedores. También realizan talleres de cerámica. Illueca amplia su mundo creativo y está colaborando con un músico para presentar un nuevo instrumento fabricado en cerámica. "Me gusta que cree conmigo, que nos sorprendamos uno al otro, porque no sabemos que va a salir".
Esta mujer optimista defiende las raíces de la cerámica valenciana y sigue la intuición de sus manos y su relación creativa con el torno. "El proceso creativo puede venir desde un concepto y desde él llego a la pieza o el proceso es más intuitivo y comienzo dejando a las manos crear". Durante la pandemia jugó con la idea del instante y creó la crisálida para reflejar la necesidad de cariño del ser humano. "Como estábamos en un momento de muchas preguntas, empecé a darle forma a esta cerámica que son muy abrazables".
"Para mí lo más importante de la crisálida es el momento en el que rompe y cómo se captura ese instante". Lo experimentó con el fotógrafo Pau Rodilla, que capturó el momento llenando de agua los recipientes de cerámica y volcándola. Una iniciativa que demuestra como Ana busca sensaciones más allá del barro, para compartirla con otros artistas y con sus seguidores en las redes sociales. Es una extensión de la pieza.
Incansable, dirige el proyecto ADN Cerámico con el que trata de mapear la historia y la técnica de la cerámica en el territorio valenciano, creando sinergias en el sector, visibilizando los referentes contemporáneas que han inspirado a ceramistas y diseñadores de generación en generación, para dejarlo como testigo a los futuros ceramistas.
Bomba Gens Centre d'Art. Foto: angelaGonzaloM
Al otro lado del Turia, en el barrio de Marxalenes, Ramón Esteve rediseñó una antigua fábrica de bombas hidráulicas convirtiéndola en el centro cultural, Bombas Gens Centre d'Art. Colaboraron con él Eduardo de Miguel, Annabelle Selldorf, Rafael Ferriols y el paisajista Gustavo Marina, que ideó un jardín frondoso y colorista donde destaca una sorprendente escultura de Cristina Iglesias. Además conserva una bodega medieval y un refugio antiaéreo.
Este centro es la sede de la Fundació Per Amor a l'Art, que posee una destacada colección privada de arte contemporáneo de la familia Soler-Lloret, especialmente fotografía japonesa, la más importante en Europa. Cuenta con un fondo de más de 2.250 obras de unos 220 autores. Florencia Fergnani, asistente de la dirección artística, señala que el edificio cultural "refuerza la idea de integración porque es un punto que irradia la cultura conectando el centro de la ciudad hacia otras zonas más olvidadas de estos círculos turísticos y culturales".
La cartografía del diseño valenciano forma parte del gran proyecto de la capitalidad mundial del diseño que pondrá en el mapa mundial a lo largo de 2022 a la tercera ciudad española. Se han organizado festivales, exposiciones, talleres y conferencias. Antes ostentaron este reconocimiento Turín, Seúl, Helsinki, Ciudad de México y en 2024 le seguirá San Diego-Tijuana.
Junto al puerto de Valencia, en La Marina, se alza el icónico edificio Veles e vents, diseñado por David Chipperfield y Fermín Vázquez allí Xavi Calvo, director general de World Design Capital Valencia 2022 nos recuerda que nada es fruto de la casualidad. "Hace 500 años, en Valencia ya había diseño aplicado a la cerámica, que desde Manises nos hacía ser tendencia en todo el mundo o el textil de Alicante, lo que ha hecho que la industria valenciana aplicara el diseño para ser más competitiva, algo que no es muy diferente a lo que ocurre hoy en día" . También influyeron en la creación de un diseño valenciano la industria juguetera, la del mueble o la textil, sin olvidar al sector fallero.
David Arlandis ha comisariado varias exposiciones y actualmente es responsable de producto Cultura y Ocio en Visit València. Nos recuerda que todo comenzó con el espacio de creación contemporánea de "Las Naves". "Hubo un momento concreto en que todo despuntó y "Las Naves" fue un germen, un movimiento creativo con artistas que más tarde han destacado en el diseño nacional y hubo un momento concreto en que todo despuntó".
El diseño valenciano tiene fama mundial, hemos de hablar de Javier Mariscal, Francis Montesinos, Carlos Tíscar, Ramón Esteve, Susana Martínez, Sandra Figuerola, Santiago Sevillano, y un largo etcétera. Son tantos y con tantas ideas, que consiguieron que la paella tuviera su propio emoji.
Porque como nos recuerda Silvia Ruiz de la Prada, "el diseño muchas veces nos pasa desapercibido y lo tenemos más cerca de lo que creemos".
Nosotros seguimos revisitando la Valencia más actual siguiendo las últimas propuestas actualizadas por la web Mapa del disseny València que nos permite descubrir la riqueza turística y cultural de la capital del Turia.
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