No era esto lo que soñamos
Me animan algunos lectores, compañeros e incluso jefes a que escriba más a menudo en este blog. Pero ocurre que cuanto más leo los periódicos, menos ganas tengo de escribir y más envidio la capacidad de síntesis de mis dibujantes/editorialistas de cabecera. Dedico un rato de lectura a un esclarecedor artículo de Cristina Almeida sobre el contraste de la proverbial lentitud de
Los telediarios retratan un despropósito moral tras otro. Ya ni siquiera encuentro consuelo en la sección de deportes: la copa de Europa ha caído en manos de un equipo sin fútbol, encumbrando a un entrenador con la misma falta de principios en su oficio que la mayoría de los políticos en el suyo. En fin, las cosas están tan claras que empieza a parecerme inútil debatirlas. Y me encuentro sumido en plena fase ‘D’: decepcionado, desilusionado, deprimido, derrotado. No, no era esto lo que soñábamos.