Música para la tortura
El nombre de Peter Gabriel encabeza un escrito que la Unión británica de Músicos, en representación de más de 30.000 artistas (www.musiciansunion.org.uk), ha dirigido al Presidente de los Estados Unidos, exigiéndole que prohíba expresamente el uso de canciones pop como instrumento de tortura psicológica. La carta, firmada por artistas comprometidos en la defensa de los derechos humanos, explica a Obama que ‘estamos en contra de todas las formas de tortura pero como músicos nos concierne particularmente el uso perverso de la música, cuya utilización podría continuar si usted no la condena de forma explícita’.
Empleada habitualmente durante los interrogatorios de prisioneros en establecimientos militares y de la CIA, la música ininterrumpida y a un volumen ensordecedor causa graves daños y --según los especialistas médicos-- sus efectos acaban resultando a largo plazo más perjudiciales que los de la mayoría de los métodos de tortura. Tanto las Naciones Unidas como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos han condenado esta práctica inhumana, que algunos ex prisioneros que la han sufrido califican como ‘peor que los malos tratos físicos’.
Nada más llegar a la casa Blanca, Obama dictó una ‘Orden Ejecutiva para asegurar interrogatorios legales’, que supuso una revisión de los manuales militares donde se autorizaban técnicas de presión identificables como torturas. Pero continúan permitidas otras técnicas de presión sin contacto físico, que han continuado aplicándose durante el medio año de presidencia de Obama. La principal es el empleo de la música pop a todo volumen. Dentro de pocos días, el 21 de julio, la Comisión que ha investigado los métodos empleados por los interrogadores norteamericanos presentarán su informe. De ahí, la oportunidad de la exigencia de los músicos, cuya petición ya había sido repetidamente formulada por autores e intérpretes a través de la campaña denominada ‘zero dB’ con gran difusión en la red, (www.zerodb.org) donde puede ser firmada por artistas y usuarios.