Trenes turísticos para todos los gustos
domingo 29.may.2022 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
Foto: Twitter @TurismoMadrid
En tiempo de verano reaparecen los trenes turísticos populares transportando a los usuarios por lugares históricos, de naturaleza o que tienen una importancia cultural. Son trenes de mediados de los 60, cuando todo iba más lento.
En Galicia, entre mayo y octubre funcionan la ruta de los faros, de los pazos y jardines históricos, la ruta Lugo romano, o los que recorren viñedos como en la Ribeira Sacra, que permite descubrir monasterios escondidos o los típicos valles de Sil y el Miño.
En Catalunya hay dos trenes famosos: el cremallera de Núria, en Girona y el tren dels llacs -o de los lagos, en Lleida. El cremallera es uno de los pocos que quedan para ascender las montañas de Europa.
A lo largo de doce kilómetros, desde Ribas de Freser, se sortea un desnivel de mil metros, entre abetos y cascadas, hasta llegar a la explanada donde se ubica el santuariode la Virgen de Núria. Funciona todo el año y permite acceder no solo al monasterio sino también a una estación de esquí y se ha convertido en un lugar excepcional para la práctica del turismo de naturaleza, de aventura, religioso y de relax para toda la familia.
Foto: angelaGonzaloM
Al otro lado de los pirineos, en la llanura de Lleida se puede disfrutar del tren dels llacs, que sale los fines de semana de la capital de la provincia para recorrer el Congost de Montrebei y los embalses de Camarasa y Sant Antoni, entre rocas por las que corrieron los dinosaurios. Sique los cursos de los ríos Segre y Noguera Pallaresa.
En la Pobla de Segur, donde finaliza el recorrido, se puede visitar el museo dels raiers o almadieros y disfrutar de la cocina de montaña. La mayoría de restaurantes tiene un menú especial debido al tiempo tan limitado que tiene el turista ya que hay que volver a Lleida esa misma tarde. En una década ha cambiado el número de turistas que llegan a esta zona que había quedado casi arrinconada ante el éxito del Pirineo.
En los meses de verano se puede escoger entre un tren panorámico moderno y el más tradicional y popularmente conocido como la Garrafeta.
Desde Madrid salen los trenes de la fresa, de Felipe II o el tren medieval
Otro de los trenes más populares es el de la fresa, que une Madrid con Aranjuez, famosa por este producto y su Paisaje Cultural. Patrimonio de la Humanidad, destaca el Palacio Real y sus jardines invitan a pasear. Los viajeros van en vagones de madera construidos entre 1914 y 1930 . Durante el trayecto ofrecen una degustación de fresas, producto típico de la zona.
Una vez allí, según el tipo de itinerario que se haya elegido, estará incluida la visita al Palacio y a los jardines o se podrá montar en un barco para surcar las aguas del río Tajo.
En esta comunidad autónoma también está el tren de Felipe II, que acerca a los visitantes a San Lorenzo de El Escorial, a unos 50 kilómetros de Madrid.
Foto: angelaGonzaloM
Según el billete se accede a una visita guiada al monasterio que mandó construir el rey en el siglo XVI o al bosque de La Herrería y los jardines de la Casita del Infante.
Otro tren medieval viaja desde la capital española hasta Sigüenza, la ciudad de los trovadores, a los que conoceréis de la mano de personajes como princesas, caballeros o gente del lugar. En la ciudad se pueden visitar las Plazas mayor y del doncel, o el patio de armas del castillo, además de las iglesias románicas o las intrincadas callejuelas de la población guadalajareña. Imprescindible degustar su gastronomía con las migas o la sopa castellana, como grandes protagonistas.
Tren de Los Molinos, de Sóller o de Campos de Castilla
Foto: angelaGonzaloM
Una nueva propuesta es el tren de Los Molinos, que nos lleva hasta el Campo de Criptana, donde don Quijote se enfrentó a los gigantes. Entre las visitas destaca la Sierra de los Molinos, icono de Castilla-La Mancha y se puede conocer el interior de esta típica arquitectura o pasear por el barrio de Albaicín, con sus características casas de tejas árabe pintadas en blanco y añil.
Tampoco podemos olvidar el tren de Sóller en Mallorca con sus vagones de madera y su visita por la Sierra de Alfàbia, atravesando trece túneles, varios puentes y el viaducto dels cinc-ponts. O el Tren de Campos de Castilla, que une Madrid y Soria a lo largo de un fin de semana siguiendo las huellas del poeta Antonio Machad mientras se disfruta de poesía y gastronomía.
La mayoría de estos trenes turísticos funcionan los fines de semana entre mayo y noviembre.
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