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Beyond, ¿cine o videojuego?

    jueves 17.oct.2013    por Manu Martínez    1 Comentarios

El del cine y el de los videojuegos son dos mundos que han caminado de la mano en los últimos años. Sin embargo, a diferencia de dos rectas paralelas que nunca llegan a tocarse, estas dos industrias del ocio si lo han hecho.  La gran dominadora del siglo XX, el cine, ha coqueteado en multitud de ocasiones con la informática, los nuevos desarrollos, la animación, el 3D y ha buscado explotar el tirón comercial de algunos personajes de videojuego, para crear películas con taquilla segura, (lástima que en la mayoría de casos el resultado haya sido más que cuestionable). Por su parte, la más joven que se desperezó en los albores del XXI, los videojuegos, ha explotado licencias del cine con juegos generalmente flojos, ha exprimido las cinemáticas al máximo hasta ser parte esencial de un buen título y ha coqueteado con técnicas como la captura de movimientos y rostros de actores conocidos. Sin embargo, el cine era cine y los videojuegos eran videojuegos 
y todos teníamos claro de que se trataba cada vez. Pero esos caminos que estaban condenados a entenderse han confluido por fin en un videojuego que parece una película o una película que puede jugarse.

  

Lleva por título “Beyond, dos almas”, (“Beyond, two souls” en inglés) y es el último
trabajo del estudio Quantic Dream y de uno de esos creadores con sello de artista, David Cage.  Vaya por delante que las películas interactivas existieron hace años, (con un dudoso éxito), y que en el mundo del videojuego hemos visto intentos similares a éste con anterioridad. El mejor ejemplo es el trabajo anterior de David Cage, también para la consola de Sony llamado Heavy Rain. Sin embargo no se había alcanzado una cota de realismo como ésta, y no se había contado con un despliegue con actores del renombre del señor Willem Dafoe.

Un guión sobrenatural

Durante la entrevista que mantuvimos con David Cage hace unas semanas para el programa “3.0” de Radio 3 Extra, el líder de Quantic Dream insistió una y otra vez en calificar su criatura como una aventura interactiva. Un viaje, donde el jugador se adentra para acompañar a la joven protagonista interpretada por Ellen Page sin misiones, tiempos de carga o puntos de guardado. La historia evoluciona, nosotros somos testigos y tomamos decisiones, acertamos o cometemos errores, pero la acción no se detiene ni se repite. La historia será diferente si tomamos una u otra determinación dando a un lado del mando o al otro y ese camino, el que hemos tomado nosotros, nos conducirá hasta uno de los 23 finales posibles.

 

 

La historia, sin desvelar demasiado porque es el punto fuerte del juego, se centra en la vida de Jodie, una joven que desde niña tiene el don de poder comunicarse con una entidad sobrenatural llamada Aiden. Una especie de ángel de la guarda que la protege y la ayuda, pero que también la meterá en más de un problema. (En todo momento podremos ir cambiando entre la chica y el espíritu con quien podremos movernos libremente y hacer pequeñas interacciones). Acompañamos a Jodie durante casi 15 años de su vida y en este tiempo pasaremos por momentos de mucha acción y una trama que se irá complicando hasta el infinito.

Lo que ocurre es que esa teórica libertad se ve supeditada siempre a una historia lineal que está trazada de antemano. Nuestras pequeñas o grandes decisiones, como tomar un camino u otro, escondernos o atacar a un enemigo, socializarnos o no con otros chicos de nuestra edad, acabarán teniendo un resultado muy similar… Puede que incidan de alguna manera en el final del capítulo, pero no tanto en la conclusión del juego, aunque recuerdo que tiene 23 finales preparados para que lleguemos a ellos como en aquellos maravillosos libros de “elige tu propia aventura”.

 

 

Técnicamente, una maravilla

Gráficamente estamos ante un ejercicio soberbio. La recreación de los personajes, entornos, escenarios y demás, es maravillosa. Incluso me atrevo a decir que supera a algunos juegos de la próxima generación de consolas que ya hemos podido ver. Un alarde técnico que precisamente se sustenta en el hecho de estar todo en cierto sentido fijado de antemano, ya que aquí no podremos movernos por entornos abiertos como los de GTA ni tan siquiera por espacios acotados como en otros juegos estilo The Last Of Us. En cualquier caso, muchas veces dan ganas de soltar el mando y quedarte mirando a la pantalla como si de una película convencional se tratase.

David Cage insiste siempre en que para conseguir esta cota de realismo era necesaria la participación de actores de carne y hueso que durante muchos meses estuvieron rodando en un escenario especial repleto de cámaras y sensores de movimiento. A ese dominio gráfico añadamos un doblaje al castellano digno de cualquier serie de éxito, con voces reconocibles y bien empastadas y tenemos la factura técnica que se espera de un título de estas características.

 

 

El control, polémica a la vista

Sin embargo, aquí llega el gran quid de la cuestión. ¿Resulta divertido?... La manera de interactuar con el juego es con un pequeño puntero blanco sobre algunos objetos y pulsando los botones cuando se despliegan opciones concretas. Hay momentos de acción en los que nos enfrentamos a los ya famosos Quick Time Events, es decir esas pruebas de habilidad de pulsar un botón concreto en un momento adecuado y poco más… Si el jugador entra en la experiencia y se deja llevar por la historia, bien, pero en un momento repleto de títulos de acción, de juegos con mundos abiertos a lo GTA, y de una generación que empieza a recuperar el gusto por las plataformas, no se si esta fórmula de juego “relajada” o no tan participativa, puede llegar a cuajar.

Añadamos que Quantic Dream, como declaración de intenciones y dejando claro que se dirige a un público diferente al que aporrea los mandos de control en Call Of Dutty o en Uncharted, ha desarrollado también una aplicación para móviles Android o IOS, que permite jugar directamente con el teléfono, dándole a BEYOND un toque todavía más “casual” del que ya de por sí podría tener.

Puede valer como conclusión… “Beyond, dos almas” es un prodigio técnico, una gozada visualmente hablando, pero igual que ocurrió con “Heavy Rain”, a un servidor se le queda corto en la categoría de juego. Eso sí, quien busque una película interactiva, esto es lo más parecido que hemos visto en años y con unas cotas de calidad técnica sorprendentes. Aparece exclusivamente en PS3 y tiene una calificación de apto para mayores de 16 años. ¿Videojuego o película?... que cada cual decida.

Manu Martínez   17.oct.2013 12:09    

1 Comentarios

Muy interesante post. La verdad es que los video juegos han logrado confluir diversas manifestaciones artísticas en un solo producto. "Beyond, two souls" es otro de los muchos ejemplos que hay de ello.

jueves 17 oct 2013, 19:32

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Manuel Martínez

Bio Vidas infinitas

Todavía recuerdo cuál fue la primera consola que entró en casa... Una ATARI 2600 con la que muchos descubrimos por primera vez que cerca de éste, hay otros universos, aunque sean virtuales. Ahora, los videojuegos son una industria más que consolidada, están muy lejos de ser un juego de niños y atrapan por igual a los nativos digitales y a los que entramos hace tiempo en la treintena. Para unos y para otros, "Vidas Infinitas" es un blog pensado para hablar de las novedades que aterrizan en este mundo. Si te atreves, pulsa el botón START. Manuel Martínez es el director de 3.0, en Radio 3 Extra.
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