Ruta por el arte rupestre europeo
La película "Altamira", recientemente estrenada en España, nos sirve de punto de partida para proponer un recorrido turístico a través del mejor arte prehistórico. Ellos fueron los primeros artistas europeos y utilizaron la técnica del "grafitti" para expresar su creatividad, para plasmar lo que veían a su alrededor. Todas esas obras de arte quedaron dormidas y ocultas durante siglos y solo hace 150 años que se descubrieron esas expresiones artísticas que nos enlazaban con nuestros antepasados.
La cueva de Altamira se incluye dentro de uno de los 112 grandes destinos del arte prehistórico incluidos en el itinerario del arte rupestre de Europa, promocionado por el Consejo de Europa. Más de 150 sitios están abiertos al público, sobre todo en países como Noruega, Suecia, Irlanda, Reino Unido, Italia, Portugal, y en particular Francia y España. Muchos son pequeños lugares (una cueva, un abrigo, una roca al aire libre, un pequeño museo...), pero hay otros que han desarrollado importantes infraestructuras turísticas donde es posible conocer esos impresionantes sitios arqueológicos.
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Más de un millón y medio de visitantes viajan cada año a los enclaves donde los primeros europeos habitaron. El arte rupestre prehistórico es la primera expresión cultural, social y simbólica de la humanidad, que aparece en Europa hace unos 42.000 años y se desarrolla a lo largo del Paleolítico superior, el neolítico, las edades de cobre y el bronce y hasta la de hierro en algunas regiones. En las paredes de las cuevas, -el primer lienzo que encontraron-, plasmaron imágenes figurativas y esquemáticas, formas abstractas realizadas en pintura y grabado.
Debido a la fragilidad de estos lugares, muy sensibles a las visitas masivas de turismo, muchos están cerrados, o se abren de forma muy limitada, los responsables han optado por facilitar las visitas virtuales desde casa o mediante dispositivos como gafas, que nos trasladan a esos lugares.
El arte rupestre, lleno de simbolismo, motivado por creencias religiosas y repleto de referencias a la naturaleza, conformó los primeros paisajes culturales del continente. Los atractivos culturales y simbólicos del Arte de la Prehistoria de Europa han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad mediante el reconocimiento de nueve sitios: Alta (Noruega), Tanum (Suecia), Bru na Boinne (Irlanda), Valcamónica (Italia), las cuevas del valle de La Vézère (Francia), Altamira y otras cuevas de la Región Cantábrica (España), los abrigos con Arte Levantino del Arco Mediterráneo (España), los yacimientos de Foz Côa y Siega Verde (Portugal-España) y la cueva de Pont d'Arc, denominada Chauvet (France). A ellos podemos sumar las iglesias prehistóricas con arte rupestre de la Edad Media de Matera (Basilicata, Italia).
Alta, junto a los fiordos noruegos
Seguramente los primeros homínidos se establecieron en esas altitudes tan inhóspitas por su clima suave, con bajas precipitaciones, inviernos agradables y veranos relativamente cálidos. allí se construyó el primer observatorio mundial de las auroras boreales a finales del siglo XIX. Quizá por eso se le conoce como "La ciudad de las auroras boreales". Pero lo que nos ha llevado a ese lugar son los grabados rupestres de Hjemmeluft, que son la prueba de la existencia de asentamientos humanos del 4.200 al 500 a.C., y que ha sido declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad.
A orillas del río Alta encontramos uno de los hoteles más extraordinarios del mundo, el Sorrisniva Igloo Hotel, totalmente construido de nieve, tanto ene el interior como en el exterior. En esa zona durante el largo y gélido invierno se pueden ver las auroras y en verano, de mayo a agosto, el sol de medianoche, cuando el día sin fin se impone a la oscuridad de la noche.
Los petroglifos de Tanum
Situada al norte de la región de Bohuslän, la localidad de Tanum posee un conjunto de imágenes de importancia excepcional tanto por su variedad –representaciones de seres humanos, animales, armas, embarcaciones y objetos diversos– como por su unidad cultural y cronológica. Estos grabados rupestres, que son ilustrativos de la vida y las creencias de los pueblos europeos en la Edad de Bronce, destacan por su abundancia y la calidad de su factura.
Sobre el 1500 aC, los artistas utilizaron de lienzo las rocas de granito, ligeramente curvadas debido a la presión del hielo, y donde se observan profundos arañazos producidos por el retroceso del hielo. Se encuentran muy cerca de la costa y destacan sus excelentes cualidades artísticas y composiciones escénicas variadas y complejas que ilustran la vida cotidiana, la guerra, la religión, los cultos, pero también lo desconocido, mediante animales distorsionados y manos sin cuerpos.
Brú na Bóinne, cuna de los primeros celtas
A unos 50 kilómetros al norte de Dublín, a orillas del río Boyne, están los tres sitios prehistóricos del conjunto de Brú na Bóinne -Newgange, Knowth y Dowth. Por sus dimensiones y calidad, constituyen el ejemplo más importante de conjunto prehistórico megalítico de Europa, dotado de un gran número de monumentos con funciones sociales, económicas, religiosas y funerarias.
En gaélico irlandés, su nombre significa literalmente, "Palacio del Boyne". Esta necrópolis prehístorica del condado de Meath, y está es un complejo arqueológico situado en Irlanda, en el condado de Meath fue construida para enterrar a los miembros más relevantes de la sociedad. El túmulo principal cuenta con unas 17 tumbas y unas 300 losas grabadas. Los arqueólogos calculan que se edificó unos mil años antes que Stonehenge.
El valle de Valcamonica, naturaleza y arte
En los Alpes centrales, en la región de la Lombardía se encuentra una de las mayores colecciones de arte rupestre del mundo. Atravesada por el río Oglio y entre las provincias de Brescia y Bergamos, encontramos esta maravilla de la naturaleza rodeada de lagos y montañas, y su arte en la piedra se extiende a lo largo de ocho mil años, desde el Mesolítico hasta la Edad Media.
Los ocho yacimientos de Valcamonica, dedicados a los petroglifos donde las representaciones más antiguas son escenas de caza y laberintos, en Asinio-Anvóia, descubrimos estelas de la Edad de Cobre y cerca de Nadro, localizamos más de 400 rocas grabadas a lo largo de unos seis mil años, desde el Neolítico, con figuras que representan estilos de ejecución y temas muy variados. En Sellero se encuentran los grabados más recientes, del siglo I y II a.C, entre los que destaca la Rosa Camuna, un símbolo de la Lombardía italiana con imágenes circulares o en espiral y representaciones de la Edad de Cobre, Bronce e Hierro.
El valle de Vézère y la cueva de Lascaux
El yacimiento del valle del río Vézère está formado por un conjunto de 147 localizaciones paleolíticas y 25 cuevas distribuidos a lo largo de cuarenta kilómetros de la Dordoña francesa. Las numerosas excavaciones han permitido recuperar millares de objetos de sílex tallado, casi mil utensilios diferentes, arte mobliliar y decoraciones en piedra. Algunas de ellas como la "Venus de Laussel", la "Frise des chevaux", o las famosas pinturas de Lascaux, están catalogadas como obras maestras del arte prehistórico. Estas últimas representan un centenar de figuras animales y muestran escenas de caza dibujadas con destreza y riqueza de colores.
La mayoría de estas instalaciones están abiertas al publico, aunque tienen las visitas muy limitadas a grupos reducidos, excepto la "joya de la corona", Lascaux, que permanece cerrada, por lo que se ha realizado una reproducción de la gruta, con las mismas pinturas, técnicas y pigmentos. El hombre de Cro-Magnon que vivió en esta zona mezclaba técnicas de pintura, dibujo, grabado y escultura, según el soporte sobre el que trabajaba.
Altamira, la capilla sixtina del paleolítico
El conjunto de diecisiete grutas ornamentadas de la época paleolítca es representativo del apogeo del arte rupestre que se desarrolló en toda Europa, desde los Montes Urales hasta la Península Ibérica, entre los años 35.000 y 11.000 a.C. El buen estado de conservación de las cuevas se debe a que sus galerías profundas las preservaron de las influencias climáticas externas. El arte rupestre de estas cuevas figura en la Lista del Patrimonio de la Humanidad por ser una obra maestra del genio creador del hombre y la primera de sus expresiones artísticas consumadas. Los arqueólogos destacan que constituye un testimonio excepcional de una cultura ancestral y una ilustración extraordinaria de una etapa importante de la historia.
Constituye un legado de la humanidad por el reflejo del mundo que rodeaba a los artistas y de su forma de verlo, su relación con la naturaleza a través de un código simbólico que refleja su mentalidad. Es Patrimonio de la Humanidad, desde 1985 y esa denominación se amplió en 2008 a “Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España”.
Desgraciadamente la entrada de visitantes está muy limitada, por lo que los responsables del museo de Altamira, construyeron una neocueva, una representación a escala de la cueva original.
Los amantes del arte rupestre, no deben tampoco perderse una visita al Instituto Frobenius de la Universidad Goethe de Frankfurt, donde se guardan casi 5.000 ejemplares de arte rupestre europeo, del norte de Africa, Zimbabue, Indonesia y Australia, recogidos durante sus largos viajes por el etnólogo alemán Leo Frobenius. Entre 1904 y 1935, realizó 12 expediciones al continente africano.
Altamira, la película
Dirigida por Hugh Hudson ("Carros de Fuego") y protagonizada por el actor español, Antonio Banderas, la cinta trae a la actualidad las dificultades y el rechazo que sufrieron los Saez de Sautuola, por parte de la sociedad de su tiempo, las jerarquías eclesiásticas y las élites científicas. Una de las características del largometraje es que fue grabada en Cantabria, en donde ocurrieron los hechos, en su casa, en Santillana de Mar y en el museo, en la réplica exacta de polícromos, que ha servido para rodar, durante las noches, los interiores de la cueva.
Otro de los aspectos destacados es la base documental recuperada de los fondos de la Fundación Botín, donde están todos sus documentos y toda la información. Antes de proyectarse en los cines hubo un pase para todos los directores de museos arqueológicos de España, que confirmaron la veracidad de muchas de las aportaciones de la película.
El estado de ánimo de la pequeña María marca anímicamente la película: primero la alegría y las expectativas ante el descubrimiento, después la decepción y por último, el alivio con el reconocimiento de la verdad y la recuperación del honor para su padre. Su madre aparece como la intransigencia de la religión que teme que el dogma católico se vea amenazado con los descubrimientos realizados por su marido. Junto a Banderas, actúan Allegra Allen, Nicholas Farrell, Golshifteh Farahani, Henry Goodman, Pierre Niney y Rupert Everett. La banda sonora está a cargo de Mark Knopfler.