Bilbao, donde el fútbol es parte del ADN
martes 16.abr.2024 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
Bilbao es una ciudad ligada al fútbol desde finales del siglo XIX. No solo porque es la ciudad donde se fundó el segundo equipo de España, sino porque tres de las palabras más utilizadas en el vocabulario de los socios y seguidores de este deporte proceden de la capital vizcaína: alirón, míster y pichichi.
A principios del siglo pasado, los montes de Triano, que rodean la ciudad eran el corazón minero del País Vasco. Se les conocía como los montes de hierro.
Se habían convertido en una especie de "California del hierro", donde miles de personas llegaban para extraer el mineral de los yacimientos y los ricos ingleses para instalar sus negocios y venderlo en un mercado ávido y necesitado de hierro para el desarrollo de las grandes infraestructuras.
De hecho, la revolución industrial de Bilbao comenzó en esas montañas donde se forjaron las fortunas de los grandes empresarios locales diversificando sus empresas, primero en el hierro, luego el ferrocarril, más tarde la banca y por último la industria, los astilleros, los altos hornos, la siderurgia y los puertos.
Hay quien asegura que Bilbao no sería lo que es hoy si no fuera por el hierro. El óxido del mineral empezó a cubrir la ciudad e impregnó el vocabulario futbolístico.
Dicen que en esas minas nació el conocido grito de "Alirón".
Muchas explotaciones estaban en manos de ingleses y los mineros que sacaban franjas compuestas solo por hierro.... el jefe de cuadrilla, un inglés, colgaba en la puerta de entrada un cartel que decía "all iron" (todo hierro), y los mineros gritaban con la pronunciación castellana, "alirón".
Encontrar esas vetas de máxima pureza del mineral significaba una paga extra. Y su grito de alegría pasó al naciente deporte para celebrar las victorias del equipo local.
En la actualidad los montes son una vía verde de unos 42 kilómetros. Es la más larga de la provincia y el recorrido une Artzentales y Muskiz.
A lo largo del recorrido, que se puede hacer a pie, en bicicleta o a caballo, hay todo un patrimonio minero, cargaderos, minas, hornos de calcinación, ferrerías e incluso el actual funicular desde Trapagarán hasta el barrio de la Reineta,... inaugurado en 1926 fue una importante vía de extracción minera.
También se puede ver una de aquellas grandes explotaciones a cielo abierto, como la de Gallarta, declarada Bien de Interés Cultural. Allí nació Dolores Ibarruri, "La Pasionaria".
Es la impresionante mina Concha II, una de las mayores minas a cielo abierto de Europa, en la que habían llegado a trabajar 700 mineros que extraían unas 15 toneladas de hierro diarias. Forma una red de galerías de casi 50 kilómetros en donde circulaban camiones de gran tonelaje. Hoy en día alberga el museo de la minería del País Vasco.
En la otra ladera de las montañas están las Encartaciones, con una historia muy interesante y particular y una arquitectura marcada por las viviendas de los indianos.
Pero, hay otra leyenda más que relaciona Alirón con Bilbao y no se sabe cual de las dos versiones es la cierta. Aunque esta es más probable.
En las navidades de 1913, la cupletista Teresita Zazá, entonó una melodía en el Salón Vizcaya de la calle San Francisco, al que denominaban la catedral del cuplé.
Rodeada de hombres de rica alcurnia, la cantante interpretó la Canción del Alirón, con letra de Álvaro Retana y música de Gaspar Aquino. El público presente en la sala rectificaron el estribillo final cantando ¡Alirón! ¡Alirón! El Athletic campeón.
Pero, en estos días de celebraciones tras la consecución de la Copa del Rey, regresemos hacia la ría para continuar conociendo el Bilbao futbolístico.
Muchos de aquellos británicos que dirigían las minas y jóvenes bilbaínos que habían estudiado en el Reino Unido a finales del siglo XIX formaron el segundo equipo más antiguo de la liga española: el Athletic de Bilbao. De hecho, siempre se ha dicho que la captal vizcaína es una ciudad muy anglófila.
En el paseo de Abandoibarra, junto al museo Guggenheim, estaba la campa, el primer lugar en el que practicaron este deporte. Allí una placa recuerda ese momento con un verso en castellano y euskera de Kirmen Uribe.
"
Campa de los Ingleses. Aquí es donde jugaban los ingleses. Aquí, en una campa junto a la Ría. Entonces sólo había césped y un pequeño cementerio. Algunas veces, el balón caía al agua y había que ir a buscarlo. Si estaba lejos le echaban piedritas para que se acercara a la orilla. Las piedras creaban ondas, pequeñas ondas que se hacía cada vez mayores. Y así, el Athletic jugó en Lamiako, y después en Jolaseta. Y, finalmente, en San Mamés. Una ola, y otra ola, y otra".
Desde el siglo XVII y hasta 1908 la campa de los ingleses albergó un cementerio británico y cerca los marineros que llegaban a Bilbao a bordo de grandes navíos pasaban sus ratos libres jugando con un balón. El 4 de mayo de 1894 se jugó el primer partido de fútbol en Vizcaya, entre un grupo de jugadores locales y otro de ingleses. Sin ninguna sorpresa ganaron estos últimos por goleada.
Junto a la ría y a pocos metros de esta zona encontramos una magnífica construcción de principios del siglo XX. El palacio de Ibaigane, la sede social del Atlétic Club de Bilbao. Es una obra del arquitecto Gregorio Ibarreche que lo diseñó para el industrial naviero, Ramón de la Sota. De estilo neovasco, recuerda a la fieja casa-torre medieval vizcaína con el tejado a cuatro vertientes y en el interior hay un patio coronado con una gran vidriera de Anselmo de Guinea y decorado cn jambas de tipo italiano y suelo veneciano.
Todas las habitaciones son despachos habilitados para la administración del club, y el lugar en el que se reúne la Junta Directiva.
Y llegamos a la catedral. Al estadio de San Mamés, ubicado cerca del histórico campo construido en 1913. Tras varias adaptaciones para albergar partidos del Mundial de futbol de 1982, en la década de los 90 comezarón a plantearse la necesidad de ampliar y mejorar la infraestructura.
Fue la década de la transformación urbanística de la ciudad. En 1995 se inauguraba el metro de la ciudad, dos años más tarde el Guggenheim y en 1999 el Palacio Euskalduna. Así que la vieja catedral tenía los días contados. Un siglo más tarde de la inauguración del antiguo estadio, en 2013 se jugaba en el nuevo San Mamés, aunque solo en una primera fase, porque todavía se mantenía el viejo campo, eon el objetivo de cumplir su centenario. Después fue demolido.
Ubicado junto a la ría del Nervión, en los terrenos de la antigua Feria de Muestras de la ciudad, el edificio construido por César Azkarate, obtuvo en 2015 el premio al mejor edificio deportivo del mundo, con la posibilidad de albergar finales de la Liga Europa, aunque no de la Liga de Campeones, por su limitado aforo. Aunque eso no es problema para celebrar conciertos de grandes estrellas musicales del mundo.
Cuadro de Lola Flores, en el Museo del Athlétic. Foto: angelaGonzaloM
La década de los 30 fue una de las mejores del equipo bilbaino, garan cuatro ligas y cuatro copas, le llaman la década prodigiosa. El entrenador del Athlétic era el exjugador inglés Frederick Beaconsfield Pentland. Revolucionó el mundo del fútbol y los jugadores, que le llamaban 'Míster', le rompían el bombín cada vez que ganaban un premio. Así que le salió caro.
Junto a las gradas, hay un busto de Rafael Moreno "Pichichi". La otra palabra que Bilbao ha aportado al vocabulario futbolístico español, y que mantiene una sorprendente tradición.
Es la denominada tradición de las flores de Pichichi. Cuando un equipo visita al Athlétic por primera vez, antes de comenzar el partido, el capitán del equipo visitante tiene que dejar un ramo de flores en la estatua del delantero -que marcó 83 goles en 89 partidos-. En esa época no había goleadores de esa talla y al Athlétic le visitó un equipo húngaro, el MTK de Budapest que vieron su busto y cuando preguntaron sus méritos, se enteraron de sus cifras. Quedaron sorprendidos y decidieron juntar dinero para visitar la floristería más cercana, comprar un ramo de flores y dejarlo junto al busto en señal de respeto. Y esa tradición se matiene desde 1929, todos los equipos que juegan por primeravez en el estadio le regalan flores a Pichichi.
En el subsuelo está la casa de los leones. Los jugadores reciben este nombre porque San Mamés, un santo muy venerado desde la antigüedad en la ciudad, amansaba a las fieras. De ahí que el campo lleve su nombre y a los jugadores se les califique de "leones".
El museo que permite acceder al vestuario del primer equipo, conocer la sensación de los jugadores al salir al campo, fotografiarse junto al busto de Pichichi, sentarse en el banquillo actual o en una de las antiguas gradas de San Mamés, conocer a todos sus jugadores y jugadoras, a los 100.000 socios de toda su historia, los trofeos obtenidos a lo largo de los años, disfrutar de una vista panorámica del campo, acceder a la sala VIP, participar en una ludoteca, donde retransmitir partidos de fútbol o intentar marcar un gol a Iríbar, uno de los mejores porteros del mundo.
Sin olvidar a Zarra, otro de sus míticos jugadores y que fue el máximo goleador de la primera división durante 60 años con 251 goles.
Conocido por una filosofía propia de entender el fútbol, la historia del equipo bilbaíno y de la "catedral del fútbol" están recogidas en un museo inmersivo que realiza un itinerario cronológico de este centenario club, que continúa consiguiendo nuevos trofeos y agrandando su leyenda y su destacada aportación al mundo del fútbol español.
Twitter: @angelaGonzaloM
Twitter: @Viaje_Itaca
Instagram: angela.gonzalo.m
RNE-R5 "Canal Europa"
Spotify"Canal Europa"
Ivoox: angelaGonzaloM