WATCH DOGS, el mundo hackeado
martes 27.may.2014 por Manu Martínez 2 Comentarios
Dentro de dos semanas se celebrará en Los Ángeles el E3, la feria anual más importante del mundo de los videojuegos. Hace dos años, en la cita de 2012, un título llamó la atención por encima del resto, era una versión futurista y tecnológica de la propuesta de mundo abierto popularizada por la saga GTA. Se llamaba WATCH DOGS y prometía ser el primer “pelotazo” de la nueva generación de consolas.
Sin embargo, después de cinco largos años de desarrollo y de acumular retrasos y polémicas en torno al proyecto, el juego corría el riesgo de quedarse en menos de lo que merecería. La polémica ha girado en torno a su acabado gráfico, espectacular, sin ninguna duda, pero que prometía más con aquellas primeras imágenes y vídeos que los dirigentes de UBISOFT enseñaron hace ya dos años a la prensa especializada. Cosas del marketing o simplemente de la evolución de un desarrollo que no es el mismo para una beta de unos pocos minutos que para un juego completo de mundo abierto como es éste y que tiene unas dimensiones realmente asombrosas.
En cualquier caso, WATCH DOGS ya está aquí, muchos lo esperaban en la hornada inicial de juegos de PS4 y Xbox One, pero ha tardado unos meses en sumarse a su corto catálogo… Ahora llega para revitalizar el mercado antes del verano y también como el primer capítulo de lo que podría ser una nueva franquicia en mayúsculas, (como lo es por ejemplo Assasin´s Creed, la joya de la corona de la compañía francesa), siempre y cuando las ventas acompañen.
Bienvenidos al “Hack-town”
La acción de WATCH DOGS nos lleva a la ciudad de Chicago, a un futuro más o menos próximo en el que las grandes urbes están totalmente controladas por la tecnología. Un complejo sistema operativo se encarga de gestionar toda la vida de la ciudad, desde los semáforos hasta el suministro eléctrico y las redes de transporte… Toda la información personal de los ciudadanos está almacenada en servidores, las cámaras de videovigilancia están siempre activas y se puede saber todo de todo el mundo en apenas unas décimas de segundo. Todo está conectado y claro, eso supone que todo se puede desconectar.
Aiden Pearce es nuestro protagonista, un hombre del que realmente no sabemos demasiado más allá que es un experto hacker que se dedica a hacer trabajitos al margen de la ley. Una de esas misiones acaba mal y se salda para él con la pérdida importante de un miembro de su familia… ¿quién?, ¿por qué?... Esas son preguntas que deben responderse a lo largo del juego para no destripar el argumento principal. Únicamente os contaré que Aiden emprende una venganza personal, una trepidante aventura para saber quien hay detrás de todo el entramado que le ha arruinado la vida a él y que maneja las de los ciudadanos de Chicago sin que nadie se de cuenta.
La manera de hacerlo será mezclando en una coctelera de grandes dimensiones, (el mapa de Chicago es realmente grande y tenemos absoluta libertad de movimientos para recorrerlo), los elementos básicos de todo “sandbox”, es decir la acción, las misiones de sigilo e infiltración, el manejo de vehículos y tratándose de un hacker, el ataque a los sistemas informáticos de la ciudad para manejar en nuestro beneficio cosas como la circulación, el suministro de energía, las canalizaciones, los puentes sobre el río…
La propuesta de WATHC DOGS recuerda irremediablemente al rey del género, a GTA, pero su acabado y su filosofía tiene más de otros títulos como el reciente Infamous Second Son. Tanto por el aspecto y el entorno urbano, como por el carisma y la actitud de los protagonistas. Aquí no hay pandilleros ni mafiosos. Hay buenos y malos, claro, pero son más típicos y encajan en unos roles que hemos visto cientos de veces en el cine. El juego incorpora un sistema de “méritos” y la aventura nos incitará a actuar haciendo el bien, aunque en algunos momentos nuestras acciones puedan provocar daños o bajas de inocentes, algo que nos puede perjudicar porque la policía y los ciudadanos nos verán como una amenaza y pondrán más esfuerzos en ir a por nosotros.
La variante del “hackeo” le da muchísima profundidad al juego porque tendremos muchas posibilidades a la hora de afrontar las misiones. Por ejemplo, accediendo a las cámaras de seguridad tendremos controlados los movimientos de los enemigos. Podremos activar o desactivar semáforos para beneficiar nuestra conducción, manejar puertas eléctricas o ascensores que nos abran el camino e incluso intervenir las comunicaciones de la policía para estar mejor informados que ellos. Todas esas actividades propias de un hacker se hacen con bastante naturalidad y no resulta complicado en el manejo del juego tener que ponerse a combinar botones y acciones. Su implementación ha sido bastante intuitiva. Igual que la conducción de vehículos, otro clásico en este tipo de juegos abiertos, aunque hay que reconocer que algunos coches se manejan con dificultad y que su conducción podría definirse como algo tosca.
Un juego vistoso y lleno de posibilidades
La aventura principal la componen casi 40 misiones, pero como pasa en este tipo de juegos de mundo abierto hay un montón de misiones secundarias y mini-juegos adicionales. En este caso, la verdad es que el contenido es abrumador. Además de los modos online que alargan la vida del disco hasta el infinito, saldrán a nuestro pasó centenares de acciones paralelas que nos harán sumar más y más puntos de experiencia o recaudar más dinero. Me he encontrado con minijuegos como uno de poker, otro de carreras surrealistas, y se que hay más aunque no he llegado a descubrirlos todos. Respecto al multijugador a través de Internet, cuenta con media docena de posibilidades y promete ser uno de los animadores del juego online durante los próximos meses.
Respecto al espinoso tema de los gráficos que tanto ruido ha generado últimamente, viendo el resultado final del juego hay que rendirse a la evidencia. Watch Dogs es un título muy vistoso, bien hecho, pero que para nada exprime al máximo las posibilidades que pueden dar las consolas de nueva generación y los ordenadores actuales. Me quedaría en un término medio, el resultado no es tan bueno como nos sugirieron en el E3 de hace dos años ni tan apocalíptico como algunos lo han pintado. La recreación de Chicago es sobresaliente, una ciudad real que parece real, (aunque en aspectos puntuales como la iluminación o los efectos de agua, la Seattle de Infamous Second Son le gana por la mano). Fallan algunas animaciones y algo de la resolución en pantallas muy grandes, pero la sensación general es más que satisfactoria. Ver el juego en movimiento es un gusto. A ese buen sabor de boca contribuye un gran doblaje al castellano. No me he puesto a contar líneas de diálogo pero tiene muchísimas, en la línea de las que puede tener cualquier GTA lo que demuestra que un juego de estas proporciones puede traerse en nuestro idioma si la compañía que está detrás quiere hacer el esfuerzo y dejar un producto redondo.
Como conclusión
Watch Dogs ha llegado, por fín, dirán muchos… Y ha llegado para animar el catálogo de las nuevas consolas, (aunque también aparece para PS3 y 360), antes de que nos metamos en la segunda mitad del año y de que empiece el desembarco de estrellas que van a desfilar en unos días por el E3 de Los Ángeles. Un buen sandbox para los amantes de este género que nos recuerda que vivimos en un mundo tan interconectado y con tanto poder de la tecnología que asusta pensar lo que puede ocurrir si a alguien le da por controlarla con malas intenciones.
Alex Vix dijo
Buen artículo, si no fuese porque la tercera imagen es del GTA V.
Admin dijo
Gracias por el aviso! Subsanado el error!!