SendaViva, una sorpresa entre las Bardenas Reales y Tudela
viernes 10.jun.2022 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
Foto: angelaGonzaloM
Castildetierra muestra la aridez y dureza de la Bardenas Reales y la sobrecogedora fragilidad de este desierto navarro. La chimenea de las hadas, como se le llama popularmente es el símbolo del parque natural y Reserva de la Biosfera.
Un paisaje semidesértico de unos 418 kilómetros cuadrados, encajado entre los Pirineos, la sierra costero-catalana y la serranía Ibérica, con el Moncayo como punto de referencia y tres partes bien diferenciadas por su color y perfil: el plano y las bardenas blanca y negra.
Este lugar bastante inhóspito para vivir fue cruce de caminos y durante siglos, todavía hoy en día, ha sido utilizado por los pastores trashumantes para mover el ganado entre los pastos de las montañas en verano y los de secano en invierno. Ellos han puesto nombre a la mayoría de elementos que marcan este paisaje navarro.
Landazuría o Piskerra, son un ejemplo de la utilización de estas tierras por los pastores del valle del Roncal y Salazar. Aunque alejados de la bardena, y junto con el monasterio de la Oliva y los municipios que la rodean, son parte de los Congozantes: las veintidós entidades que gozan a perpetuidad del uso común.
El viento constante del cierzo en invierno y el bochorno en verano ha cincelado el paisaje con la ayuda de la intensa agua que corre abrupta por los barrancos de arenisca cuando caen las tormentas, formando las características cárcavas y su forma de lomas.
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Castiltierra es el elemento más conocido del paisaje aunque hay otros nombres como los barrancos de Ardarragía y el de las cortinas, el Rincón del Bu (en referencia al búo real), la punta de la Estac, con el castillo de Santa Margarita en su cima, el balcón de Pilatos, los blanquizales o badlands, la malas tierras, y los cabezos de los tres hermanos.
Junto a la chimenea de las hadas, Ibón Malo, guía del parque SendaViva, nos explica que la erosión es tan grande, que estas columnas naturales de rocas blandas, cuyas cimas o cabezos están formadas por arenisca más dura la protege de momento, pero puede desaparecer cualquier día.
Por el paisaje bardenero cabalgaron y cometieron fechorías famosos bandoleros como Sancho de Rota o Sanchicorrota, autodenominado Rey de las Bardenas, que conformó una leyenda de terror y admiración a partes iguales, hasta que, acorralado, acabó suicidándose en el montículo que lleva su nombre.
No intentéis imitarlo, si recorreis este territorio seguid con atención las indicaciones porque es fácil perderse.
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SendaViva, un parque de naturaleza para toda la familia
Desde el mirador de SendaViva se observa todo este paraje, de perfil casi lunar. El Parque de aventuras, ocio y naturaleza lleva abierto casi 20 años y su verdor contrasta con el que se ve a los pies de estas instalaciones. Es un lugar ideal para pasar con familia, porque hay actividades para todas las edades.
Un oasis de vegetación que esconde un interesante mundo animal con más de 800 ejemplares de doscientas especies. Una pareja de leones, otra de tigres blancos, familias de monos, osos, lobos, dromedarios, búfalos o aves tropicales y otras más conocidas de la zona.
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Todos a escasos metros del visitante, incluso se puede interrelacionar con algunos como los lémures, conocer los animales de granja o disfrutar de un espectáculo de cetrería.
Pero Senda Viva es más que un pequeño zoológico, como parque de aventuras tiene unas 30 atracciones. Algunas más tranquilas para los más pequeños y otras con la adrenalina a tope, como la tirolina de casi un metro de largo que transcurre por entre la floresta y el lago.
El trepidante descenso en boogsleigh, un circuito de karts, una caída libre desde 35 metros de altura, el tubing en flotador, o la nueva atracción "Los rápidos" con cuatro toboganes (uno curvo, otro ondulado y dos rectos) de 100 metros de longitud y con la salida a 14 metros de altura.
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Los más pequeños se trasladan al bosque de los iratxos, unos pequeños seres muy especiales, se acercan al pozo misterioso a recoger frutos en el huerto mágico, se sorprenden en el jardín de las mandrágoras, entran en la guarida del dragón de Aralar y conocen a los iconos del parque, Aymar, el árbol más viejo del lugar, a la burrita Palmira o la cría de pigargo Piko.
Para el gerente de Sendaviva, Rubén González, esto demuestra la apuesta por la cultura local y navarra, con espectáculos virutales como las Leyendas de Roncesvalles.
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Tudela y sus joyas arquitectónicas
Entre la sequedad de las Bardenas y la fertilidad de la huerta del Ebro, está Tudela. Fundada a principios del siglo IX, durante cuatrocientos años convivieron musulmanes, judíos y mozárabes. Un mestizaje cultural que todavía se refleja en las calles de su casco antiguo con grandes joyas arquitectónicas.
La plaza de los fueros, que en 2021 cumplió 330 años, la catedral, iglesias, palacios, pasadizos, murallas y atalayas. Muchas de ellas ya desaparecidas. Acoge la vida cultural y social de la capital de la ribera navarra y es la puerta de acceso a las callejuelas del barrio musulmán y la judería vieja. Su primer cometido fue acoger corridas de toros, que antes se celebraban en la plaza de la catedral.
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La preside la casa del reloj y destaca un quiosco para escuchar bandas de música. En un lateral, las fachadas recogen decoraciones de escenas de tauromaquia y el resto muestran escudos heráldicos de las poblaciones de la merindad. En Semana Santa se celebra el Volatín y la Bajada del Ángel.
Por una de sus callejuelas , entre recovecos y rincones Conchi Romero, de Senda Viva, nos guía hasta la joya más imponente de la ciudad. La sorprendente fachada del juicio final de la catedral Santa María la Mayor del siglo XII parece esconderse. Mezcla de románico y gótico es un libro esculpido en piedra.
Siguiendo por el casco antiguo de Tudela encontramos el palacio renacentistas del Marqués de San Adrián, con fachada de ladrillo y en el interior los murales o grisallas, representando a doce figuras femeninas de la antigüedad que ofrecen pautas morales a la dueña, a través de mujeres castas, guerreras y divinidades de la Grecia clásica.
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Cerca está el Palacio del Marqués de Huarte, actual sede de la Biblioteca y Archivo municipal con su decorada fachada, la valiosa berlina de los Marqueses de San Adrián -de estilo rococó francés-, unas bodegas subterráneas y una doble escalera imperial, dicen que es la mas bella de Navarra.
El otro gran edificio noble es la casa del Almirante, uno de los palacios renacentistas más importantes de España, con su fachada plateresca de figuras antropomorfas en alto relive.
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En el cauce del río Ebro está la Mejana, una gran isla a la que se accede por el puente de piedra de diecisiete arcos. Este espacio de tierras aluviales es una parte de la huerta tudelana, donde se cultivan horalizas de excelente calidad como cardo, cogollos, alcachofas, espárragos, borrajas o tomate.
La Mejana, junto con la huerta, es parte del patrimonio gastronómico de la Ribera Navarra que se añade al patrimonio lúdico de Senda viva, al cultural de sus pueblos y al espectacular paisaje natural de las Bardenas Reales.
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