Nicaragua, siguiendo los caminos de tres personajes históricos
jueves 25.abr.2024 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
Las montañas boscosas del noroeste de Nicaragua están estrechamente relacionadas con los movimientos revolucionarios del siglo XX en ese país. Entre la frondosidad de los bosques los guerrilleros desde Sandino al FSLN de Fonseca, se enfrentaron con los ejércitos y en ellos se refugiaron miles de combatientes.
Por sus laderas Omar Cabezas, relataba la dureza de la vida en aquellos años de guerrilla "uno cuando va caminando van tan cansado, tan incómodo, tan en tensión para no caerse o no deslizarse..... mira donde va poniendo la vista, el oído, sentir el latido del corazón y el golpe del pie al ponerlo en el suelo".
En el libro del comandante guerrillero La montaña es algo más que una inmensa estepa verde leemos "Yo nunca comprendí si yo quise o no quise la montaña, porque sentía dejarla y también la odiaba, yo llegué a odiar a la montaña".
Visitar Nicaragua es conocer parte de esa historia, que ha ido esculpiendo la idiosincrasia de este país centroamericano, que a pesar de esos momentos dramáticos muestra un rico patrimonio, ciudades coloniales, una naturaleza exuberante, playas en el Pacífico y el Caribe, lagos y ríos navegables, isletas, volcanes, o la frondosidad de la selva en la Mosquitia.
Esas mismas montañas de los departamentos de Jinotega, Estelí o Matagalpa se han transformado en zonas tranquilas y de gran atractivo turísticos.
Rodeado de vegetación, oculto entre la maleza, en San Simón de Palcila, encontramos un fantástico mirador en Casa Don Facundo. Un restaurante especializado en carne de res a la parrilla y con un importante catálogo de vinos franceses, españoles o californianos.
Mirador casa don Facundo. Foto: angelaGonzaloM
La zona acogió a una importante colonia de alemanes en el siglo XVII. De aquellos emigrantes son descendientes un grupo de indios matagalpas que llaman la atención porque son blancos, rubios o pelirrojos, especialmente son importantes en el valle de Pacsila, a pocos kilómetros de Matagalpa.
Otros descendientes mantienen los apellidos y los rasgos centroeuropeos. Dos de ellos son Eddy Kühl y Mausi Hayn, un matrimonio que regenta el ecolodge Selva Negra, totalmente sostenible.
Por las plantaciones de la hacienda se organizan tours del café y se puede comprobar la utilización que se hace de la producción hidráulica a través de pequeños embalses, o la reutilización de residuos orgánicos.
Selva Negra. Foto: angelaGonzaloM
Con Mausy recorremos esos lugares, quizá las mismas trochas que utilizaron los viejos combatientes del Frente Sandinista de Liberación Nacional. Hoy en día son rutas donde se organizan itinerarios de avistamientos de fauna y animales salvajes. Sorprenden los tours nocturnos por la selva, siempre acompañados de guías.
Seguimos en el departamento de Matagalpa donde nacieron dos de los personajes que, junto con César Augusto Sandino, más han influido en la política y la literatura contemporánea: el líder sandinista Carlos Fonseca y el gran poeta Rubén Darío.
Eddy Kühl en la hacienda la Hammonia. Foto: angelaGonzaloM
Del aclamado príncipe de las letras castellanas, ha recopilado parte de su biografía Eddy Kühl,en el libro Rubén Darío según un paisano matagalpa, donde detalla varias etapas de su corta vida.
Como Darío, Kühl representó a su país en el extranjero. Fue embajador especial en Europa en julio y agosto de 1979, recién declarada la revolución en su país. En su hacienda Selva Negra nos habla del gran literato latinoamericano y de su nacimiento, su estancia en Nueva York y otras ciudades europeas, sus relaciones con otros grandes escritores hispanoamericanos y de una entrevista ficticia entre Eddy y Darío.
Llegamos a la histórica ciudad de León, la segunda más importante de Nicaragua y que este año cumple cinco siglos de existencia. El poeta universal está presente en casi todos los rincones.
"Mi segundo recuerdo de edad verdaderamente infantil es el de unos fuegos artificiales, en la plaza de la iglesia del Calvario, en León", escribía en su biografía el poeta.
El primer lugar que visitamos es la catedral, donde se encuentra la fe de bautismo de Félix Rubén, hijo legítimo de Manuel García y Rosa Sarmiento. En realidad, escribe "mi nombre debía ser Félix Rubén García Sarmiento".
Su familia paterna era conocida como los Daríos y por eso utilizó ese apellido, con el que se hizo mundialmente famoso.
Pero lo más importante que guarda la basílica de la Asunción es su sepultura. Está en el lado derecho del altar mayor, al pie de San Pablo y junto a su túmulo el animal que representa a la ciudad, un león a tamaño real, obra de su gran amigo, el escultor granadino, Jorge Navas Cordonero.
El rostro del león doliente con angustia contenida, parece llorar la muerte del poeta. Una garra sobre el arpa, con la otra sostiene un ramo de laurel y con un escudo protege el alma del poeta.
Como decía el escritor puertorriqueño, José Luis Vega, "estamos ante la apoteosis de la poesía que trasmuta el cuerpo frágil del poeta en signo".
A su lado las criptas de los poetas leoneses Salomón de la Selva y Alfonso Cortés.
Murió el 6 de febrero de 1916, a los 49 años. Durante cinco días, miles de personas desfilaron para despedirse del poeta que fue sepultado el 13.
Redoblaron las campanas de todas las iglesias, se lanzaron cañonazos, hubo duelo nacional, los poetas del continente escribieron sobre su contribución a la literatura hispanoamericana.
Desde la terraza vemos la cadena montañosa de 16 volcanes y las 32 bóvedas de las cúpulas del edificio que dejan entrar la iluminación exterior, por lo que recibe el nombre de catedral de la Luz. Como nos explica José Eduardo Benavides, el edificio religioso es un reflejo de la idiosincrasia de los leoneses, que siempre han desafiado a la naturaleza y a todos los que han tratado de limitar su libertad.
Patrimonio de la Humanidad, el arquitecto Jorge Navas Cordonero realizó la mayor parte de las obras del interior y el exterior de la catedral. La estatua de la Virgen encima del frontis de la fachada, las estatuas de los doce apóstoles y las columnas de la nave central, los atlantes que están entre el frontis y los campanarios.
Entre ellos, la campana más corpulenta y sonora lleva el nombre del escritor y solo se puede tocar de forma manual.
Campana de Darío en la fachada de la catedral de León. Foto: angelaGonzaloM
A unas cuadras encontramos la casa museo del poeta, considerado máximo representante del modernismo literario en lengua española. Allí vivió su infancia y juventud junto a sus tíos maternos, y se encuentran objetos y fotografías que recuerdan toda su intensa vida política y literaria.
“Si pequeña es la patria, uno grande la sueña. Mis ilusiones, mis deseos, mis esperanzas me dicen que no hay patria pequeña. Y León es hoy a mi como Roma o París”.... escribía el poeta durante uno de sus regresos a León.
También desde Matagalpa llegó años más tarde Carlos Fonseca, uno de los intelectuales fundadores del Frente Sandinista. Lideró el movimiento revolucionario durante la década de los 60 y principios de los 70. Murió con 40 años en 1976.
Fue la primera ciudad liberada por el FSLN el 20 de junio de 1979. Hay hasta una ruta de la Revolución que recorre el centro de la ciudad.
Las calles de la denominada capital de la Revolución están marcadas por ese espíritu. Murales, fotografías de los líderes muertos en combate, asesinados o torturados.
En la antigua cárcel "La 21", que hace referencia al año de su construcción, 1921, donde la guardia nacional encerraba y torturaba a los insurrectos, actualmente convertida en sala de exposiciones.... la casa natal de Rigoberto López, el hombre que disparó contra Anastasio Somoza padre, y que murió días después en Panamá. en el recorrido encontramos la cancha 23 de julio con uno de los murales más emblemáticos de las revueltas, la avenida 11, con pequeños homenajes a los líderes nacionales caídos en combate o el centro educativo de la Universidad Nacional.
El edificio neoclásico que en su día fue el Palacio Departamental es en la actualidad el Museo de la Revolución. Felipe García Reyes excombatiente acompaña al visitante a recorrerlo, añadiendo siempre algunas de sus experiencias en el campo de batalla.
Con él recorremos ese momento histórico del país a través de paredes llenas de agujeros de balas, que recopilan fotocopias de documentos, fotografías, murales, recortes de prensa.
Darío y Fonseca llegaron en algún momento de sus vidas a Managua, la capital nicaragüense, como también llegó el gran héroe nacional, Augusto César Sandino... recordados los tres en calles, plazas y centros culturales.
Presidiendo la ciudad, en en el Parque Histórico Nacional Loma de Tiscapa, se levanta una gran estatua. Es el mismo lugar donde estaba el Palacio presidencial antes del terremoto de 1972 y donde, hace ahora 90 años, el guerrillero fue ejecutado junto con otros miembros de su equipo, cuando salía de negociar un acuerdo de paz. En 1934. Tenía 38 años.
Desde el cerro se ve una panorámica del gran lago Xolotlán en Managua y el puerto Salvador Allende, una zona de ocio y diversión junto a ese lago de la capital.
Ahí finaliza nuestro recorrido por tres ciudades nicaragüenses: Matagalpa, León y Managua, acompañados de tres grandes personajes de la historia reciente de ese país: Darío, Sandino y Fonseca.
Los tres dejaron una huella en la historia de su país y los tres murieron antes de los 50 años.
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