3 posts de junio 2009

SOS desde Wukro (Etiopía)

Desde Etiopía me llega un correo que es un grito de dolor, aunque esté escrito con palabras serenas. Lo firma el misionero Ángel Olaran, que lleva años trabajando en Wukro, cerca de la frontera con Eritrea, donde la malnutrición es una enfermedad crónica. Ángel suplica ayuda para conjurar la amenaza de otra hambruna en las zonas donde que el año pasado sólo llovió cuatro días:

-- Ni siquiera se consiguió yerba para el ganado, que hubo de ser vendido a precios muy bajos o sacrificado --explica Olaran-- Los 169.5151 quintales de grano que se esperaba recolectar quedaron reducidos a 35.693, y de tan escasa calidad que no sirve para sembrar.

En la región hay 84.000 campesinos afectados por el desastre, repartidos en torno a 64 pueblos. El gobierno local solo dispone de la cuarta parte de las semillas precisas. Hacen falta 10.000 quintales de trigo Pavon, que es la especie más resistente a la sequía y cuya paja sirve de alimento al ganado. Cada quintal cuesta unos 84 euros, transporte incluido. Y la siembra debe efectuarse antes de que acabe el mes de junio. ¿Cómo conseguir el dinero necesario en un plazo tan corto? El misionero cuenta con el apoyo de varios colectivos solidarios, especialmente en el País Vasco y Cataluña. Pero sus aportaciones no son suficientes. Por eso, apela al compromiso de cada uno de nosotros: ‘Con un billete de diez euros ya se puede hacer algo --dice-- y con muchos billetes de diez euros, mucho’. Y manda el número de una cuenta en la Kutxa (Caja) de Hernani, su pueblo natal: 2101 0041 08 0010282606.

Hace años que conozco, admiro y quiero profundamente a Ángel. Siempre me ha fascinado su constante constatación de que ‘si no se acaba con la pobreza es porque no interesa hacerlo’. A quienes deseen conocer su combate contra la miseria y el abandono recomiendo el libro ‘Ángeles de Wukro’, de Mayte Pérez Báez (editorial Kailas), un relato conmovedor sobre las gentes con quienes el padre Olaran ha decidido compartir su vida. En sus páginas se recogen opiniones que el misionero expresa con esta claridad meridiana: ‘Resulta muy difícil entender y aceptar la ceguera de la Madre Iglesia ante los gritos de horror y de angustia de los que padecen las peores consecuencias del hambre sufriendo las consecuencias del orgullo nauseabundo de los amos del mundo; y aquí es donde más se echa en falta su voz profética. ¿Cómo una Madre puede ser tan insensible a ese grito que rasga a la humanidad?’

Mayte apostilla: ‘Duros juicios en boca de un sacerdote. Pero la realidad de Wukro es cruda e impone su dramática intensidad sobre los dogmas. Porque resulta doloroso y vergonzante contemplar los daños producidos por un sistema que ha reemplazado los valores morales universales por las implacables leyes del mercado, causando efectos devastadores sobre la vida de los seres humanos más débiles, al globalizar y ampliar las desigualdades económicas en vez de reducirlas.’


(Días atrás, el siempre lúcido Forges publicó esta viñeta sobre otra hambruna anunciada. Su chiste/editorial vale igual para Etiopía.)

La voz de todos los prisioneros

Poeta desde los presidios franquistas, cuando la dictadura mantenía a España convertida en una inmensa cárcel, el poeta Marcos Ana es un mito viviente de resistencia y dignidad democráticas. Con 89 años tiene la cabeza envidiablemente clara y se mueve con agilidad y fuerza sorprendentes. Cuando se le comenta, le gusta argumentar que su verdadera edad es de 66 años ‘ya que hay que descontarme el tiempo que pasé en la cárcel’. Porque Fernando Macarro Castillo --que es su verdadero nombre-- todavía era casi un adolescente cuando entró en la cárcel, acusado de militar en las Juventudes Comunistas durante la guerra civil, y no salió hasta 23 años después. Acabó de crecer y maduró entre torturas, con el mundo reducido al patio de la cárcel. Su juventud quedó en los calabozos. Y en ellos empezó a escribir poemas clandestinos, oculto bajo el seudónimo de Marcos Ana, formado por los nombres de sus padres: Marcos Macarro, muerto en 1937 durante un bombardeo alemán, y Ana Castillo, fallecida al final de la guerra.

Marcos ha pasado estas últimas tardes en la Feria del Libro, firmando ejemplares de su autobiografía ‘Decidme cómo es un árbol’, cuyas páginas reflejan algunas de las lecciones de humanidad que los presos políticos dieron a los verdugos franquistas durante el periodo más amargo de nuestra historia: aquella interminable posguerra, escenario de la sangrienta venganza de una derecha retrógrada, un ejército fascista y una iglesia inquisitorial, despiadadamente ejecutada contra quienes se habían obstinado en defender la legalidad republicana.

Hace tiempo que no me siento a charlar con Marcos, es decir, a escuchar con respeto el desgranar de su memoria. Tiempo atrás, durante la transición democrática pasé muchos ratos a su lado. Entonces yo colaboraba con la comisión internacional del PCE --que aún era un eficaz instrumento de lucha por las libertades-- en la que él se ocupaba de tareas de solidaridad internacional. Lo recuerdo siempre de buen humor, optimista, generoso. Incluso cuando contaba las cosas más duras de su amargo pasado, revestía los hechos con la dignidad, el compañerismo, los irrenunciables ideales que compartía con sus compañeros de celda, de penal, de infortunio.

Una noche me explicó por qué había sido capaz de resistir las torturas durante más de un mes en la Dirección General de Seguridad, a donde había sido trasladado desde la prisión cuando se descubrió que participaba en la organización comunista carcelaria: ‘La tortura es una pelea muy difícil de librar, tanto que llegas a creer que perderás la razón. Pero, aunque me machacaron, no delaté a nadie --decía con orgullo--Lo que me dio fuerzas para aguantar fue pensar qué dirían mis compañeros de mí cuando volviera al penal’. Marcos volvió con la cabeza alta. No tuvo que avergonzarse cuando los suyos lo abrazaron.

Ahora, José Saramago encabeza una propuesta de la Universidad de Granada para que se conceda a Marcos Ana el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Siempre lúcido, Saramago tiene razón una vez más. No creo que nadie merezca ese premio más que Marcos. Porque Marcos representa a cuantos han consumido parte de sus vidas en las cárceles de las dictaduras, castigados por los delitos de defender la libertad y luchar por los derechos más elementales. Y su voz sirve también a los prisioneros de esas aberraciones carcelarias de las democracias más poderosas, como Guantánamo o Diego García, cuyas jornadas se describen perfectamente con los poemas que Marcos escribió tras las rejas del franquismo:

‘Mi vida

os la puedo contar en dos palabras:

Un patio

y un trocito de cielo donde a veces pasan

una nube perdida y algún pájaro

huyendo de sus alas.’

La visita de una cárcel secreta flotante

Uno de los buques de la Armada norteamericana utilizados como cárceles secretas flotantes para trasladar e interrogar a centenares de prisioneros de la denominada guerra contra el terrorismo, el USS Bataan, ha pasado cuatro días anclado en aguas españolas. La figura siniestra de este coloso porta helicópteros destacaba con sus 257 metros de eslora, entre centenares de embarcaciones de recreo, en el Dique Oeste del puerto de Palma de Mallorca. Las autoridades portuarias le concedieron permiso para efectuar una escala programada (del 27 al 30 de mayo) para aprovisionamiento y descanso de la tripulación, en virtud del vigente Convenio de Cooperación para la Defensa entre España y los Estados Unidos.


Pero las denuncias de organizaciones de derechos humanos tan acreditadas como Amnistía Internacional (www.es.amnesty.org/noticias)
o la británica Reprieve (www.reprieve.org.uk) forzaron una declaración de la embajada norteamericana negando que el USS Bataan sirviera de prisión política flotante. El portavoz oficial de Washington en Madrid aseguró desconocer el cometido que este buque haya podido desempeñar en el pasado. ¿Flaca memoria, cinismo o escasa documentación? Basta teclear el nombre del barco en Internet para conocer tanto su hoja de servicios como las numerosas acusaciones de su empleo como cárcel secreta y centro de torturas. Entre las 50.000 referencias que vomita Google figura escandalera periodística que levantó su presencia en Lisboa y Oporto en 2003, llevando a bordo --según entonces se dijo-- a numerosos talibanes presos. Y también pueden leerse las crónicas de prensa que en su día recogieron el reconocimiento oficial del gobierno de Bush de que por los calabozos del USS Bataan habían pasado ocho presuntos colaboradores de Al Qaeda.


Reprieve ha logrado identificar hasta nueve prisioneros interrogados y torturados a bordo del buque. Entre ellos destacan el llamado talibán americano, John Walker Lindh, el australiano David Hicks y el libio Ibn Al-Sheikh Al-Libi que pocas semanas atrás falleció en una cárcel de Libia. La función carcelaria del USS Bataan durante la presidencia de Bush no admite discusión. La duda es si todavía continúa desempeñando el mismo cometido. La abogada Clara Gutteridge, investigadora de Reprieve, señala que ‘los barcos han sido empleados para encarcelar a sospechosos de terrorismo desde los días del presidente Clinton, así que no resultaría extraño que tales prácticas continuaran bajo el gobierno de Obama.’

Pero hay más: la llegada de esta cárcel secreta flotante coincidió con una escala de 24 horas en Palma (en la base militar de Son San Joan) de un avión de la US Navy, un Airbus con nueve tripulantes, que oficialmente trasladaba a cinco militares estadounidenses desde Argel hasta Aviano (Italia). Un recorrido muy corto para una escala tan larga de un avión con más de 6.000 kilómetros de autonomía de vuelo. ‘La coincidencia en el tiempo y en el espacio genera bastantes interrogantes’, escriben los periodistas mallorquines Juan Riera y Carla Arrieta en el diario El Mundo, que ha publicado fotos de ambas naves.

Los periodistas no podemos esperar que ninguna fuente oficial amplíe estas informaciones. Lo único que nos cabe es mantener los ojos abiertos por si en nuestros puertos aparece otro de los diez buques militares norteamericanos convertidos en prisiones ilegales (USS Peleliu, USS Ashland, USS Stockham, USNS Watson, USNS Sister, USNS Charlton, USNS Pomeroy, USNS Red Cloud, USNS Soderman y USNS Dahl) o alguna de las cinco embarcaciones civiles con idéntica función. (MVPVT Franklin J. Phillips, MVCPL Louis J. Hauge Jr., MVPFC William B. Baugh, MVPFC James Anderson y MV1stLt Alex Bonnyman). Y protestar ante la dirección de los medios en que trabajamos si, conociendo esta noticia --que fue difundida por las agencias españolas Efe y Europa Press-- no quisieron incluirla en las páginas de sus periódicos o el minutado de sus telediarios.

Vicente Romero


Vicente Romero es uno de los reporteros más veteranos de TVE. Desde este blog cuenta sus viajes a los lugares donde viven los más desfavorecidos del mundo. Si hace falta izar una bandera de palabras para definir contenidos e intenciones, puede servir el verso de José Martí que da título a este blog.
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