Convertir los cementerios en bosques
Comprobar cómo las cenizas de alguien que ha muerto abonan la semilla de un futuro árbol. Eso quería el diseñador Gerard Moliné cuando creó su urna . Ahora ya está en funcionamiento, aunque su introducción ha sido lenta, porque como él dice, la industria funeraria todavía está demasiado cerrada en sí misma. Ese acto de regeneración física y simbólica es una constante en los diseños de este creador nacido entre árboles y que apuesta siempre en su trabajo por el aprendizaje que la naturaleza le ofrece
Desde la nueva planta que Sphere España tiene en Zaragoza ya hace tiempo que se investiga con las bolsas biodegradables hechas con caña de ...