Granada, Gorbeia, Alemania, Noruega y el Transiberiano
viernes 7.jun.2024 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
Granada es una de esas ciudades que se mira a si misma embelesada por su arquitectura y lo hace a través de los miradores, como San Nicolás, San Miguel Alto, la Abadía del Sacromonte o la cuesta de los chinos, el mirador de la Lola, el del Cementerio de San José o los miradores de Cartuja.
La capital nazarí presume de tener algunos de los mejores miradores, para todos los gustos y con todas las perspectivas posibles. Muchos miran a su edificio más emblemático: la Alhambra. El monumento más visitado de España.
Y desde allí mira a Sierra Nevada y a otros lugares de la provincia, una gran desconocida por descubrir, con cultura, patrimonio, sol, playa y nieve. Hay importantes playas como Almuñécar, Salobreña o Motril, un referente internacional de esquí en Sierra Nevada y ejemplos paisajísticos y naturales como la Alpujarra, las comarcas de Guadix, el poniente granadino y el Geoparque".
Granada no solo es la Alhambra. La ciudad, un gran centro de actividades culturales, también sobrecoge al visitante con obras arquitectónicas como San Jerónimo, la Cartuja, la catedral, la capilla real, donde están enterrados los Reyes Católicos. Sin olvidar que el parque de las Ciencias, es el museo científico más visitado de Andalucía.
La capital granadina mira a todo su entorno, variado y con propuestas turísticas muy diversas. Como nos explica Francisco Rodríguez, presidente de la Diputación de Granada, "las distancias son mínimas y podemos comeren la calle recogida del centro de Granada y en poco más de cuarenta minutos pasar una tarde agradable en las playas de Almuñécar, incluso el Balneario de Lanjarón es uno de los más activos a nivel de turismo termal de España".
Añade Rodríguez que "tenemos la suerte de que al que le guste el senderismo puede subir al Pico del Mulhacén que es el más alto de la península y puede terminar bajando a pasar un rato agradable en el Barranco del Poqueira o municipios turísticos como Bubión, Capileira o Pampaneira, pueblos encalados y con abundante riqueza de agua".
A todo eso hay que añadir que el aeropuerto de Granada, a unos 20 minutos del centro, está muy bien conectado con varias ciudades europeas, muchos de esos trayectos tienen conexión con Barcelona a través de cuatro vuelos diarios con Vueling. Dos ciudades muy distintas y complementarias.
Gorbea o Gorbeia, la montaña que une dos provincias: Álava y Vizcaya
El monte Gorbea o Gorbeia divide los parques naturales de Urkiola en Vizcaya y Gorbea en Álava.
Olatz Urkiza, alcaldesa de Igorre y presidenta de Gorbeialde, una asociación de promoción del desarrollo socioeconómico de la comarca de Arratia-Nervión, recuerda que "es una zona compartida, una de las faldas es vizcaína y la otra alavesa y se nota las diferencias entre una y otra. En el lado alavés los pueblos son más chiquitines que los vizcaínos, aunque en ambos hay pueblos muy tradicionales".
Es un destino que presenta naturaleza, gastronomía, conservación del medio rural, auténtica cultura y tradición vasca y aventura. Se autodenomina el corazón verde de Euskadi y es cuna del montañismo.
Con una cumbre de 1.482 metros, ascender hasta la cruz, que recuerda a la torre Eiffel se convierte en algo más que una caminata de 3 horas, con algunos recorridos más complicados que otros. Un paraje de rocas escarpadas, mezcladas con zonas de pastos o bosques de robledales presenta un conjunto kárstico de unas 500 cuevas.
Cuevas de Mairu. Foto: Turismo Gorbeialde
A lo que hay que añadir la cascada de Gujuli, de unos 100 metros de caídas. Además, han desarrollado interesantes rutas a pie o en bicicleta para los que quieren moverse relajadamente y los que prefieren retos más personales.
Los que escojan realizar actividades en familia pueden compartir su tiempo con alfareros, pastores o queseros, que elaboran su famoso queso Idiazabal. Una de las personas que participan en estas actividades es Maider Unda, medallista de olímpica, bronce en Londres y pastora de un rebaño de ovejas latxa.
El parque natural de Urkiola, o de los abedules, reúne las tierras más altas de la Sierra de Aramotz, con el Amboto y su impresionante pared vertical, como su cumbre más alta. Donde destacan bosques de hayas y fresnos y el santuario de Urkiola.
Hay una tradición que se mantiene en la actualidad. Alaveses y bizkaitarras acaban el año viejo y empiezan el nuevo subiendo al monte Gorbea. El 31 de diciembre para comer turrón y el 1 de enero para tomarse una copa de champán. Los vascos tan arraigados a su entorno natural cumplen esos días con sus raíces mitológicas y de esta manera conectan con la naturaleza y celebran la transición de un año a otro.
En la zona de Urkiola también es tradición subir al Gorbeia el 31 de julio, para celebrar su patrón, San Ignacio de Loyola. "Subimos a las campas de Arraba que son las faldas del Gorbea y ahí se hace una romería que antiguamente finalizaba con una misa", nos dice Olatz Urkiza. "Ahora también hay una pequeña celebración en una ermita muy chiquitina que está incrustada en la roca del monte y todo aquel que quiere subir hasta la cumbre sube porque creemos que nuestra casa vasca empieza ahí".
Alemania y sus montañas del diablo
Foto: Wikipedia/ A.Savin
Los españoles tienen tres destinos europeos preferentes: Francia, Italia y Alemania. Dos de esos tres países tienen este año importantes citas deportivas. Francia con el Tour en julio y a continuación con los Juegos Olímpicos y Paralímpicos y Alemania con la Eurocopa masculina de fútbol, que se inicia el 14 de junio, con el partido inaugural entre la anfitriona y Escocia en Múnic. La final será en el Estadio Olímpico de Berlín.
Los responsables de turismo germanos quieren que los partidos sean solo una excusa para visitar las sedes del campeonato y conocer otros detalles. Por ejemplo, la directora de Turismo de Alemania en España, Ulrike Bohnet, ha escogido un lugar secreto de la capital alemana: la montaña del diablo.
"Es una antigua montaña de escombros de todos los edificios destruidos después de la Segunda Guerra Mundial en la ciudad. Allí se instalaron los estadounidenses con unas instalaciones de espionaje durante la guerra fría, que se cerró en 1989. Tienen una historia muy interesante detrás y se puede conocer porque en 2020 se abrieron al público todos los archivos".
El Teufelsberg es una escombrera que hasta 1972, recibió más de 26 millones de metros cúbicos de cascotes, un tercio de las casas bombardeadas en la ciudad durante la contienda, lo que equivale a unos 15.000 edificios.
Hay varias montañas artificiales de este tipo en ciudades como Dresde y otros lugares que tuvieron que reconstruir tras los intensos bombardeos que sufrieron centenares de ciudades. Pero la del diablo de Berlín mantiene también la antigua estación de escuchas de los occidentales durante la división de la ciudad.
Solsticio de invierno en Bodø
Cabo Norte, Davvenjárga en lengua Sami es el punto más septentrional de la Europa continental. A 300 metros sobre el mar, junto a la archiconocida bola del mundo, fijamos la mirada en el horizonte viendo como el sol roza el agua, evita sumergirse, se resiste a desaparecer, y nos abruma la sensación de que la noche no existe.
El sol de medianoche es una relación mágica con la naturaleza, una sensación extraña para los que vivimos en otras latitudes. Cuarenta y cinco días sin que el astro se ponga entre mayo y junio, siempre que nos situemos por encima del Círculo Polar Ártico.
Estar envuelto de esa luz anaranjada que le ha ganado el pulso a las tinieblas es una experiencia inolvidable, entrañable, conmovedora.
Los noruegos, con un clima difícil durante el invierno, esperan con ansias estos días de verano para compartir Marbacoas. Suelen reunirse con amigos y familiares en las zonas más rurales para prepar una barbacoa de pescado.
Como nos explica Tore Holvik, director del Consejo de productos del mar de Noruega para España y Portugal "no puede faltar bacalao y salmón".
Este año uno de los lugares imprescindibles para visitar es Bodø, capital cultural europea. Situada por encima del Círculo Polar Ártico, esta ciudad vivió su momento más dorado a principios del siglo XIX, cuando era un importante centro de industrias pesquera y marítima.
Con una población de unos 50.000 habitantes, Bodø tiene el récord de ser el lugar más septentrional en ostentar la capitalidad cultural. Allí se inauguró el primer cine del país en 1908.
A lo largo de este año se han preparado un millar de actividades, muchas de ellas centradas en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, donde han organizado festivales de música y actividades para dar a conocer su riqueza cultural, especialmente su tradición sami, con la inauguración de una exposición dedicada a este pueblo originario de Noruega.
También han organizado muchos actos, que además de atraer a turistas, aportará incentivos culturales a los jóvenes y las asociaciones juveniles de la región de Nordland. Para el solsticio de verano han estructurado los actos más destacados de su programa cultural bajo el título de Midsummer Mystery, donde el fuego y las hogueras tendrán un papel fundamental.
"En el Transiberiano. Una historia personal del tren que forjó un imperio"
Y acabamos en el Transiberiano con dos escritoras españolas. Eva Orúe, periodista y directora de la Feria del Libro de Madrid y Sara Gutiérrez traductora y oftalmóloga. Ambas viajaron en este emblemático tren, que cruza gran parte del territorio ruso, a lo largo de más de 9.000 kilómetros. Lo hicieron en el verano de 1994, dos años y medio después de la desintegración de la Unión Soviética.
El libro describe los paisajes que atravesaron camino de Ekaterimburgo, Irkutsk, el lago Baikal, Jabárovsk y Vladivostok, introducen al lector en esas ciudades, el ambiente del tren y las estaciones, sus conversaciones personales y los problemas burocráticos. Nos recuerdan que el ferrocarril se mueve entre 8 husos horarios y cruza 16 ríos, 87 ciudades y 7.000 túneles, puentes, viaductos y otros tipos de infraestructuras.
"La primera etapa acaba en Ekaterimburgo, que es la ciudad en la que fusilaron al zar y a su familia", dice Sara. "En este capítulo, Eva, habla de la época de los zares y del inicio de la construcción del ferrocarril. Por ejemplo, en la segunda etapa acabamos en Irkutsk donde todavía quedaban muchos vestigios de la Unión Soviética, en las fachadas encontrabas colgados carteles sobre la perestroika y ahí se habla de cómo influyó y cómo se sirvió el poder soviético del transiberiano. En el Baikal, que lo atravesamos solo con la curiosidad de atravesar el lago, pero es una ciudad clave en la construcción de otra línea del transiberiano que une Baikal con Amur".
"Cuando hicimos este viaje, dice a RTVE Eva Orúe, era una oportunidad para conocer un país que tenía una capital era muy interesante, pero no era el país completo, como tampoco ninguna capital es un país completo".
El tren es un tercer protagonista de este relato donde transcurren dos vías paralelas que también se entremezclan, la experiencia personal y la narración histórica. "Se puede leer por separado o seguido", insiste Sara Gutiérrez.
Durante las más de 400 páginas del libro, que utiliza varios estilos literarios como los diálogos o la crónica, también algunas imágenes históricas o esquemas del recorrido, e ilustraciones de Emilio Amade, nos introducen en algunas historias de esta línea ferroviaria que se construyó, con mano de obra esclava y forzada, cuando los zares lo utilizaron para mantener su imperio.
Sin olvidar su papel como campo de batalla en la Primera Guerra Mundial, en la Revolución de Octubre y en la posterior guerra civil, y la utilización que hicieron del mismo las diferentes partes en conflicto para finalizar hablando del futuro de esta línea que permite cruzar Siberia para llegar al Pacífico.
Y como si fuera una acusación que suena a guiño de complicidad, Eva Orúe, acaba diciendo que "Sara me convenció de que había que recorrer el país y que en aquel momento la única forma de hacerlo era a bordo de un tren, que por otro lado, es mítico y tiene mucho que ver con gran parte de la historia de la Rusia de los zares, de la Rusia soviética e incluso la Rusia que actualmente se teje en torno al tren".
Twitter: @angelaGonzaloM
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RNE-R5 "10.000 lugares para viajar"
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