Pasión por el Spectrum
Corría la década de los 80 y la industria del entretenimiento había descubierto que la pasión que los juegos electrónicos generaban en los jóvenes, podía ser un negocio muy lucrativo. Por aquel entonces la gente hacía cola a las puertas de los llamados salones recreativos. Las máquinas de matar marcianitos causaban furor y había que buscar la forma de llevar esa moda al terreno doméstico.
En abril de 1982 la compañía británica Sinclair apostó por una fórmula revolucionaria, un ordenador compacto, con una potencia sorprendente para la época en cuestión y que incorporaba un teclado compacto y un lector de cintas de casete. Lo bautiza...