Hijos de la Tierra,Olivos y Huertos Refugio
jueves 17.mar.2016 por Pilar Sampietro 0 Comentarios
¿Qué es un druida? ¿Y quién es druida en nuestros tiempos?. Respondiendo a estas preguntas comienza Hijos de la Tierra, ganador del Goya al mejor Cortometraje Documental de esta edición. Todo arrancó con la propuesta de Diego Arregui para que Patxi Uriz hiciera las fotos de un libro sobre hierbas y plantas medicinales. El proyecto se hizo grande y de Navarra viajaron hasta el Amazonas, donde Arregui tiene un trozo de tierra , comprado para preservar y no ser explotada, un lugar en el que aprende de los hombres-medicina y en el que atiende en su pequeña consulta a lugareños
Junto a Alex O'Mill, Patxi Uriz fué introduciéndose en el mundo de druidas y chamanes, de expertos universitarios que deciden volver a su tribu para ofrecer más sabiduría y mezclarla con la de sus ancestros.El documental es una voz de alerta a nuestra salud, al papel de las industrias farmacéuticas en todo ello y el trabajo de unos valientes que siguen aprendiendo del lenguaje de las plantas para ofrecer medicina natural . La Salud y la Tierra no deberían ser un negocio
La Salud de los Seres Humanos es un reflejo de la salud de la Tierra, dice uno de los protagonistas en el documental y seguro que firmarían la misma frase los jóvenes de Oliete en Teruel que un día decidieron lanzar la propuesta de recuperación de los 100mil olivos centenarios que hoy nadie gestiona en el municipio
Aprovechando las redes sociales comenzaron a desarrollar www.apadrinaunolivo.org con la intención de generar empleo y evitar la desaparición del pueblo. Ahora ya hay unos 900 olivos apadrinados y como nos cuenta Alberto Alfonso, los padrinos y madrinas reaccionan abrazando el árbol o poniéndole nombre cuando participan en una de las visitas de fin de semana. Con el dinero que van consiguiendo han empleado a dos personas y cuentan también con la participación del colectivo Atadi de jóvenes con discapacidad para las tareas de mejora del olivar. Volvieron a lanzar un reclamo aprovechando el Día del Padre. De verdad que este si que es un buen regalo para nuestros mayores, que crea lazos más allá del simple gesto. Aquí podéis ver un poquito del lugar y la experiencia
Ignacio Somovilla nos acerca todavía más a esa relación con la tierra tan necesaria para nuestra supervivencia. Para curar las heridas emocionales no hay nada mejor que ponerse a cultivar. Así lo entiende la ONG Save The Children desde el campo de refugiados de Za'Atari en Jordania ocupando a niños y niñas en la labor de hacer crecer el alimento cerca de la tienda
Y asi es para Mazen, que intenta recuperar algo del hermoso jardín que tenia su casa de Daraa en Siria, donde vivía con sus sobrinos. Lo añora y desea volver allí con todas sus fuerzas, aunque ahora el paisaje es otro y no permite la vida.
Mientras tanto y con las semillas que seguro tomaron a toda prisa en la huida, cultivan un huerto entre tiendas temporales en un campo de refugiados, para dar algo de esperanza al horror de sentirse desplazado por las bombas.
Si quieres escuchar mucho más sobre las experiencias que nos cuentan Patxi, Alberto o Ignacio puedes hacerlo en el audio del programa Vida Verde aqui http://www.rtve.es/alacarta/audios/vida-verde/vida-verde-hijos-tierra-17-03-16/3526787/