El superjuez Varela y el honor de Falange
El superjuez Luciano Varela --instructor de la causa abierta a Baltasar Garzón por haber pretendido investigar los crímenes del franquismo-- ha accedido a que Falange Española de las JONS ejerza la acción popular nada menos que ‘en defensa del derecho al honor’ de la organización y de sus miembros, previo pago de una fianza de 6.000 euros. El auto de quien gusta identificarse como ciudadano Varela, magistrado del Tribunal Supremo cuando pretende que se le abra alguna puerta, no deja claro si Garzón tendrá que defenderse del supuesto delito de calumnias, como pretende Falange, además de las acusaciones de prevaricación por las que el propio superjuez Varela lo ha encausado.
¿Honor y calumnias? La actuación de
Garzón intentó emprender una tarea olvidada por
A la vista de la biografía del superjuez Luciano Varela, no cabe sospechar que simpatice con la amarga memoria de Falange y sus anacrónicas Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista, ni tampoco con los ultraderechistas de Manos Limpias. Los antecedentes ideológicos del ciudadano Varela, magistrado del Tribunal Supremo, arrancan en el Opus Dei. Dicen quienes lo conocen bien que su particular caída del caballo le llevó a ciertas posiciones de izquierda radical, que luego atemperó oportunamente. Su fiel amistad con la vicepresidenta de
Para evaluar la figura del magistrado Luciano Varela resulta mucho más definitorio y preciso examinar sus criterios profesionales. Y hace menos de un mes la opinión pública se escandalizaba ante una sentencia del Supremo --cuyo ponente fue el ciudadano Varela-- rebajando de
Prestigiosos catedráticos de Derecho Penal, como Joan Queralt y Manuel Cancio Meliá, han criticado duramente aquella sentencia. Pero en Derecho casi todo es opinable, matizaba el profesor Cancio. Y nadie ha acusado al ponente de prevaricar por discrepar con sus criterios jurídicos, como el ya casi famoso ciudadano Varela está haciendo con Baltasar Garzón.